¿La kombucha realmente es tan sana como nos quieren hacer creer? Hablan los expertos
La bebida de moda es sin duda la kombucha, un té fermentado que está arrasando en ventas en todo el mundo y que se presenta como un superalimento
Seguro que has oído hablar de la kombucha en los últimos meses. Poco a poco, esta bebida milenaria que ya tomaban los samuráis y que se consigue gracias a la fermentación natural de té verde y azúcar, ha adquirido popularidad debido a la publicidad que están haciendo algunas marcas.
Los influencers y famosos la toman y nos la presentan como una bebida sana y nutritiva, pero… ¿realmente es así? ¿Qué sabemos y qué no de la famosa kombucha? Lo vemos en las siguientes líneas.
La kombucha está de moda, pero ¿qué hay de cierto?
El negocio de la kombucha en todo el mundo es imparable. Actualmente, se cifra en unos 1.670 millones de dólares, y se estima que crezca hasta los 2.400 en el año 2027, según un análisis de mercado del Grand View Research. Y ¿a qué se debe tanto éxito? Principalmente, a la publicidad, y posteriormente a los beneficios que supuestamente obtiene el consumidor tras beberla.
La kombucha es un té fermentado, elaborado a partir de la fermentación natural de té verde y azúcar que lleva a cabo una colonia de bacterias y levaduras llamada Scoby. En el proceso de fermentación de unas dos semanas, el Scoby se come casi todo el azúcar y produce unas burbujas que convierten a la kombucha en una especie de refresco.
Aunque el Scoby, que es sólido y algo gelatinoso, se elimina de la kombucha antes de beberla o envasarla, muchas cepas de bacterias permanecen en la bebida, las cuales se cree que pueden tener una función probiótica.
Aunque el Scoby se elimina de la kombucha antes de envasarla, muchas cepas de bacterias permanecen en la bebida, las cuales se crecen que pueden tener una función probiótica.
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en las cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud de quien los consume. Pero, tal y como la propia OMS advierte, no podrán entrar en la categoría de probióticos los productos con microorganismos inactivados o con cantidades insuficientes de los mismos.
«Y tampoco podrán ser considerados como tales los microorganismos sobre los que no haya evidencia de su efecto beneficioso. […], ya que los productos probióticos deben pasar por una serie de controles para garantizar que son seguros para el consumo humano. Y para eso tiene que cumplir una serie de requisitos más que marcarán la diferencia entre un probiótico útil y otro que no valdrá para conseguir mejoras en la salud», reza al respecto la doctora Olalla Otero en su libro El revolucionario mundo de los probióticos (ed. Alienta).
Algunos beneficios de los probióticos están documentados y generalmente aceptados por los expertos, pero a día de hoy las evidencias no son firmes. Una revisión del año 2019, realizada por el European Journal of Clinical Nutrition, analizó 45 estudios y descubrió que aunque los suplementos probióticos parecen aumentar la cantidad de bacterias saludables en el intestino, no se pudo probar si esta cantidad de bacterias saludables permanecía un tiempo después.
En resumidas cuentas, se trata de un mundo complejo y del que aún faltan muchas investigaciones al respecto.
La kombucha en la salud
No existe suficiente evidencia científica acerca de los probióticos y menos aún de los supuestos beneficios probióticos de la kombucha
«Una de las razones es porque no se sabe cuántos probióticos vivos hay en una sola botella de kombucha. Una marca popular de kombucha indica en su etiqueta que «en el momento del embotellado» hay 6 mil millones de organismos probióticos de tres cepas pero (…) realmente no hay forma de saber cuántos están vivos y cuántos están muertos. Además, incluso los probióticos que están vivos en el momento del embotellado pueden estar muertos cuando bebas la kombucha. Los consumidores no saben realmente (sin hacer pruebas de laboratorio en cada bebida antes de consumirla) cuántos probióticos hay en una botella determinada», detallan los expertos de Health.
Los consumidores no pueden saber (sin hacer pruebas de laboratorio en cada bebida antes de consumirla) cuántos probióticos hay en una botella de kombucha
Asimismo, «se dice que la kombucha ayuda a prevenir y controlar afecciones de salud graves, desde problemas de la presión arterial hasta cáncer. Pero estas afirmaciones no están respaldadas científicamente. Hay evidencia limitada que sugiere que el té de kombucha podría tener beneficios similares a los de los suplementos probióticos, como propiciar un sistema inmunitario saludable y prevenir el estreñimiento. Sin embargo, actualmente, los estudios médicos válidos sobre el papel de la kombucha en la salud de los seres humanos son muy limitados, y hay riesgos a considerar (…) como malestar estomacal, infecciones y reacciones alérgicas», añade al respecto el Dr. Brent Bauer, de Mayo Clinic.
En resumen, «no hay suficiente evidencia de que la kombucha sea tan buena para la salud como algunos dicen. Mientras tanto, sí que se han informado varios casos de perjuicios. Por lo tanto, lo más prudente es evitar la kombucha hasta que se disponga de información más contundente», afirma el doctor.
Aunque Bauer puede ser un poco alarmista, lo cierto es que no se conocen los beneficios que esta bebida puede tener para los humanos.