Eyaculación precoz: qué hacer como pareja y siete claves para enfrentar el problema
Para solventar este trastorno, es fundamental el apoyo y la comprensión del otro miembro de la pareja, pero éste suele estar perdido
La eyaculación precoz es más común de lo que creemos. De hecho, uno de cada tres hombres sufre o ha sufrido esto al menos una vez en su vida. Varios estudios afirman que unos 3,3 de millones de hombres en España la padecen en la actualidad y el 80% de la población española masculina la ha sufrido en algún momento de su vida o la padecerá en un futuro.
Las causas de este trastorno son variadas, pero, principalmente, son los dos: 1) la escasa educación sexual y/o 2) motivos de origen psicológico como la ansiedad, el estrés o la baja autoestima. A todo ello hay que sumarle que la propia eyaculación precoz suele ocasionar la aparición de sentimientos y pensamientos negativos que dificultan afrontar con normalidad las relaciones sexuales. Una circunstancia que puede desencadenar en problemas sentimentales y afectivos, cuando alguno de los miembros de la pareja, o los dos, no sabe cómo enfrentar la situación.
«Cuando analizamos en terapia casos de disfunciones sexuales, muchas parejas tienden a extrapolar los posibles obstáculos que surgen en la cama como reflejo de lo que pasa en la relación de pareja. Así, si las relaciones íntimas no son tan satisfactorias como se espera, pensamos inmediatamente que nuestra relación está fallando. Y es muy probable que nos sintamos heridos si en la cama no se llega a un punto de encuentro en el que ambas personas disfruten, y estas heridas se traducen en conflictos, rencores y resentimientos en la comunicación diaria y en la convivencia», asegura Anel Martínez, coach sexual y colaboradora de MYHIXEL.
¿Qué se puede hacer ante un caso de eyaculación precoz?
Ante un problema de eyaculación precoz, Andrés Suro, psicólogo especializado en Sexología, indica que el otro miembro de la pareja puede tomar un papel activo para tratar de solventar la situación o no. Todo depende de la complicidad de la pareja y el compromiso de la relación.
Según el experto, lo recomendable es que asuma un rol de apoyo, entendimiento y comprensión y, sobre todo, que brinde amor. En este sentido, la comunicación y la confianza son fundamentales para conseguirla. Algunas de las recomendaciones que señala el psicólogo son:
1) Reconocer el conflicto y hablar con la pareja
«En las relaciones sexuales de pareja es necesario cimentar una confianza sobre pilares en común como los gustos, deseos o incluso fantasías. Cuando no se tiene control sobre la eyaculación, lo más importante es hablarlo porque no hacerlo puede ocasionar tensión, malestar y malentendidos. Pero esta comunicación no debe enfrentarse de cualquier forma, se debe tratar de buscar las palabras adecuadas y el sitio idóneo, así como esforzarse en realizar una contención emocional para no desbordarse, en la medida en la que a las personas les cuesta hablar de sexo», afirma.
2) Ser sinceros
«La buena comunicación es la que se consigue al expresar la misma idea que se tiene en la cabeza y las preocupaciones que uno siente sin tratar de disfrazarlas», recomienda Suro. Es decir, hay que hacer un esfuerzo importante para transmitir lo que uno piensa, aunque cueste ponerle palabras, así evitaremos las ‘suposiciones’ y ‘adivinaciones’ que tantos conflictos provocan.
3) No relativizar los sentimientos de nuestra pareja
«Puede que la situación genere un sentimiento muy intenso de frustración a un miembro de la pareja de forma muy intensa. Aprender a respetar las vivencias de cada persona y evitar cuestionarla, disminuirá o evitará los conflictos».
4) Buscar una solución propia
Una vez que ya hayamos mantenido la conversación con la que se ha empezado a resolver el problema, se debe pensar en qué puede hacer el otro miembro de la pareja para encontrar una solución. De esta forma, «evitamos pensar qué es lo que puede hacer nuestra pareja y poner el foco en ella exclusivamente, pues no podemos controlar las acciones de los demás».
5) Acudir a un especialista
Si el problema no cesa, se debe acudir a un especialista urológico para descartar que la eyaculación precoz se deba a causas orgánicas.
6) No forzar a nadie
«Cada persona tiene el derecho de la autodeterminación. Lo importante es llevar a cabo una conversación abierta sobre el tema e intentar llegar a un acuerdo que pueda beneficiar a la pareja. Sin embargo, no se puede obligar a nadie hacer o dejar de hacer una cosa aunque esto le signifique daño directamente a la persona, por ejemplo no se pueden dar un ultimátum o no se puede exigir o presionar para que busque ayuda médica o una solución».
7) No sentir vergüenza
Aunque es un problema muy habitual, la eyaculación precoz es un tema que todavía sigue generando mucha vergüenza. De hecho, «la mayoría de los hombres cuando la sufren suelen acudir solos a la consulta».