Así son las mujeres españolas que más se masturban

La mayoría de nosotros hemos recurrido alguna vez a la masturbación o forma parte de nuestro día a día. Hasta hace no mucho, las mujeres no hablaban entre ellas, ni con otras personas, de cuánto, cómo o con qué se tocaban, pero desde hace unos años la historia es otra.

Así, la conversación en torno a la sexualidad femenina ha aumentado, dejando de lado algunos prejuicios y rompiendo muchos tabúes que nos permiten conocer más sobre las prácticas sexuales solitarias de las españolas, gracias al boca a boca y a encuestas, como la recientemente realizada por Amantis.

Así son las mujeres españolas que más se masturban: jóvenes de entre 30 y 35 años

Por norma general, las mujeres se masturban con su mano y/o con un juguete sexual. La citada encuesta se ha centrado en las que combinan ambas técnicas. Y así hemos podido descubrir cómo son las españolas que más se tocan.

Como podemos ver, el mapa de edades en España es bastante diverso. Por edades, la franja en la que más mujeres reconocen tener al menos un juguete sexual en su poder es de 30 a 35 años, casi 9 de cada 10.

Le siguen las mujeres de entre 40 y 50 años, con un 77%. El siguiente grupo de edad es entre 25 y 30 años, con un 69%, y las más jóvenes, de 18 a 25 años, solo admite tener juguetes en un 52% de los casos. Aquellas con más de 50 años son las que menos dicen usarlos, ya que solo un 30% tiene alguno de estos productos en su mesilla de noche.

Por su parte, el 51% de las encuestadas suele utilizar los juguetes en solitario, un 30% recurre a ellos por igual tanto en solitario como en pareja y un 19% los usa casi siempre en pareja. Asimismo, más de un 10% reconoce que si no usa los juguetes en pareja es porque le da vergüenza a planteárselo a la otra persona, mientras que el 7% no lo hace por rechazo expreso de la pareja.

Muchos hombres no quieren saber nada de juguetes sexuales

Si nunca has usado un juguete sexual con una mujer en la cama, deberías hacerlo ya, pues es muy placentero para ambos. Al respecto, un 58% de los hombres españoles asegura que utiliza juguetes eróticos en sus relaciones sexuales con mujeres y un 29% dice que se animaría a usarlos, pero se sentiría raro.

Sin embargo, un 13% se negaría en rotundo a utilizar juguetes con sus parejas sexuales. Las principales razones son:

• que les da vergüenza,
• que se sentirían desplazados,
• que les da miedo que el juguete dé más placer que ellos o
• que, simplemente, no les apetece experimentar.

Cuidado con volverse adictas

Los hombres que rehusan probar juguetes con mujeres no están tan desencaminados, pues hay muchas féminas que se vuelven adictas a la sensación de masturbarse solas y luego el pene les sabe a poco.

Ruth Westheimer, una de las terapeutas sexuales más reconocidas en todo el mundo, así lo asegura en su libro Sexo para dummies: «Estoy a favor del uso de vibradores en los casos en que la mujer necesita experimentar sensaciones añadidas en el clítoris para llegar al orgasmo. De hecho, los recomiendo. El problema radica en que las sensaciones que crean los vibradores pueden crear adicción. Ningún hombre puede ofrecer los mismos efectos que un vibrador. Si la mujer se acostumbra a alcanzar el orgasmo con un dispositivo de este tipo, quizá se sienta decepcionada cuando tenga relaciones sexuales con un hombre».

Sí a la masturbación (sin pasarse)

Si lo controlamos, la masturbación puede y es muy beneficiosa, tanto para la salud mental como para la física, y tanto para ellos como para ellas.

Entre los beneficios, se incluye el aumento de la circulación de la sangre y la tonificación de los músculos del suelo pélvico. Esto puede contribuir a mejorar la incontinencia urinaria e, incluso, la autoestima, detallan desde Satisfyer.

Asimismo, los hombres que eyaculan 21 o más veces al mes a lo largo de su vida, comparado con los que lo hacen entre 4 y 7 veces, tienen un 31% menos de riesgo de padecer cáncer de próstata. Puede, también, ayudar a reforzar el sistema inmunitario, ya que las personas que llegan al orgasmo tienen mayores niveles de leucocitos, los glóbulos blancos que ayudan a proteger el cuerpo de las enfermedades.

Se ha demostrado que experimentar orgasmos contribuye a vivir más tiempo, con una reducción del 50% de la mortalidad general

Por último, y no por ello menos importante, los orgasmos se asocian a la longevidad. Cuando se alcanza un orgasmo también se libera DHEA, una hormona natural antienvejecimiento que no sólo ayuda con la apariencia de la piel y su rejuvenecimiento, sino que también aporta beneficios a la salud cerebral y al sistema inmune. Se ha demostrado que experimentar orgasmos contribuye a vivir más tiempo, con una reducción del 50% de la mortalidad general, según los estudios.

Por todas estas razones, la masturbación es, literalmente, uno de los mejores recursos para aprovechar el potencial terapéutico natural del cuerpo, incluso cuando se tiene pareja, ya que normalmente el mayor autoconocimiento del propio placer sexual refuerza y magnifica el experimentado con los demás.