¿Por qué la gente se divorcia? Estas son las verdaderas razones, según los expertos
Aunque cada persona es un mundo, hay ciertos patrones entre los que optan por el divorcio tras años de matrimonio
Los tiempos están cambiando pero la tasa de divorcios se mantiene. Las demandas de disolución matrimonial presentadas en 2022 ascendieron a 95.193, un 2,3 % menos que el año anterior, cuando habían aumentado un 2,5%, según el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
¿Y cómo son las personas que se divorcian? Pues el mayor número de divorcios se produce en las parejas de 40 a 49 años –seguidos de las parejas de 50 a 59 años y las de 30 a 39 años–. Sin embargo, llama la atención el total de personas que se separa a partir de los 60 años —hace casi una década, los divorcios de parejas cuyos cónyuges habían cumplido seis décadas de vida suponían el 17,9% del total de las rupturas; actualmente, este número ronda ya el 28%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE)—.
Aunque la gente sigue divorciándose, no obstante, aguanta mucho junta. De hecho, según la última estadística del INE, la duración media de los matrimonios en España es de 16,5 años —y el 30% de los divorcios se producen tras 20 años de matrimonio—.
Las principales razones por las que las personas se divorcian
Pero ¿por qué las personas se divorcian? ¿Acaso el amor dura 16 años y no 3 o 7 como pensábamos? El psicólogo Scott M. Stanleyen ha recogido en Psychology Today varias de las razones que llevan a los individuos a acabar con su matrimonio. Las vemos.
1) Infidelidad
La infidelidad y el sexo extramatrimonial están a la orden del día. Quien más quien menos conoce a alguien que lo ha hecho en alguna ocasión. Sin embargo, a pesar de estar tan extendido el sexo en cama ajena, lo seguimos sin tolerar y aceptar. Como sociedad seguimos viendo la infidelidad como algo malo e imperdonable, y por ello acaba con muchos matrimonios, tal y como detalla la ciencia.
Sin embargo, muchos expertos, como la terapeuta de parejas y gurú de relaciones Esther Perel, cree que debemos cambiar el concepto que tenemos de los cuernos para no disolver por completo las relaciones.
2) Falta de compromiso
La individualidad y el anhelo de ‘libertad‘ (se tenga la edad que se tenga) está cada vez más al alza en todas nuestras relaciones, ya sean de amistad, de amor o familiares. Cada uno va a su rollo, a la suya, y eso acaba pasando factura en un matrimonio, tal y como han detallado al menos dos estudios.
3) Abuso de sustancias
El consumo de alcohol y/o drogas es un problema marital comúnmente citado y que conduce al fin de muchos matrimonios. Y es normal, pues cuando uno cae en este mundo oscuro no solo le afecta a sí mismo, sino también a todas las personas que tiene alrededor.
4) Demasiados conflictos y discusiones
La convivencia, la crianza de los niños, los vaivenes de la vida diaria o conflictos pasados sin resolver pueden hacer que una relación sea insalvable. Estar discutiendo durante meses con tu marido o mujer es insoportable para muchos, y aunque se podría arreglar (a veces) acudiendo a terapia de pareja, muchos optan por cortar por lo sano y tomar un camino por separado.
5) Problemas financieros
Los problemas financieros son otra de las razones por las que la gente opta por el divorcio. Curiosamente, los terapeutas de pareja dicen que el dinero es una de las principales razones por las que las personas buscan asesoramiento matrimonial. Al final, los problemas de dinero interfieren en la convivencia, y si no se solventan sacan lo peor de cada uno.
6) Desvinculación con la pareja
En un estudio de 2003, los participantes respondieron a una pregunta abierta sobre por qué se divorciaron. Alrededor del 8% de las personas dijo que se desvinculó de su pareja, que tomaron tanta distancia que ya apenas se conocían.
Y también es normal. Después de 16,5 años (la media que duran los matrimonios en España), la gente va cambiando, y el marido o la mujer con la que te casaste ya poco se parece al que te enamoró décadas atrás. O se crece juntos o la cosa acaba en divorcio.
7) Casarse demasiado joven
Y lo mismo sucede con los matrimonios entre personas jóvenes. Seguramente, ni tú ni yo somos los mismos que hace diez años, y mucho menos en los 18-20 años de edad. Las prioridades cambian, así como la forma de ver la vida, los gustos, los anhelos, las pasiones… y todo ello acaba mermando los matrimonios.
8) Pérdida de los valores religiosos
Por otra parte, la abogada Delia Rodríguez considera que la religión tiene mucho que ver en la tasa de divorcios: «Creo que han influido las creencias religiosas, pues la fe ha sido un factor que ha frenado este tipo de decisiones como es el divorcio. Por el contrario, a día de hoy, se tiene una perspectiva mucho más laxa en lo que se refiere a las creencias y el significado de matrimonio».
«El matrimonio ya no funciona, pero no se siente obligado a permanecer unido, como podía ocurrir antaño», añade Rodríguez a THE OBJECTIVE.