Tal día como hoy, el 8 de noviembre de 2016, Donald Trump ganó sorpresivamente las elecciones estadounidenses a Hillary Clinton, convirtiéndose así en el 45º presidente de Estados Unidos. El 7 de noviembre del 2020, Joe Biden le arrebataba la presidencia, a pesar de que Trump alegó que las elecciones habías sido manipuladas.
El neoyorkino, de 75 años, subió y bajó de su cargo junto a su esposa, Melania Trump, quien nunca le ha abandonado, a pesar de las continuas voces que alertaban de un inminente divorcio entre ellos. Sin embargo, la pareja sigue junta, y protagonizando desplantes, como de costumbre.
Melania vuelve a despreciar a Trump
Han sido abundantes las muestras de desprecio –o de poco afecto– que Melania le ha dedicado a su marido en los últimos años. El último episodio fue durante un partido de las Series Mundiales de béisbol entre los Houston Astros y los Atlanta Braves, hace unos días. En el vídeo, que se hizo viral, vemos cómo Melania pone una cara de asco de aúpa al girarse y tras mirar a su marido:
“Dios mío hazme viuda por favor” Melania Trump.#LenguajeSinPalabras pic.twitter.com/efZMAOU947
— Bárbara Tijerina (@bartije) October 31, 2021
Este gesto de desagrado no es el primero que hemos visto a Melania:
https://twitter.com/mvn_dn/status/823621167621619713?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E823621167621619713%7Ctwgr%5E%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.vozpopuli.com%2Fdolcevita%2Ftrump-melania-historia-amor_0_1406860491.html
¿Por qué no se divorcian?
Los medios americanos siempre especulan con que Melania y Trump hacen vidas separadas, y Google, al respecto, reveló hace unos años que una de las principales búsquedas de los norteamericanos era «¿por qué Melania Trump siempre está triste?». Además, cuando Trump perdió las últimas elecciones, muchos dieron por hecho que se iban a divorciar.
“Melania está contando cada minuto para divorciarse. No podía separarse en periodo de elecciones, pues él hubiera encontrado la manera de devolvérsela», dijo la exasesora de la Casa Blanca, Omarosa Manigault Newman en noviembre de 2020. La misma asesora reveló que Melania había firmado una cláusula que le impedía divorciarse mientras durase el mandato de su marido para no entorpecer su carrera política y que ambos no dormían en la misma habitación desde hacía tiempo.
Sin embargo, ya ha pasado un año y siguen juntos. ¿Por qué? Eso es lo que muchos se preguntan. Quizá todo fuesen sólo especulaciones, quizá la cara de hastío de Melania sea únicamente fruto de broncas aisladas, o quizá no le conviene a ninguno de los dos dar el paso, todavía.
Su historia de amor
La pareja se conoció en 1998, cuando ella era una joven modelo de 28 años y él un magnate inmobiliario de 52 (y cuatro hijos y dos divorcios). Según dijo Melania, Trump se acercó a ella para pedirle su número en una fiesta celebrada durante la Semana de la Moda de Nueva York. Ella le dijo que no, que le diera el suyo. Entonces, el magnate, que había acudido a la fiesta con otra mujer, le dio los tres números de móvil que tenía.
Tras ello, comenzaron su historia de amor. «Me impactó su energía. Tiene una vitalidad impresionante. Tiene una mente brillante, es una persona muy inteligente«, dijo ella por aquellos años cuando le preguntaron qué le gustaba de su pareja.
Pasado un tiempo, hubo algunos baches que acabaron en rupturas, en torno al año 2000, después de que ella descubriese que Trump salía a su vez con otras mujeres, como con la empresaria noruega Celina Midelfart. A pesar de todo, acabaron volviendo, y seis años después de conocerse se casaron en 2005, en la iglesia episcopal de Bethesda-by-the-Sea. Al enlace asistieron 400 invitados, entre ellos personalidades como Heidi Klum y Tony Bennett y el matrimonio Clinton.
En 2006, un año después de la boda, nació el único hijo de la pareja, el primero para Melania y el quinto para Trump, llamado Barron William. Melania se dedicó enteramente a su cuidado, y se fue apartando poco a poco de la escena pública. Ahora apenas se sabe de ella. Acompaña a veces a su marido a actos públicos y poco más. ¿Se divorciará algún día? ¿O quizá nunca pensó en hacerlo?
