Las tendencias en moda flamenca para las ferias del 2022
Los vestidos de gitana se actualizan continuamente y hay que conocer los colores, cortes y estampados que marcan el compás de los trajes de este año
El vestido de gitana es el traje regional de nuestro país más conocido, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Tanto es así, que la moda flamenca es una importante industria que genera grandes beneficios y que despiertan la envidia de otros sectores. Este tipo de trajes son tan importantes que cada año celebran su propia feria, SIMOF, un escaparate que en su última edición congregó a 70.000 visitantes para conocer más de 1.700 nuevos trajes de flamenca.
Esta fiebre por la moda flamenca es aún mayor este año porque, debido a la pandemia, llevamos dos años sin celebrar las famosas ferias en Andalucía. Acaba de terminar la Feria de Abril de Sevilla, pero esta es solo el primer plato del menú que aún queda por venir: Córdoba, Jerez, Málaga, Jaén, Huelva, Ronda, El Rocío… son solo algunas de las paradas donde podrán verse las nuevas propuestas de vestidos que firmas y diseñadores han preparado para este 2022.
Uno de los grandes atractivos del vestido de flamenca, y que lo diferencia de otros trajes típicos, es su gran versatilidad. Podemos ver cinco vestidos del mismo color y tejido y que sea cada uno de ellos radicalmente diferente a los otros. Es un cosmos de moda dentro del mismo universo de la moda. Cada diseñador imprime su propia visión en cada colección lo que hace que este sea el único atuendo tradicional en todo el mundo que cambia cada año con nuevas tendencias adaptándose a los nuevos tiempos y a las necesidades de la mujer.
Si este año tienes ganas de vestirte de gitana, desde THE OBJECTIVE te vamos a enseñar todo lo que necesitas para hacerlo a la última y ponerte la moda flamenca de peineta.
El origen del vestido de gitana
Antes de vestirnos con las últimas tendencias en moda flamenca, debemos de echar un vistazo al pasado para conocer un poco más sobre sus orígenes. Este tipo de indumentaria regional adopta distintos nombres, podemos llamarlos traje de flamenca, aunque popularmente es más conocido como traje de gitana. Proviene de la ropa de faena de las campesinas andaluzas que estaba formada por una bata de percal con una falda que terminaba con uno o varios volantes. En la cintura se ataban un delantal, para conservar el uniforme de trabajo, y se remataba con un mantón sobre los hombros.
Conforme fueron pasando los años, las clases más acomodadas fueron adoptando esta manera de vestir pero adornándolo con complementos de un nivel superior con el que verse más favorecida. No es hasta la Exposición Iberoamericana de 1929 celebrada en Sevilla, cuando definitivamente el traje de gitana se convierte en el vestido indispensable para acudir a la Feria.
Precisamente, este año la moda flamenca vuelve la vista atrás, casi un siglo, para volver a aquella época. «Lo hace porque necesita regresar a sus raíces para resurgir con más fuerza si cabe. Para innovar, primero hay que conocer lo ya hecho», comentan los responsables de la feria SIMOF a la agencia EFE.
Los colores tendencia del 2022
Este regreso a los orígenes no es la única tendencia que veremos este año por las ferias andaluzas. Existen otras influencias que no debes dejar escapar si necesitas actualizar tu armario flamenco con nuevos diseños para el reencuentro con estas fiestas.
Comenzamos el repaso fijándonos en los colores. En este aspecto, los tonos más llamativos son los predominantes. Entre todos ellos hay una paleta favorita que son los colores vitamina, también en tendencia más allá de la moda flamenca. Hablamos del amarillo, el naranja, el fucsia o el verde lima que invadirán como una explosión de alegría y vitalidad los vestidos de cualquier real.
Entre estos tonos ácidos el predilecto será el naranja. Sin duda, el color de la temporada. Eso sí, con permiso del inmortal rojo que es el tono clásico por antonomasia de la moda flamenca. Sin embargo, la moda nos invita a hacer combinaciones locas de color, mezclando aquellos que nos parezcan radicalmente opuestos en un juego divertido que dará lugar a estampados llenos de personalidad que dejan atrás las penurias de la pandemia.
Si necesitas consejo en esta nueva mezcla de colores, desde THE OBJECTIVE te animamos a probar parejas nuevas como el rosa y el rojo (lo del «puñetazo en el ojo» quedó en el pasado), o el rosa con el naranja. En estos casos, lo ideal es mantener el rosa como tono de fondo y que las combinaciones se hagan con los habituales lunares u otros prints como rayas o flores.
Como ya te hemos adelantado, aunque el naranja sea el color estrella de este año, no podemos dejar en el olvido al rojo. Este tono, el más flamenco de todos, se hace patente de mil maneras. Puedes defenderlo en diseños lisos, en estampados florales o de lunares, o mezclarlo junto a negro o blanco. En un regreso, y un homenaje, a los orígenes del vestido de gitana, el rojo no podía quedarse en el armario.
Firmas en las que confiar
Si ya has elegido tu color favorito, tan solo te queda comprar, o encargar, tu vestido de flamenca. Para ello, nada mejor que recurrir a los grandes profesionales del sector. Diseñadores y firmas como Carmen Latorre, Ana Morón o Leticia Lorenzo, serán unas buenas apuestas si quieres conseguir un diseño atractivo y elegante.
Para esas locas combinaciones de naranjas y rosas, u otras parejas de colores irreconciliables, podemos confiar en diseñadores como Yolanda Rivas o Pablo Lanzarote. No son los únicos, la firma ‘De Lunares y volantes’ apuesta este año por faldas en color rosa con cuerpos naranjas jugando con tejidos de gasas, mangas en flor y estampados de lunares. Estos últimos, o vestidos lisos o con colores en degradé, son también la apuesta de otras diseñadoras como Inma Benicio o las Hermanas Serrano.
Si tu elección es volver a los orígenes con el rojo, te invitamos a conocer a otros expertos en moda flamenca como Alejandro Santizo o Guillermo Peralta. Ambos son capaces de combinarlo con otros tonos clásicos, como el negro o el blanco, pero dando vida a diseños actuales cargados de pesonalidad.
Pero la moda flamenca tiene vida más allá de las ferias. Podemos recurrir a estas firmas para muchísimos actos más, como vestidos de fiesta o de ceremonia. Los lunares y los volantes son una buena fuente de inspiración que en innumerables ocasiones hemos visto en propuestas de grandes diseñadores internacionales.
Si buscas darle este toque flamenco a tu outfit, encontrarás perfectos vestidos de flores rojas en Rosa Pedroche. F de Frank, por su parte, es ideal para eventos nocturnos donde también podrías vestir las elegantes faldas de volantes de Pilar Vera o las prendas con aires del sur de los famosos Victorio & Lucchino.
Una moda digna de exposición
Unida a la moda flamenca, no podemos dejar de hablar de la bata de cola, la alta costura del vestido de gitana. Vinculada al mundo de la copla y el baile, esta prenda ha sido lucida por todo el mundo de la mano de bailaoras y folclóricas como Rocío Jurado, Lola Flores, María Rosa o Carmen Amaya.
Estos diseños tienen su origen en Andalucía, en el último tercio del siglo XIX. Es en aquella época cuando las primeras bailaoras las empezaron a usar en los cafés. Por las calles, la mujer estaba obligada a llevar la falda recogida para no mancharse. Así, «cuando llegaban a un sitio de interior, en el que el suelo permanecía limpio, se soltaban el vestido y comenzaban a bailar», cuentan los organizadores del homenaje a la bata de cola que se ha podido disfrutar recientemente en una exposición en Madrid.
Verdaderas piezas de museo, estás batas de cola reclamaban el reconocimiento que merecen con la organización de una exposición dedicada en exclusiva a ellas. «Hacer una bata de cola no es fácil, tiene que estar muy bien cortada para que los volantes se mueva», declara el costurero especialista Justo Salao. Por sus manos han pasado vestidos para estrellas como Estrella Morente, Rocío Jurado o Gracia Montes.
Además de vestidos, también se han podido recoger otros accesorios que los complementan a la perfección como abanicos, castañuelas, peinetas, flores y zapatos. Entre ellos, la joya de la corona es un mantón de manila que se fabricó en 1860.
Los vestidos de cola de la exposición han sido utilizados por cantantes como Carmen Sevilla, Isabel Pantoja, Juana Reina, Lola Flores o Marifé de Trina. En sus orígenes llegaban a pesar cerca de 25 kilos, por lo que las artistas solo los podían utilizar para vestirse, nunca para bailar. Sin embargo, con el paso de los años, los diseños han «adelgazado» hasta llegar a rondar los cinco kilos de peso.
Como colofón, durante la exposición se podía disfrutar de un taller en el que una artesana confeccionaba en directo una bata de cola. Este tipo de diseños pueden precisar de entre 35 metros a 50 metros de tela, porque hay que destacar que las colas pueden medir alrededor de 1,50 metros. «Para la historia quedan los tres metros que movía Carmen Amaya», concluye la comisaria de la muestra.
Moda flamenca del pasado para disfrutar en vitrina o del presente para lucir en las ferias del 2022 con las últimas tendencias. ¿Te animas a vestirte de gitana esta temporada?