La postura sexual de la victoria, la ideal si quieres ser el campeón en la cama
La postura sexual que te traemos hoy es de lo más placentera, divertida y fácil de hacer, tanto para ellos como para ellas
La postura sexual que te traemos hoy es de lo más placentera, divertida y fácil de hacer, tanto para ellos como para ellas. Y antes de herir alguna sensibilidad, aclaramos que se trata de una posición dirigida al sexo heterosexual y que el titular está en masculino porque es el genérico, pero que ellas también pueden ser las campeonas en la cama si la llevan a cabo.
Una vez hechas estas apreciaciones —no imprescindibles pero quizá sí necesarias en estos tiempos—, pasemos al tema que nos ocupa. Y deberías prestar especial atención si, sobre todo, crees que estás cansado de hacer siempre lo mismo en la cama o si intuyes que tu pareja quiere salir un poco de la rutina. O quizá simplemente quieras sorprender a tu próxima cita Tinder con la postura sexual de la victoria para que quede anonadado.
Sea como fuere, muy atento.
La postura sexual de la victoria, con la que siempre ser el campeón
Esta postura sexual es perfecta para la estimulación del punto G y para una penetración profunda. A continuación, todos los detalles:
- Nivel de dificultad: intermedio. Es una postura sexual para personas que quieren probar algo nuevo pero tampoco requiere grandes dosis de esfuerzo ni elasticidad.
- Pros: excelente para llegar a lo más fondo.
- Contras: no recomendado para mujeres que tengan problemas de cadera.
- Cómo llevarla a cabo: ella debe acostarse boca arriba con las piernas levantadas. El hombre se pone de rodillas frente a ella, que está ya con las piernas abiertas y él le agarra sus tobillos. Como vemos en la imagen de abajo, es ideal para llegar hasta el fondo y estimular el punto G, además de para estimular otras zonas de la mujer, como los pezones o el clítoris, que puede hacer ella misma o ayudada por el varón. Una postura sexual, sin duda, victoriosa.
Otras posturas sexuales que debes hacer más
Además de la postura sexual de la victoria, te traemos otras que son igual o más satisfactorias, y que, aunque seguro que las haces o las has hecho, deberías llevarlas a cabo más a menudo:
- El perrito intenso. No es otra que la del perrito, pero más intensa. La mujer se pone a cuatro patas y el hombre la agarra de las caderas para conseguir así una penetración mucho más profunda. Además, puedes mejorar esta postura sexual con cachetes o agarrando el pelo, el cuello o los pechos. Éxito asegurado.
- Misionero: el clásico entre los clásicos, pero nunca falla, pues permite un buen acoplamiento entre hombre y mujer, mantener una buena velocidad media y sobre todo facilita una cierta interlocución. Además, es especialmente recomendable para conservar erecciones durante más tiempo, por lo que es una postura que le puede venir bien a hombres que tengan disfunción eréctil.
- La amazona: ella se coloca a horcajadas sobre él mientras el pene erecto se mantiene dentro. Es ideal para las mujeres, ya que pueden controlar el ritmo de la penetración, además de la intensidad, y les permite acariciarse el clítoris, por lo que facilita la llegada del orgasmo. En cuanto a ellos, también es muy placentera, sobre todo por las maravillosas vistas que ofrece.
Por qué deberías innovar más en la cama
Aunque te dé pereza probar alguna postura sexual nueva o no le veas la gracia, hemos de decirte que estás equivocado, ya que, aunque el sexo no lo es todo en una relación, sí que juega un papel esencial. De hecho, según una encuesta de We-Vibe, realizada a 22.315 hombres y mujeres de 15 países, el 41,4% de las mujeres y el 40,9% de los hombres ha terminado y/o pensaría terminar una relación si esta no es sexualmente satisfactoria.
Así, el sexo, como sabemos, no siempre es necesario, pero puede ser una parte importante de una relación sana y satisfactoria. Su importancia puede variar de un individuo a otro. Algunas personas pueden sentir que tener una conexión sexual con su pareja es absolutamente vital mientras que otros pueden sentir que otros tipos de intimidad y conexión son más importantes.
Pero, sea como fuere, el sexo, por sí solo, conlleva numerosos beneficios, como:
- Más autoestima: el sexo puede aumentar la autoestima y reducir los sentimientos de inseguridad, lo que lleva a percepciones más positivas de nosotros mismos.
- Tasas más altas de felicidad: según un estudio de 2015 realizado en China, tener más sexo y de mejor calidad aumenta la felicidad.
- Más vínculos: durante las relaciones sexuales se liberan sustancias químicas del cerebro, incluidas las endorfinas, que disminuyen la irritabilidad y los sentimientos de depresión. También aumenta la oxitocina, que ayuda a fomentar una sensación de calma y satisfacción.
- Alivio del estrés: el estrés crónico puede contribuir a una menor frecuencia sexual. Sin embargo, intimar puede ser una técnica efectiva de manejo del estrés, ya que reduce hormonas como el cortisol y la adrenalina (epinefrina), con efectos que duran hasta bien entrado el día siguiente.
- Mejora de la calidad del sueño: los orgasmos desencadenan la liberación de la hormona prolactina, que ayuda a conciliar el sueño.
- Mejor condición física. Según la American Heart Association, la actividad sexual es equivalente a realizar actividades físicas moderadas, como caminar a paso ligero o subir dos tramos de escaleras. Asimismo, intimar suele tensar y tonificar los músculos abdominales y pélvicos.
- Pérdida de peso: relacionado con lo anterior, tener relaciones sexuales durante 30 minutos quema un promedio de 200 calorías, y las sustancias químicas cerebrales que se liberan pueden calmar los antojos de alimentos y calóricos.
- Mejor sistema inmunológico: el sexo regular puede incluso reducir la probabilidad de contraer un resfriado o gripe.
- Una mejor función cerebral: los estudios preliminares en ratas hallaron que mantener relaciones sexuales frecuentes se asocian con una mejor función cognitiva y con el crecimiento de nuevas células cerebrales. Desde entonces, se han observado beneficios similares en estudios con humanos. De hecho, un estudio de 2018 vinculó el sexo frecuente con un mejor rendimiento de la memoria en adultos mayores de 50 años.
Entre muchos otros…
Así que ya sabes, nada de pereza y a probar suerte con la victoria.