¿El pan proteico realmente ayuda a adelgazar o es igual que los demás?
Este producto alimentario se ha colado en las estanterías de los supermercados con fuerza. Analizamos sus pros y contras y vemos si merece la pena
Suele creerse, con cierta razón, que el adelgazamiento está reñido con el consumo de pan. Aunque no pasaría nada si dejases de consumir este alimento, lo cierto es que, tomado con moderación, no tiene por qué ser malo para tu figura, o al menos no demasiado.
Los amantes del pan, sin embargo, no conciben la idea de pasar un sólo día sin este manjar en su estómago, y por ello muchos se están pasando al pan proteico, que está viviendo un auge en los últimos meses. Pero ¿realmente es mejor que el pan ‘normal’? ¿Está indicado en regímenes de pérdida de peso? Te contamos todo esto en las siguientes líneas.
¿Qué es el pan proteico?
Antes de entrar en materia, conviene detallar qué es exactamente el pan proteico. Se trata de un pan elaborado con una mezcla de harinas y semillas que permiten bajar el contenido en carbohidratos y aumentar el porcentaje de proteínas, lo que puede ser un apoyo tanto para las dietas basadas en el déficit calórico como para las bajas en hidratos de carbono.
¿Las proteínas del pan ayudan a adelgazar?
Para empezar, un mayor consumo de proteínas no está irremediablemente ligado a una pérdida de peso. De hecho, a veces ocurre lo contrario. No obstante, en los últimos tiempos, la industria de lo ‘healthy’ ha llenado el mercado de productos ‘enriquecidos con proteínas’.
Los panes proteicos que hay actualmente en el mercado tienen entre 18 y 26 gramos de proteína por cada 100 gramos de producto. Teniendo en cuenta que una rebanada son unos 30 gramos, si consumos dos al día estaremos tomando unos 8 gramos de proteínas, dependiendo de la marca, obviamente.
Ahora, ¿cuánta proteína debemos consumir al día? El mínimo recomendado de proteína es de 0,8 g/kg. Es decir, que una persona de 50 kg debería consumir 40 g de proteína al día. Si queremos adelgazar a base de hacer ejercicio deberos subir la dosis a 2,2 gramos al día por cada kilo de peso.
El problema es que muchas personas quieren perder peso y creen que aumentando su consumo de proteínas lo conseguirán, y si no hacen ejercicio esto no servirá de mucho. Por tanto, el consumo de proteínas, sin ejercicio, no te hará adelgazar.
Menos hidratos de carbono que el pan convencional pero más grasas
Además de un contenido mayor en proteínas, el pan proteico se caracteriza por tener menos hidratos de carbono que el pan convencional pero también más cantidad de grasas.
En concreto, los panes proteicos suelen tener entre unos 15 gramos de grasa por 100 gramos de producto, mientras que el pan ‘normal’ suele tener 2 gramos de grasa por 100 de producto. Es decir, el pan proteico aporta unos 14 gramos más de grasa que el convencional.
En cuanto a los hidratos de carbono, el pan proteico suele aportar 6 gramos/100 gramos frente a los 50 gramos/100 del pan convencional. Es decir, el pan proteico aporta casi 40 gramos menos de hidratos que el convencional.
En cuanto a las calorías, no hay apenas diferencia entre ambos panes.
Entonces, ¿el pan proteico es bueno para adelgazar?
Si estamos realizando una dieta baja en hidratos de carbono, sin duda este pan nos conviene, ya que aporta muchos menos que el pan convencional.
Pero si estamos llevando a cabo un régimen bajo en calorías, quizá no es tan esencial consumir este tipo de pan y sí otros del mercado, como el pan integral, el de centeno o el de avena.
Como hemos visto, casi todos los tipos de panes tienen las mismas calorías (unas 70 por porción), la diferencia es que los tres mencionados anteriormente y el pan proteico sacian más y aportan más fibra que el blanco, lo que está relacionado con una menor absorción de glucosa, es decir, que su consumo produce un menor nivel de azúcar en sangre, lo que favorece la regulación del peso al no dar bajones y subidones bruscos de energía.
Además de todo esto, no pasaría nada si dejases de consumir pan, de cualquier tipo, ya que no aporta apenas nutrientes ni vitaminas. Pero si lo quieres seguir consumiendo, mejor opta por los cuatro mencionados y evita el blanco a toda costa, pues es menos sano.