Succionador de clítoris: pros y contras del juguete sexual que más sigue dando que hablar
Aunque ya ha pasado la fiebre por el succionador de clítoris, aún se sigue debatiendo sobre si su uso es bueno o no
Los juguetes sexuales están de moda, sobre todo el succionador de clítoris. Quizá sea el artilugio íntimo más controvertido y famoso. Se hizo conocido en todo el mundo en 2020 tras la brillante campaña de publicidad del Satisfyer y el auge de la tercera ola del feminismo.
Cuanto más se hablaba del succionador de clítoris, más informaciones contradictorias surgían al respecto y más féminas lo probaban. De hecho, las ventas del mencionado juguete sexual se han disparado en España (+200% en 2021) y también en Europa, donde las ventas han crecido un 34%.
Ahora ya ha pasado la fiebre por este aparato, pero aún sigue dando mucho que hablar, ya que hay voces críticas a su uso. Así que hacer un diagnóstico certero sobre la utilización del succionador de clítoris, hemos recogido los pros y los contras.
Los pros del succionador de clítoris
Para quien no lo sepa, el succionador de clítoris funciona ejerciendo cierta presión en esta zona íntima del cuerpo femenino, facilitando la llegada rápida del orgasmo. Esperanza Gil, sexóloga y encargada de Amantis Russafa, en Valencia, detalla a THE OBJECTIVE los beneficios que puede aportar el uso de este aparato a la mujer:
- Por supuesto, ayuda a alcanzar el orgasmo. «Es más, muchas mujeres han comprobado su capacidad multiorgásmica y de realizar el famoso squir, gracias a este juguete.»
- Estimula todo el cuerpo del clítoris, «incluso la parte interna, sin necesidad de la penetración».
- Su uso «está super normalizado socialmente, lo que permite hablar de ello sin tabúes y compartir experiencias con otras mujeres».
- Como la estimulación se produce sin contacto directo, mediante ondas sonoras, «no produce irritación del glande del clítoris».
- Ayuda al autoconocimiento, porque es necesario que se sepa «dónde se ubica el clítoris para poder utilizarlo».
- La novedad es el mejor afrodisíaco «y el succionador te ofrece nuevas sensaciones corporales».
- En casos de anorgasmia primaria (mujeres que nunca han alcanzado el orgasmo ni a solas ni en compañía) «es un buen recurso para descartar causas físicas puesto que esta tecnología suele activar el reflejo del orgasmo».
- Cuando existe bajo deseo sexual, «al ser un juguete de fácil uso y muy eficaz, ayuda a reconectar con el propio cuerpo, así como a reanudar la vida erótica a solas o en pareja».
- Puede «mejorar la hipotonía del suelo pélvico, ya que, como esta tecnología produce orgasmos muy profundos, se activan todos los músculos del suelo pélvico, ayudando al fortalecimiento del mismo».
- Activa la circulación sanguínea de la vagina y del cuerpo del clítoris. «Esto tiene muchos beneficios en mujeres de avanzada edad o que han pasado por un proceso quimioterápico, ya que mejoran la sequedad, aumenta la sensibilidad y mejora la elasticidad de las paredes vaginales».
Los contras de este juguete sexual: posibilidad de anorgasmia
Como ocurre con todo en la vida, también hay contras del uso del succionador de clítoris. La sexóloga y psicóloga clínica Laia Cadens, asesora de la plataforma Gleeden, alerta ante los posibles efectos de su uso, que son principalmente dos:
- Puede provocar anorgasmia con la pareja: «Últimamente, en consulta, son cada vez más frecuentes anorgasmias provocadas por el uso habitual de succionadores de clítoris, que alteran la consecución del orgasmo en pareja».
- Pérdida de interés en las relaciones sexuales convencionales: «La intensidad con la que estos aparatos estimulan el clítoris, provoca en la mujer una activación del mecanismo de recompensa más inmediato que el que puede obtener en sus relaciones sexuales. Si de ahí se establece una conducta continuada y recurrente del uso del juguete, cada vez se irá condicionando más», añade Cadens.
La sexóloga Cristina Callao, sigue la misma línea: «Cuando nos acostumbramos a masturbar de una forma concreta, con un estímulo potente y localizado, corremos el riesgo de que sólo podamos orgasmar de esa manera».
«El hecho de que este juguete sea única y exclusivamente para el clítoris, hace que nos perdamos parte de nuestro autoerotismo y autoconocimiento. Además, nuestro cerebro crea conexiones sinápticas y aprende a que orgasmar así es fácil y rápido. Y si sólo usas este modo de masturbarte y, además, lo usas con frecuencia, tu cerebro se vuelve ‘vago’ y se habitúa y luego te va a costar tener orgasmos de otra manera diferente. Porque te recuerdo que ni tu mano, ni la de tus compañeras/os sexuales o una lengua, tiene la misma potencia que éste u otro juguete erótico», añade.
Obviamente, el orgasmo tiene muchos beneficios para la salud física y mental de la mujer, «se hayan obtenido de una forma rápida o más lenta. Al igual que los hombres, en ocasiones necesitamos descargarnos mediante orgasmos más rápidos y explosivos y, otras veces, buscamos una estimulación más pausada en la que nos apetece recrearnos. Ambas formas de estimularnos están bien», detalla Esperanza Gil.
«La clave está en conocer cómo es y cómo funciona nuestro cuerpo, variar el tipo de estimulación y escuchar lo que necesitas en cada momento», apunta sobre este tema tan polémico.