Agua alcalina: qué es, qué beneficios tiene y cómo hacerla en casa
Puesta de moda por Cristiano Ronaldo recientemente, este producto promete cambios casi inmediatos para nuestra salud, pero ¿cuáles son?
Es muy posible que hasta hace poco no tuvieras ni idea de qué es el agua alcalina. No te culpes, pues es normal, pero no hay mejor reclamo para poner de moda un producto que anunciarlo con un famoso. O, mejor aún, que sea directamente un famoso el propietario del producto en cuestión.
Es lo que ha sucedido con el agua alcalina Ursu, anunciada a bombo y platillo en Madrid con la estrella de fútbol Cristiano Ronaldo, socio de esta marca de agua que se obtiene de un manantial abulense. Inmediatamente, con el portugués de por medio, el agua alcalina alcanza tintes mundiales y todo el mundo se pregunta qué es y de dónde sale.
Lo cierto es que no es una novedad, o no del todo, pues es un producto relativamente habitual en ciertas tendencias fitness desde hace unos cuantos años. Sin embargo, quizá esta sea la primera vez que salta al gran público, especialmente cuando parece un agua casi mágica cuyas virtudes parecen tan inagotables como el manantial.
Ahora queda hacerse el resto de preguntas. ¿Es apta para todos los públicos? ¿Qué beneficios tiene? ¿En qué se diferencia de un agua ‘convencional? ¿Se trata de un agua mineral que podemos elaborar en casa? Si estas son tus dudas, sigue leyendo y comprueba qué puedes hacer con el agua alcalina
Qué es el agua alcalina
Quizá sea más fácil entender el agua alcalina como aquella agua que no es ácida. Para ello, debemos entender el famoso pH que, como explica el Instituto Nacional contra el Cáncer estadounidense, no es otra cosa que la medida del grado de acidez o alcalinidad de una sustancia o solución. Para ello, conviene saber que el pH es neutro cuando alcanza el valor de 7 (en una escala de 0 a 14). De esta manera, de 0 a 7 es un pH ácido y de 8 a 14, será un pH alcalino.
Por tanto, el agua alcalina es esa que tiene un pH superior a 7. ¿Qué supone esto? Pues, a priori, como parece evidente, puede tener ciertas virtudes para luchar contra la acidez. No obstante, los estudios que avalan los beneficios de las aguas alcalinas no están demostrados en su totalidad, razón por la que coger con pinzas ciertos mensajes.
Adquirible en tiendas, pero también factible en casa, pues se puede hacer agua alcalina añadiendo bicarbonato sódico al agua que vamos a consumir. El bicarbonato, como producto alcalina, contribuirá a alcalinizar el agua, así que nos puede ahorrar unos cuantos euros. En cualquier caso, es algo que no aconsejamos hacer y que debe quedar sujeto a recomendación médica.
Los posibles beneficios del agua alcalina
Especialmente porque la mayoría de estudios que lo advierten no están probados en humanos. De esta manera, son varios los apuntes de literatura médica que, aplicados en roedores, justificarían sus bondades. Entre ellos, virtudes antioxidantes o una reducción de los síntomas del hígado graso no alcohólico, una enfermedad de la que ya te hablamos en THE OBJECTIVE.
Conocida en Asia desde hace más años que en Europa, lo cierto es que también la evidencia científica oriental es más abundante. En algunos ejemplos, se cita que el consumo de agua alcalina está vinculado a mejores digestiones y a cambios en la densidad de la sangre. Este cambio en la viscosidad avalaría un mejor comportamiento de la sangre y su eficiencia a través de nuestro cuerpo.
Además, también se apunta desde ciertos informes que implican una mejora en la densidad ósea de mujeres tras la menopausia. Otro de los motivos por los que se advierte que el agua alcalina estaría recomendada tanto para hombres como para mujeres, independientemente de la edad.
Un remedio contra la acidez
Por fortuna, hay algunas informaciones del agua alcalina que sí están comprobadas. Una de las más habituales es la que vincula su consumo a una reducción del reflujo gastroesofágico y a la acidez estomacal, como puede resultar evidente, debido a esa alcalinidad que combate el exceso de acidez.
De esta manera, ciertos estudios también comparan el consumo del agua alcalina con los beneficios que tienen los inhibidores de las bombas de protones (es decir, los protectores gástricos de la familia de los prazoles, como el omeprazol o el pantoprazol). Como es lógico, no se trata de la sustitución de unos por otros, sino de informarnos a través de nuestro médico si esto es posible o beneficioso para nosotros en determinadas circunstancias.
Por último, la ingesta de agua alcalina también se vincula a una mayor cantidad de electrolitos. Razón que hace que los deportistas de alta competición suelan recurrir a ella —como sucede en el caso de Cristiano Ronaldo—. Al ser alcalina, se trata de un agua que ayuda a combatir mejor la deshidratación debido a esos electrolitos. Aun así, los estudios hasta la fecha no son concluyentes.