Las llegadas ilegales detectadas en las fronteras exteriores de la UE disminuyeron considerablemente en 2020 en comparación con el año anterior debido, en parte, a las restricciones relacionadas con la pandemia impuestas en varios países, indicó el viernes Frontex, la Agencia Europea de Vigilancia de Fronteras. Según cifras preliminares, el número de casos de cruce ilegal de fronteras europeas «descendió 13% el año pasado, a alrededor de 124.000«.
Lo más importante: En total, se detectaron más de 22.600 cruces ilegales de fronteras en la vía occidental, ocho veces el total del año anterior, lo que representa «el mayor número desde que Frontex comenzó a recoger estos datos en 2009», según el texto. Esta disminución se debe en gran parte al «impacto de las restricciones relacionadas con la COVID-19, implementadas por varios países», precisa el comunicado de Frontex, con sede en Varsovia.
Las llegadas a través del Mediterráneo oriental experimentaron la mayor disminución, «de más de tres cuartas partes, hasta situarse en alrededor de 20.000», mientras que el número de cruces ilegales en el Mediterráneo occidental disminuyó 29%, a cerca de 17.000.
En cambio, las Islas Canarias registraron un número récord de llegadas a sus costas en 2020, con un aumento significativo en los últimos cuatro meses del año.