Sin 'strippers' y aún por separado: estas son las tendencias en despedidas de soltero
El 82% de las despedidas sigue siendo por separado para cada miembro de la pareja, según los datos de Bodas.net
El verano es época de bodas, pero también de despedidas de soltero, ya que son muchas las parejas que eligen darse el ‘sí, quiero’ en septiembre y muchos los grupos de amigos que aprovechan esta decisión para llevarse al novio o a la novia durante las vacaciones de verano. La costumbre de celebrar este evento no ha cambiado a pesar de que actualmente se haya convertido en una excusa para reunir al grupo de amigos, pero sí han cambiado los planes elegidos para esta ocasión especial.
La mayoría ha dicho adiós a la idea ya anticuada de la clásica cena que acaba con un espectáculo de stripper y buscan planes distintos, más originales. En lo que sí se mantiene la tradición, aunque no haya streaptease, es en el momento de decidir si la despedida se hace conjunta, una idea que no termina de cuajar entre la población española, que sigue eligiendo hacer una para cada uno de los miembros de la pareja, según los datos ofrecidos por el portal nupcial Bodas.net.
Según los datos del Libro imprescindible de las bodas, publicado por Bodas.net en colaboración con el profesor de Esade Carles Torrecilla y Google, el 85% de las parejas que se casan tienen despedida de soltero o soltera, y el 82% la sigue haciendo por separado.
Las drag queens sustituyen a los strippers
Según los datos de la publicación, consultados por THE OBJECTIVE, el 94% de las parejas prefiere una despedida sin strippers. Una tendencia que se puede comprobar haciendo una simple búsqueda a las ofertas de empresas que organizan este tipo de eventos, donde estos espectáculos han perdido bastante protagonismo.
En su lugar, se aprecia un claro aumento de los espectáculos con drag queens, que ocupan cada vez más escenarios de las cenas con show. Algo que reduce también el precio, pues no tiene por qué ser un número privado para un grupo reducido, sino que puede acompañar a la cena de varios grupos. Facilita también que se puedan mezclar despedidas de ambos géneros.
Otra opción en auge son los antiboys o antistrippers, que cada vez ofrecen más empresas de espectáculos como opción para animar la fiesta. Suelen ser todo lo contrario a la sensualidad, su objetivo es más bien darle un toque cómico al ya pasado de moda striptease, con humor y sin necesidad de bailes sexys para lucir abdominales.
Viajes sin disfraces
«El boom de bodas que se vive en la actualidad ha venido precedido por un boom de despedidas. Y, como en la mayoría de los aspectos del día a día, las nuevas generaciones buscan sorprender e ir más allá de lo que se ha visto hasta ahora», dicen desde Bodas.net. Por eso, «la tradición de disfrazar a la pareja y hacerle pasar vergüenza» cada vez se lleva menos, afirman desde el portal de bodas.
Eso sí, que se hayan dejado de lado ciertas costumbres que han podido quedar anticuadas no quiere decir que ahora se busquen despedidas de soltero tranquilas y sin emociones. Así, solo el 23% de los encuestados prefiere una opción tranquila, frente al 21% que quiere algo totalmente opuesto y un 56% que se decanta por una opción mixta.
Es aquí donde entran los viajes, que cada vez más gente organiza para celebrar la despedida de sus amigos. Así, el 42% de las parejas, según los datos recogidos por Bodas.net, cuenta con una despedida que consiste en un viaje a un destino nacional o internacional.
Como es lógico, el formato elegido depende de la renta y aquellos que cuentan con una media o media-alta son los que más viajes reservan, con casi la mitad de las despedidas de soltero con esta fórmula. Entre aquellos que tienen una renta alta, baja un poco el porcentaje de viajes a destinos nacionales, pero crece el número de viajes al extranjero, que son el 17% del total, frente al 1%-4% que se detecta en las otras franjas.
Aumenta la edad media de los novios
El libro recoge cifras sobre todo lo relacionado con las bodas, desde lo que se gastan los novios hasta la evolución de las empresas del sector. Así, incluye también un apartado sobre el perfil de las parejas que deciden pasar por el altar.
La plataforma destaca que «la edad media sigue aumentando» y llega ya a los 36 años, aunque la edad más repetida de los contrayentes es de 32 años en las mujeres y de 33 en los hombres.
El aumento de la edad media afecta a muchos aspectos de la planificación de la boda, apuntan los autores del libro, puesto que las parejas suelen tener más independencia económica y, por tanto, son ellos los que pagan, lo que supone que invitan a más amigos suyos y menos de los padres.
La edad puede influir también en las despedidas, ya que actualmente las organizan habitualmente treintañeros, que suelen contar con una situación económica más estable que los grupos de edad inferiores y, por tanto, tienen mayores posibilidades a la hora de decidir los planes y experiencias que quieren vivir en esta ocasión especial.