'Cuckolding', la fantasía sexual que puede salvar tu relación de pareja (aunque tiene riesgos)
Si crees que tu pareja necesita un empuje sexual y estás abierto a divertirte, quizá sea hora de llevar a la realidad esta fantasía sexual
Si has comenzado el año con ganas de probar algo nuevo, quizá sea hora de llevar a cabo esa fantasía sexual que lleva tiempo rondándote la cabeza. Especialmente si tienes pareja y la cosa no anda muy fina… ni caliente. Te hablamos del cuckolding, que no es otra cosa que una infidelidad consentida. No es una relación abierta ni poliamor ni nada de eso, es algo puntual y que se cuenta a la pareja con el fin de excitarla. Esta, incluso, puede estar presente cuando su amor se divierte con otro humano.
Aunque a muchas personas les choque en un principio (normal), a los que llevan muchos años con su pareja no tanto. Ojo, no decimos que la durabilidad de la relación sea igual al descenso de la pasión, pero es innegable que el amor va pasando por fases, y que llega un momento en el que valoras más que tu amor esté en casa cuando llegues y cenar con él a pasar una noche fogosa bajo las sábanas. Es así.
Pero si el deseo sexual sigue estando ahí, y ambos estáis en el mismo punto, quizá sería buena idea que tuvierais una conversación al respecto. Al final, el sexo no tiene por qué implicar nada más que diversión, goce y diversión.
El ‘cuckolding’, la fantasía sexual que puede salvar tu relación
A pesar de que en principio el cuckolding te parezca algo descabellado o quizá demasiado moderno, una reciente encuesta elaborada por Gleeden, entre más de 9.300 personas, reveló que el 45% de los encuestados afirma que no tendría problemas en practicar sexo con otras personas mientras su pareja mira, pero un 52% no aceptaría ver a su pareja con otra persona, mientras que el 31% sí, y un 16% solo daría su ok si su pareja se lo pidiese.
Sea como fuere, es un porcentaje considerable. Y llevar a cabo esta fantasía sexual puede venir bien a la pareja, pues «muchas parejas utilizan fetiches para salir de la rutina y experimentar cosas nuevas. Siempre y cuando sean consensuados entre la pareja y no sean extremos, los fetiches funcionan y son habituales, como un estímulo más que ayuda en la conducta sexual», afirma la psicóloga clínica experta en sexología Laia Cadens.
Fantasear con otras personas (y querer sexo con ellas) es absolutamente normal
Según un estudio reciente de David Ley, Justin Lehmiller y el escritor Dan Savage, la fantasía sexual del cuckolding puede ser una experiencia muy positiva para muchas parejas.
«Esta fantasía sexual ha existido desde que existe el matrimonio y la sexualidad», asegura Ley. Lehmiller, por su parte, encuestó a miles de estadounidenses y descubrió que el 58% de los hombres y aproximadamente un tercio de las mujeres había fantaseado con poner los cuernos.
«Los hombres son más propensos a fantasear con el cuckolding y lo hacen con más frecuencia, pero muchas mujeres también tienen estas fantasías, lo que apunta a la necesidad de más investigación centrada en los deseos de las mujeres de tener sexo fuera de la pareja», añade Lehmiller, recoge CNN.
A pesar de que esta fantasía sexual conlleva riesgos y no es para todo el mundo, los expertos afirman que puede ser muy bueno. para uno mismo y para la pareja, y que llevarlo a cabo no «parece estar relacionado con la perturbación, tener una relación enfermiza o sentir desprecio por la pareja».
Riesgos de esta fantasía sexual
Dan Savage es claro, y asegura que el cuckolding no es para todo el mundo, y que «la fantasía es muy diferente a la realidad. La realidad de ver a tu pareja teniendo sexo con otra persona, o saber que lo está haciendo, puede sacar a la luz emociones fuertes, así que es mejor comenzar con pequeños pasos e ir hablándolo».
Una afirmación que comparte la experta en relaciones Tracey Cox: «La fantasía sexual de ver a tu pareja teniendo sexo con otra persona es impactante: incluso si lo disfrutas, al principio es muy extraño. Los hombres, a menudo, se sienten presionados para actuar, por lo que ni siquiera pueden tener una erección, o se molestan si su novia lo disfruta demasiado», asegura Cox, quien añade que «las consecuencias pueden ser fatales si se trata de una pareja de enamorados, especialmente si alguno de los dos es posesivo o celoso».