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Sí a la masturbación, pero sin pasarse: cómo descubrir si lo hacemos demasiado

El onanismo forma parte de nuestra sexualidad, pero a veces se convierte en un problema que puede generar mucha frustración

Sí a la masturbación, pero sin pasarse: cómo descubrir si lo hacemos demasiado

Gtres

Quien más quien menos sabe lo que es la masturbación y la ha experimentado en sus propias carnes. Unos más, otros menos. Unos lo hicieron mucho en su etapa adolescente y otros no han parado de sacarle brillo a sus genitales desde entonces. Sea como fuere, tocarse está bien, es sano, es divertido, es una forma de autoconocerse y además tiene muchos beneficios para la salud.

El problema llega cuando no podemos controlarlo, cuando tenemos que masturbarnos demasiado, cuando las relaciones sexuales con otro ser humano no nos satisfacen tanto como las que disfrutamos con nosotros mismos. Un problema que es más común de lo que pudiera parecer, al igual que la adicción al sexo. Este problema se conoce como hipersexualidad y afecta entre a un 6 y un 8% de la población española. La adicción al sexo está catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un problema de salud mental.

Cuando la masturbación se convierte en un problema para los hombres…

La adicción a la masturbación y la adicción al sexo están estrechamente relacionadas. Y podemos deducir cuándo existe un problema preguntándonos si «los pensamientos o comportamientos sexuales de una persona obstaculizan regularmente su vida social, laboral o su bienestar general; por ejemplo, alguien puede acosar regularmente a sus compañeros de trabajo, masturbarse durante horas durante la noche o en el fin de semana, cancelar citas sociales para tener sexo, gastar mucho dinero en clubes de alterne, etc.», señala la terapeuta sexual Sarah Berry en NetDoctor.

La masturbación, asimismo, está relacionada con el porno, sobre todo en el caso de los hombres. Y esto, en exceso, puede ser perjudicial. «La masturbación, como cualquier otra fuente de relajación y placer, puede ser adictiva. Sin embargo, este comportamiento ocurre solo en hombres que experimentan períodos de infelicidad o ansiedad intensa e internalizan este acto como una forma de calmarse. La masturbación en tales casos no es la causa directa de la adicción sino más bien resultado de la infelicidad», asegura el sexólogo Gilbert Bou Jaoudé.

En cuanto a la frecuencia de las masturbaciones, un estudio realizado por Arcwave con la agencia Appinio Market Research y Behavioral Science Lab, entre 500 hombres de todo el mundo, detalló que los varones –sanos– se tocan 156 veces al año, lo que se traduce en tres veces por semana. Y los que tenían pareja, una vez a la semana, de media. Así pues, si entras en esta media y no te sientes identificado con lo anterior, no tienes de qué preocuparte.

… y para las mujeres

Los hombres no son los únicos que pueden volverse adictos al onanismo. Ruth Westheimer, una de las terapeutas sexuales más reconocidas en todo el mundo, asegura que en las mujeres puede darse también, en concreto una dependencia a los juguetes sexuales.

«Estoy a favor del uso de vibradores en los casos en que la mujer necesita experimentar sensaciones añadidas en el clítoris para llegar al orgasmo. De hecho, los recomiendo. El problema radica en que las sensaciones que crean los vibradores pueden crear adicción. Ningún hombre puede ofrecer los mismos efectos que un vibrador. Si la mujer se acostumbra a alcanzar el orgasmo con un dispositivo de este tipo, quizá se sienta decepcionada cuando tenga relaciones sexuales con un hombre», apunta en Sexo para dummies.

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La masturbación como analgésico

Al margen de todo ello, la masturbación es un sí rotundo, si se practica con conciencia, pues «alivia el estrés, te ayuda a dormir mejor, mejora tu estado de ánimo y te da una sensación de placer», afirma el doctor Christopher Ryan Jones.

Además, en las mujeres, el onanismo puede tener propiedades analgésicas. Al respecto, un estudio clínico de 2021, realizado por Womanizer y llamado Menstrubation, comprobó que la masturbación podía ayudar a reducir y controlar el dolor de la regla.

Los resultados revelaron que el 90% de las participantes en el estudio recomendarían el onanismo para combatir el dolor de la menstruación. Y cuando se les preguntó si la masturbación o la medicación funcionaban mejor para el dolor menstrual, el 43% eligió la medicación y el 42% la masturbación. Muy igualados. Asimismo, el 70% respondió que la masturbación regular influía y reducía la intensidad de los dolores menstruales. De este porcentaje, aproximadamente un tercio (31%) confirmó que la masturbación redujo mucho la intensidad.

Como con todo en la vida, en la mesura encontramos el punto justo.

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