Sexo en el embarazo: por qué muchas mujeres tienen la libido disparada
Hay un momento del embarazo en el que ellas suelen tener la libido disparada, y es muy normal, tal y como aseguran los expertos
El sexo en el embarazo es uno de los tabúes nacionales que hay que derribar. La mayoría de las personas no hablan de ello, y por eso buscan en internet consejos sobre el asunto. Tal es la desinformación que hay quienes creen, incluso, que las relaciones sexuales pueden dañar al feto, pero nada más lejos de la realidad.
«Esta afirmación es uno de los mitos más frecuentes sobre el sexo durante el embarazo. Sin riesgo o complicación alguna por el que se desaconseje su práctica, la mujer embarazada puede practicar y disfrutar del sexo con normalidad hasta el final del embarazo. Si tu médico obstetra te las desaconseja hazle caso y no las mantengas», asegura a THE OBJECTIVE Arantxa Saldise, especialista en salud y en cuidados para la mujer.
Mitos más frecuentes sobre el sexo durante el embarazo
Saldise enumera los mitos más frecuentes sobre el sexo durante el embarazo:
- El orgasmo puede provocar el parto. «Aunque durante el orgasmo se genera oxitocina, que es la hormona del amor y la que dirige el parto, no puede desencadenarlo sin que el cuello del útero esté preparado para ello y que el parto sea inminente. Además, las contracciones del orgasmo son muy diferentes a las que se tienen durante el parto».
- La penetración puede provocar un aborto. Esto no es posible porque el bebé, durante el embarazo, se encuentra totalmente protegido por el útero y el tapón mucoso.
- Miedo a dañar al bebé durante la penetración. Como la anterior, «esta creencia es falsa ya que el bebé está protegido por el líquido amniótico y el cuello del útero cerrado. El pene nunca entrará en contacto con el bebé durante las relaciones».
- El cuerpo de las embarazadas no es atractivo. «Esto depende de cada persona y de sus preferencias personales, pudiendo sentir mayor o menor deseo por el cuerpo de una mujer embarazada. Incluso puede formar parte de sus fantasías sexuales. Durante el embarazo la mujer suele sufrir cambios como el aumento de sus pechos y mayor redondez de su cuerpo. Ellas mismas pueden sentirse o mostrarse más sensuales de manera que sus parejas las encuentren mucho más atractivas».
- No se pueden practicar ciertas posturas sexuales. «No existen posturas prohibidas, aunque según la embarazada y el tamaño de su vientre estará más o menos cómoda o le serán más o menos difíciles. Ni existen posturas peligrosas para el bebé. La clave es que ambos estén cómodos y las relaciones sean placenteras y gratificantes».
- El bebé será consciente. El bebé sentirá un balanceo por los movimientos, ajeno a cualquier cosa que suceda en el exterior.
- El deseo sexual disminuye durante el embarazo. Se trata de algo «muy subjetivo», ya que el deseo sexual de cada mujer es diferente y puede verse afectado por distintos motivos.
¿Por qué hay muchas mujeres que ven su libido disparada en el 2º trimestre de embarazo?
Como veíamos en el punto 7 anterior, muchas mujeres tiene la libido disparada durante el embarazo, y es tan normal como tenerla más baja de lo normal.
De hecho, la cosa suele ir por trimestres de embarazo. «En el primero, la falta de líbido suele deberse a la «tormenta hormonal» que sufre la embarazada en su organismo. Su cuerpo se está preparando a marchas forzadas para desarrollar el embrión y el feto, así como crear la placenta, lo que requiere grandes cambios hormonales. Por estos cambios es frecuente que la futura mamá tenga náuseas y/o se sienta más cansada o fatiga las primeras semanas. Suele ser algo pasajero que mejora en el segundo trimestre, aunque no siempre ocurre», apunta Saldise.
En el segundo trimestre la libido suele aumentar, ya que «la embarazada suele encontrarse mejor, se siente pletórica, sus curvas y el aumento del pecho, así como la mayor irrigación y vascularización de su vulva y vagina favorecen el aumento de deseo y la búsqueda de placer». Incluso es muy posible que los orgasmos mejoren en esta etapa.
En el tercer trimestre de embarazo, «es posible que el deseo de mantener relaciones sexuales sea menor debido a la incomodidad, el volumen del abdomen y el tamaño del bebé además de que algunas posturas sexuales se hacen más difíciles de practicar o sean incómodas. Es frecuente que la libido vuelva a descender».
¿Qué sucede con la libido justo después del parto?
Como es evidente, es ella la que sufre las consecuencias físicas y psicológicas del parto, así que es ella la que tarda más en volver a darle a su cuerpo otra utilidad que no sea gestar, parir y alimentar a un bebé que acaba de nacer. A todo esto se suma que muchas sienten un fuerte dolor en los pezones y, como hemos dicho anteriormente, en la vagina.
Además, varias investigaciones han determinado que las mujeres tienen alteraciones en el cerebro durante el embarazo. En concreto, se observa una reducción de áreas relacionadas con el placer y la motivación y aumento de otras relacionadas con el cuidado del bebé.
Este comportamiento guardaría relación con un mecanismo de supervivencia y de preservación de la especie, por lo que tendría una finalidad adaptiva. E implica que la mujer, en resumidas cuentas, no está para pasarlo bien, sino para cuidar y mantener con vida al ser que ha parido.
Asimismo, se observa en ellas un descenso marcado de la libido provocado por la lactancia debido a la prolactina, la hormona que ellas segreguen leche, que baja los niveles de hormonas sexuales que aumentan la libido (estrógenos y testosterona). En los tres primeros meses de lactancia los niveles de prolactina son más elevados.
Y ¿cuánto dura este periodo? Normalmente, unos tres meses después del parto, ya que los niveles hormonales ya empiezan a normalizarse y el deseo debería estar presente en la mujer.
Y si las ganas no disminuyen, ¿cuándo se puede empezar a disfrutar del sexo?
Se suele «aconsejar esperar la cuarentena o 40 días después del parto para reanudar las relaciones sexuales con penetración, aunque muy posiblemente no sea lo que la mujer desee en ese momento y comiencen de forma más sutil o más tarde», detalla Saldise.
«La cuarentena es el tiempo estimado para la recuperación del útero pero el momento de retomar las relaciones es distinto en cada mujer. Si todo va bien y apetece a partir de esos 40 días puede haber penetración», añade, y diferencia tres tipos de situaciones:
- Si el parto es vaginal sin puntos ni complicaciones y apetece tener penetración antes de estas seis semanas, mejor usar preservativo para evitar infecciones uterinas.
- En caso de parto vaginal con episiotomía o desgarro en el que ha habido puntos, se debe esperar a que los puntos cicatricen y tengamos el visto bueno del obstetra o matrona. «Que tengamos el visto bueno médico no significa que no suframos molestias, dolores o no sintamos placer como antes».
- En el caso de cesárea, se recomienda esperar unas seis semanas y el visto bueno del ginecólogo en la revisión postparto. «Muchas mujeres sienten hormigueo y entumecimiento en la zona de la cicatriz durante meses o años después del parto».
Consejos para volver a retomar las relaciones sexuales
Ahora que ya sabemos el cómo, cuándo y por qué, vayamos a ver qué sucede cuando todo está curado y el cuerpo pide seguir procreando (o solo disfrutando del proceso). A continuación, las principales claves:
- Una de las cosas que se tiene que incorporar en la rutina sexual es el lubricante, ya que los cambios hormonales resecan y sensibilizan la vagina.
- Empezar con masturbación manual: meterse un pene de golpe no parece buena idea. Lo mejor es comenzar con la masturbación con los dedos y si vemos que no hay problema ni dolor, se puede seguir con otras cosas más gruesas.
- Tener hielo y analgésicos a mano: es normal que a ellas les duela la vagina tras el sexo después de dar a luz, por eso es bueno aplicarse frío después de la relación o tomar un medicamento de venta libre para suavizar el dolor.
- Paciencia y comprensión: cada mujer es diferente y cada bebé también lo es, por eso es importante que la pareja hable del tema si las cosas no avanzan tan rápido como les gustaría.
Ante cualquier duda, consulta a tu médico. Y si pasados los tres meses no regresan las ganas, también.