La UE intensifica las negociaciones sobre su recuperación para evitar el fracaso de la cumbre
Los dirigentes europeos han redoblado este domingo sus esfuerzos para levantar las reservas de los países llamados «frugales», así como de Hungría y Polonia, sobre su plan para superar los estragos del coronavirus, en un tercer día de discusiones de una cumbre sin final a la vista.
En contexto: los estados miembros de la Unión Europea llevan tres días de negociaciones sobre los detalles de un plan de 750.000 millones de euros que la Comisión Europea tomaría prestados de los 27, con el que Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca no están de acuerdo en las condiciones en que se ha propuesto.
Pese a que la canciller alemana, Angela Merkel, había advertido de la posibilidad de cerrar otra jornada sin acuerdo, la negociación en grupos se ha intensificado, pero la presión por lograr un acuerdo aumenta.
A causa de la pandemia[contexto id=»460724″], la economía mundial podría contraerse un 4,9% en 2020, una caída que aumenta al 10,2% en la zona euro y al 9,4% en América Latina y el Caribe, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para salir de la mayor recesión de su historia, la Unión Europea debate un plan de 750.000 millones de euros que la Comisión Europea tomaría prestados en nombre de los 27, un hito en el proyecto europeo. Pero los detalles de este plan no logran convencer a Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca, a las que se sumó Finlandia, que en el pasado ya se opusieron a emitir deuda común.
Estos países exigen reducir el monto del plan que aúna subsidio y préstamos. Sobre los primeros, del medio billón de euros propuesto, estos países, que solo querían créditos, presionaron para pasar por debajo de la barrera de 300.000 millones.
Las ayuda en forma de subvenciones sería devuelta por los 27 y no por el país que se beneficie, por lo que los «frugales» buscan también garantías de que el uso de los fondos irán destinados a hacer las reformas adecuadas. El plan inicial prevé que los países que quieran la ayuda deben presentar un plan de recuperación que tenga en cuenta las recomendaciones anuales de la Comisión y la transición ecológica y digital. Los 27 deberían aprobar por mayoría el desembolso.