Francia se convierte en el primer país del mundo en blindar el aborto en su Constitución
Una sesión conjunta de la Asamblea y el Senado validan la propuesta
La sesión conjunta que han celebrado este lunes la Asamblea Nacional y el Senado francés ha ratificado la introducción del aborto en la Constitución del país galo, convirtiéndose en el primer país del mundo en blindarlo introduciéndolo en la Carta Magna.
En Congreso del Parlamento, que está conformado por un total de 925 miembros –348 senadores y 577 diputados–, ha dado ‘luz verde’ definitiva a la medida con un total de 780 apoyos, según ha anunciado la presidenta de la Asamblea Nacional gala, Yael Braun-Pivet, y recoge BFMTV.
Poco después de conocerse la noticia, el presidente Macron ha lanzado una publicación en sus redes sociales donde ensalza el «orgullo francés» por enviar un «mensaje universal», y ha hecho un llamamiento a la población a participar en la ceremonia de aprobación del derecho a nivel constitucional.
El mandatario ha anunciado que el próximo viernes, Día Internacional de la Mujer, en la céntrica plaza parisina de Vendome se celebrará «la primera ceremonia de sellamiento (de un derecho constitucional) abierta al público». «Celebremos juntos la entrada de una nueva libertad garantizada en la Constitución», ha dicho.
El pasado miércoles se dio el paso previo para la consolidación del aborto en la Constitución cuando el Senado francés aprobó por mayoría la inclusión de «la libertad garantizada a las mujeres de recurrir al aborto» en la Constitución, un paso histórico para el país, que se convierte en la primera nación en blindar la interrupción del embarazo a nivel constitucional.
La propuesta, que había sido aprobada a finales de enero en la Asamblea Nacional, recibió el respaldo de 267 senadores, mientras que otro medio centenar se opuso. El ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti, ha celebrado la «histórica» votación, que abre «una nueva página en los derechos de las mujeres».
La aprobación de esta medida ha sido una incógnita durante las últimas semanas debido a las reticencias de algunos de los principales líderes de Los Republicanos, herederos de la derecha clásica francesa. De hecho, el presidente del Senado, Gérard Larcher, llegó a argumentar que la Constitución «no es un catálogo de derechos sociales».
De hecho, el líder de Los Republicanos en el Senado había llegado a presentar varias enmiendas en aras de modificar el texto aprobado por la Cámara Baja. Finalmente, pocos días antes, algunos diputados conservadores y centristas han dado un giro a sus posturas, según recoge BFM TV.