Alimentación intuitiva, el método de moda para adelgazar que huye de las dietas
Si eres de los que fracasa al poco de comenzar una dieta o simplemente eso no es para ti, te gustará el enfoque de la alimentación intuitiva
Alimentación intuitiva | Unsplash
La mayoría de nosotros, cuando queremos adelgazar, nos sometemos a dietas más o menos estrictas o probamos trucos nuevos. Y sí, lo has adivinado: la mayoría abandonamos al poco tiempo.
De hecho, el 81% de los españoles fracasa al hacer una dieta, a pesar de que el 76% reconoce no estar contento con su peso, tal y como detalló la Encuesta XLS Medical sobre los factores de éxito y fracaso en el intento de adelgazar, realizada a casi 3.000 personas por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad.
Quizá una de las razones por las que no conseguimos adelgazar o ni tan siquiera seguir una dieta es que no estamos hechos para ello. Es decir, si la comida es combustible, le estamos metiendo a nuestro cuerpo una gasolina que no nos está pidiendo, ergo, lo estamos forzando, lo que nos hace sentir cansados, irascibles y nos lleva a abandonar cualquier régimen.
Pero ¿qué pasaría si en vez de planificar con antelación qué vamos a desayunar, comer o cenar empezamos a escuchar a nuestro cuerpo?
¿Qué es la alimentación intuitiva?
Esto es básicamente en lo que consiste la alimentación intuitiva, que se basa en la premisa de que nuestro cuerpo sabe de forma natural qué y cuánto comer, así como qué nutriente necesita en ese momento.
Seguro que alguna vez tu cuerpo te pide dulce, o te pide proteína, o grasas. Pues es tan fácil como dárselo pero con opciones sanas. Es decir: si es dulce, optamos por una fruta; si es proteínas, por garbanzos; y si es grasas, por frutos secos, por ejemplo.
En esto se basa la alimentación intuitiva, un término que apareció en 1995 como título del libro de Evelyn Tribole y Elyse Resch, Intuitive Eating, que defiende que las dietas no funcionan ni para estar sanos ni para adelgazar.
Cómo se puede adelgazar con este método
Con la alimentación intuitiva también se puede adelgazar siempre y cuando estemos sintonizados con las señales que nos manda nuestro cuerpo, así como de nuestra sensación de saciedad.
Este método defiende comer cuando se tiene hambre y parar cuando ya se está satisfecho, así como elegir opciones saludables para alimentarnos. Por eso mismo, nunca funcionaría para alguien que padece trastornos alimentarios, que tiene deficiencias nutricionales o que no sabe diferenciar el hambre física de la emocional.
Pero si tenemos una relación sana con la comida y poseemos conocimientos básicos de alimentación y nutrición, podremos darle a nuestro cuerpo lo que necesita en cada momento si así nos lo demanda. Solo hay que aprender a escucharlo con atención.
Los principios de la alimentación intuitiva
El concepto de este método es un poco abstracto, así que a continuación recogemos sus diez principios, algunos detallados por Prevention:
- Rechazar las ideas que tenemos sobre las dietas. Para empezar, has de desechar la idea de que existe una forma «perfecta» de comer o que la pérdida de peso es la clave para la salud y la felicidad.
- Honra a tu hambre. Escucha a tu cuerpo y come solo cuando tengas hambre, en lugar de seguir planes estrictos de comidas o contar calorías.
- Haz las paces con la comida. Date permiso para comer cualquier alimento que disfrutes sin sentirte culpable ni avergonzado, y deja de etiquetar los alimentos como «buenos» y «malos».
- Respeta tu plenitud. Toma descansos mientras comes para sintonizar las señales de saciedad de su cuerpo (disminución del deseo de comer, no pensar en la comida o sentirse con más energía).
- Descubre el factor de satisfacción con cada bocado.
- Honra tus sentimientos sin usar la comida. ¿Siempre recurres a la comida cuando estás triste, estresado, enfadado o aburrido? A veces está bien usar la comida como un mecanismo, pero no se debe convertir en un hábito.
- Respeta tu cuerpo. Debes aceptar que tu cuerpo nunca será ni tan delgado ni tan atlético ni tan relleno ni tan flácido como el de otra persona; son diferentes.
- Haz ejercicio. Concéntrate en ejercicios que te resulten placenteros y enérgicos, en lugar de rutinas que sean agotadoras o aburridas.
- Honra tu salud. Enfócate en pequeños cambios que te hagan sentir mejor y no peor. Lo ideal es incorporar proteínas, carbohidratos y grasas en cada comida, pero no tiene por qué ser complicado ni llevar mucho tiempo.
La investigación sobre la alimentación intuitiva aún es poca, pero hasta el momento, los estudios han demostrado que está relacionada con tener una perspectiva emocional más positiva, una mayor satisfacción con la vida y una mayor apreciación del cuerpo, así como ayuda a mantener un peso saludable.
Al final, es darle a tu cuerpo lo que te demanda y cuidarle para cuidarte a ti también, pero, eso sí, primero hemos de aprender a escucharlo y a interpretarlo correctamente.
