El sexo a los 40 años se resiente (pero hay excelentes noticias en el horizonte)
Un nuevo estudio revela que el sexo, a partir de los 41 años, disminuye, pero otro informe detalla que lo mejor está por llegar. Te lo contamos
El sexo es bueno a cualquier edad, pero es innegable que pasa por altos y bajos según vamos cumpliendo años. Y uno de los baches parece que llega a partir de las cuatro décadas, tal y como ha revelado la 11ª edición del Barómetro de Control Los españoles y el sexo, un exhaustivo estudio sobre los hábitos sexuales de los españoles.
En concreto, el informe señala que «uno de cada tres mayores de 41 años confiesa que han reducido su actividad sexual debido a los cambios asociados a la edad y envejecimiento». Pero ¿por qué sucede esto? Lo vemos.
El sexo a partir de los 40 años disminuye, según el estudio
Tal y como apunta el citado estudio, en el caso de los hombres por encima de 41 años, lo que más les afecta es esa bajada de intensidad en el placer sexual (33%) y la pérdida de apetito (27%); mientras que la disfunción eréctil afecta solo a uno de cada diez.
En el caso de las mujeres, con la llegada de la perimenopausia y menopausia, aparecen problemas. El más habitual, la menor lubricación vaginal en cuatro de cada diez mujeres; seguido de falta de deseo sexual (32%) y menor intensidad en la excitación y el orgasmo (18%).
Las razones son (sobre todo) hormonales
En cuanto a los varones mayores de 40 años, la razón que explica la pérdida de apetito sexual radica en la disminución de los niveles de testosterona que comienza en esta edad. Y en el caso de las féminas maduras, en ocasiones tienen problemas con el sexo debido a la llegada de la menopausia, que suele aparecer entre los 45 y los 55 años de edad.
En este momento, las paredes vaginales pueden perder flexibilidad y la lubricación natural disminuir, produciéndose la famosa sequedad vaginal. Dicha sequedad puede causar dolor y/o molestia durante la penetración, así como picazón y ardor en algunas mujeres.
Además, entran en juego un sinfín de cambios hormonales que también influyen en el cuerpo de la mujer, como una bajada notable en los niveles de estrógenos, «que son para nuestro cuerpo la ‘gasolina’ que se necesita para mantener en forma nuestro deseo sexual. En esta etapa, debido a la disminución de esta hormona, veremos cómo decrece de forma considerable el apetito sexual de las mujeres, haciendo que, en muchas ocasiones, esta falta de deseo se convierta en una dificultad incipiente», afirma la sexóloga Ana Blázquez.
Por último, intervienen los cambios emocionales, los cuales suponen una de las causas más determinantes, pues «un alto porcentaje de mujeres acuden a consulta en búsqueda de apoyo cuando se encuentran atravesando la menopausia».
Pero hay buenas noticias: lo mejor del sexo está por llegar
Aunque a los 40 se produzca un valle en lo que a sexo se refiere, habría que esperar dos décadas para tener las mejores relaciones íntimas de nuestra vida. Al menos eso concluyó una macroencuesta realizada por Match entre 5.000 solteros (mujeres y hombres) de todas las edades, etnias y nivel de ingresos de Estados Unidos, la cual determinó que ellas tienen sus mejores relaciones sexuales a los 66 años, y ellos a los 64.
Es decir, que hay que pasar los 60 para alcanzar esa nueva fase de placer sexual. ¿Por qué sucede esto? Básicamente, porque el sexo mejora con los años, ya que nos desinhibimos y damos rienda suelta a todos nuestros deseos.
La terapueta sexual Vanessa Marin asegura que, lamentablemente, la lección la aprendemos muy tarde. «Con mis clientes de entre 20 y 30 años, no pueden disfrutar del sexo al completo por su timidez y las inseguridades que sienten respecto a sus cuerpos y a cómo es su desempeño sexual. Con el tiempo, todo eso desaparece», afirma al HuffPost.
Además de la aceptación del propio cuerpo, también vamos ganando experiencia y conociéndonos más. Aprendemos que la penetración no lo es todo y sabemos perfectamente cómo podemos llegar al orgasmo.
Cuando uno está empezando en temas horizontales, sobre todo ellas, no consigue alcanzar el clímax porque, sencillamente, no conoce su cuerpo. No sabe si es clitoriana, si es vaginal, si necesita más preliminares o menos… y le da vergüenza comunicarle todo esto a su pareja. Ellos, al comienzo de sus relaciones, suelen aguantar poco en la cama y tienden a ser muy torpes en el sexo oral. Además, basan sus encuentros en la penetración.
Con el paso de los años, ambos aprenden qué es lo que más les gusta y, lo que es mejor, comienzan a expresarlo abiertamente y con naturalidad. El sexo deja de ser algo tabú y empieza a ser una actividad más de la vida, que la mejora y la hace más interesante. Una lección que, según la encuesta, aprendemos pasados los 60 años.