Los cinco mejores consejos de experto para preparar el pelo de cara al verano
Los rayos solares, el cloro o la sal son algunos de los enemigos a los que tu cabello se enfrentará en las próximas semanas y es necesario que aumentes sus cuidados
Lucir un pelo sano y bonito es uno de nuestros objetivos a lo largo de todo el año. Sin embargo, cuando el verano despunta en el horizonte, esta hazaña se vuelve una verdadera obsesión porque las vacaciones son el momento del año en que nuestro cabello se enfrenta a más enemigos. Siempre tienes que tener en cuenta que la mejor solución para terminar el verano con el pelo perfecto es adelantarte a los agentes externos y prepararlo desde ahora mismo.
¿Cuáles son esos grandes enemigos estivales del cabello? En primer lugar el sol. Aunque no nos encontremos en la costa o disfrutando de días de descanso, nuestro pelo aumenta su exposición a los rayos solares que deterioran enormemente su aspecto. A ellos hay que sumarles otros factores perjudiciales propios de este tiempo como la sal del agua del mar o el cloro de las piscinas.
Ante todos estas agresiones externas, nuestro pelo, poco a poco, va perdiendo su barrera y se va deteriorando. El resultado es un aspecto mucho más seco, débil, quebradizo y apagado. En resumen, una melena con poca vida. Esta debilidad puede incluso llegar a suponer un problema ya que aumenta la posibilidad de caída.
La parte positiva es que podemos evitar todas estas consecuencias y disfrutar del verano, la playa y la piscina sin preocuparnos de nuestro pelo. Para conseguirlo, desde THE OBJECTIVE hemos consultado con expertos profesionales para que nos den los consejos de cómo debemos de cuidar el cabello estos días para que llegue al verano con la máxima fortaleza.
Los cinco mejores consejos de experto
El doctor Carlos Portinha, coordinador médico clínico del Grupo Insparya, nos hace una serie de recomendaciones que nos permitirá rebajar los daños y los efectos negativos del verano. Estos no solo afectan al cabello, sino que también influyen en el cuero cabelludo, por lo que es muy importante cuidar ambos aspectos.
1) Usa productos de hidratación
Las largas exposiciones al sol, al cloro de las piscinas o a la sal del mar, hacen que nuestro pelo se vea más seco y sin vitalidad. Para reducir al máximo estos efectos el Dr. Portinha afirma que hidratar el cabello durante el verano es un aspecto fundamental, «y es necesario utilizar productos que mejoren la estructura del cabello y que ayuden a devolver el brillo habitual de nuestro pelo».
Además, también se hace necesario el uso de protectores solares especializados para el cabello. De esta manera, conseguiremos tener protegido el cuero cabelludo a la exposición solar, ayudando a hidratarlo y reparando las fibras del cabello.
2) Atención al lavado y secado
Otro de los aspectos clave para proteger el cabello durante el verano es realizar un lavado perfecto, tanto antes como después de exponerlo al sol, al cloro o a la sal, además de secarlo de la manera correcta. Según el Dr. Portinha, es necesario mojar el pelo antes de entrar en la piscina para que el cabello absorba menos agua de la misma y, por tanto, quede menos expuesto a sustancias, como el cloro o los agentes antialgas.
Además, una vez hayamos disfrutado del baño, se recomienda lavar el pelo con agua tibia o fresca, «ya que al utilizar agua caliente el cabello tiende a deshidratarse y puede llegar a ser perjudicial», asegura el experto.
El agua del mar puede ser beneficiosa para el pelo y el cuero cabelludo porque posee muchas sales minerales y proteínas. Sin embargo, la sal también puede dañar el cabello. La solución está en lavarse bien el pelo con agua dulce después de haberse bañado en el mar para así eliminar todo el exceso de sal que se haya podido acumular en la cabeza. A la hora de lavarlo, es importante utilizar un buen champú o mascarillas hidratantes que aporten hidratación a la fibra del cabello.
La forma en la que secamos el cuero cabelludo también es fundamental. Aunque el calor nos invite a dejarlo secar al aire, nuestra recomendación es usar un secador con aire frío o poco caliente y a una distancia de un palmo de nuestra cabeza. Es la mejor alternativa de secado que nuestro pelo agradecerá.
3) La alimentación ideal
Cuidarnos desde dentro también hará que se note desde fuera y, en ello, la alimentación juega un papel vital. Saber elegir los alimentos de nuestra dieta es otra forma de darle al cabello un tratamiento excelente. Durante el verano, debemos de tomar productos ricos en ácidos grasos omega 3 y omega 6. Los podremos encontrar en las sardinas, la caballa o las nueces, por ejemplo.
Tampoco nos deberíamos de olvidar de otros alimentos como la zanahoria, la calabaza o frutas como el melocotón o el albaricoque. Contienen nutritivos carotenos que previenen la caída del cabello y la aparición de la caspa. Y, por supuesto, «beber mucha agua resultará imprescindible para hidratar la estructura interna del cabello», asegura el doctor.
4) Los accesorios como aliados
La moda y las tendencias también nos pueden echar una mano a la hora de proteger nuestro cabello de los agentes externo. Usar sombreros y gorras en verano es algo muy beneficioso porque nos protege de las consecuencias negativas de los rayos solares.
Sin embargo, tampoco debemos de hacer un uso excesivo de este tipo de complementos. Tenemos que tener en cuenta que el cuero cabello necesita una correcta ventilación y, si continuamente tenemos la cabeza cubierta, no le estaremos dejando respirar. Puedes alternar el uso de gorras, sombreros y pamelas con otros productos más livianos como los pañuelos.
5) Vacaciones a los tintes
Los tintes suelen ser dañinos para el cabello así que recurrir a ellos en verano no es una decisión acertada. «Después de utilizar un tinte, el cabello está en su punto más vulnerable», nos informa el doctor. Por eso es recomendable evitar la piscina durante al menos una semana después de haber sometido nuestra melena al tinte para que los compuestos químicos se asienten y así prevenir consecuencias negativas.
Los tintes pueden ser muy sensibles a elementos tan veraniegos como el cloro de las piscinas y otros compuestos. Al entrar en contacto con ellos, se produce una reacción química que hace que el pelo adquiera un tono verdoso, se produzca una decoloración prematura y notemos el cabello más deshidratado y propenso a romperse.
Los expertos de la firma Llongueras nos aseguran que no nos tenemos que ver obligados a decirle adiós al tinte durante los meses del verano. La solución es recurrir a salones profesionales donde los estilistas aconsejarán tratamientos para que el tono sea más duradero. Junto con el uso de productos especializados en el mantenimiento del color, como mascarillas o champús, facilitará la tarea de poder espaciar nuestra visita a la peluquería para un nuevo tinte.
Tratamientos especiales
A pesar de seguir todas las recomendaciones para reducir al máximo los daños capilares en nuestro pelo durante el verano, existen tratamientos capilares que nos aportarán una ayuda extra para proteger nuestro cabello. Desde las clínicas Insparya nos recomiendan realizar una terapia combinada de diez sesiones de Mesohair y PRP (Plasma Rico en Plaquetas). Con el primer tratamiento, estaremos combatiendo la caída del cabello a corto plazo porque nutre en profundidad el cabello. Por su parte, el PRP regenera y evita el envejecimiento del pelo. Esta combinación es un acierto seguro y efectivo porque consiguen complementar y potenciar el resultado de ambas terapias.
Fran Galán, colorista y estilista de The Beauty Concept Hair, recomienda para iluminar y potenciar el brillo del pelo una terapia de colágeno que aporta hidratación y nutrición actuando donde realmente es necesario «gracias a una tecnología de activos bifuncionales inteligentes que aporta elasticidad, brillo y relleno al cabello».
Por último, y para los casos más extremos, Galán apuesta por cortar por lo sano y sanear el cabello con un buen corte. Aunque sea una de las medidas más impopulares, es una de las más efectivas y resulta necesaria. Cortando las puntas antes de que lleguen las altas temperaturas veraniegas, lograremos que el pelo tenga un aspecto más saludable y con mayor densidad.
Así debes de lavarlo
Lavar el cabello es la base del cuidado capilar que debemos de seguir. Por eso, resulta primordial saber elegir el champú adecuado para mantener el pelo limpio por más tiempo. Algo que parece tan sencillo como la compra de un champú, no siempre lo hacemos de la manera correcta. Hay que saber seleccionar aquel que mejor encaje con las características y necesidades de nuestro cabello.
Lo ideal es lavarlo dos veces a la semana
En cuanto a la frecuencia de lavado, para Yolanda Izquierdo, experta de la firma Montibello, lo ideal es lavarlo dos veces a la semana. «Debemos tener en cuenta que hacerlo muy frecuentemente debilita el cabello y, sobre todo, el cuero cabelludo. Además, lo desestabiliza, lo que puede provocar picores, irritación, descamación y exceso de grasa o sequedad», asegura la experta.
Cuando estemos lavando el pelo debemos de masajear suavemente y no frotarlo con demasiada energía porque la fricción del cabello no hace que quede más limpio y sí que va a complicar el desenredado posterior.
La piel del cuero cabelludo es la gran olvidada. Yolanda Izquierdo recomienda realizar una exfoliación capilar una a dos veces al mes, con un peeling suave. Con este proceso conseguiremos oxigenar, eliminar residuos y células muertas e, incluso, mejorar el exceso de grasa.
Protégelo del calor
Son varios los motivos por los que recurrimos al uso de fuentes de calor como los secadores, los rizadores o las planchas. La falta de volumen, el encrespamiento o conseguir un peinado fabuloso, son solo algunos de ellos pero, si no los usamos de la manera correcta, el pelo puede volverse más seco y quebradizo perdiendo su brillo y vitalidad.
Con planchas o rizadores, debemos de controlar el tiempo que dejamos el cabello expuesto y utilizar un protector térmico del calor. Rubén Torres, director de ÌO Salón, recomienda utilizar sprays antifrizz enriquecidos con ácido hialurónico para redefinir e hidratar la melena.
Pon al día tu pelo para que llegue en las mejores condiciones al verano.