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Cómo cocinar pescados más ligeros en Navidad: las claves para no sumar calorías

Prepararse para la Navidad no tiene por qué suponer calorías de más

Cómo cocinar pescados más ligeros en Navidad: las claves para no sumar calorías

Un pescado asado al horno | ©Freepik.

Llega la Navidad y con ella una época doblemente temida. Por un lado, los excesos. Por el otro, los asaltos a la cartera. Lo malo es que muchas veces ambos van de la mano, pues los precios se disparan. Otras, sin embargo, podríamos tener la suerte de encontrar alternativas menos onerosas y además menos calóricas para resolver los menús. Esto es lo que hoy os proponemos a la hora de preparar recetas de pescados más ligeros para Navidad.

Y si, además, conseguimos que también sean más baratas, rizamos el rizo. Aunque no es habitual que el pescado esté especialmente barato en Navidad, sí hay determinadas especies o preparaciones que nos pueden ahorrar un buen pico. A ello sumamos, como decimos, que cocinar pescados más ligeros en Navidad puede ser más fácil que preparar ciertas carnes.

Aunque es un dilema habitual en cualquier casa, lo cierto es que las digestiones de los platos de pescado suelen ser más fáciles que las de los asados de carne. Parte del secreto está en los macronutrientes del pescado, que suele ser mucho menos graso que los cortes de carne habituales. Sin embargo, podría ser que nos pasemos de frenada y lo que se inicia como pescados más ligeros acaben siendo platos densos y contundentes, cargados de calorías.

Por eso, parte del encanto está en la lista de la compra y comprender a qué pescados dar prioridad si buscamos elementos menos calóricos. No obstante, en términos generales hablar de pescados más ligeros siempre nos va a hacer apuntar a los pescados blancos. Por contrapartida, el efecto de los pescados más grasos siempre nos apuntará a los pescados azules. Esto no quiere decir que no sean recomendables, pero sí que dentro de un menú de Navidad pueden ser algo más contundentes.

Qué pescados más ligeros elegir en Navidad

Receta de pescados más ligeros al horno
Los pescados al horno suelen dar muy buen juego en las mesas de Navidad. ©Freepik.

Si ponemos sobre la balanza las diferencias entre pescados, insistimos en la necesidad de buscar los pescados blancos, que son menos grasos. Además, suelen ser mucho más abundantes que los pescados azules y se prestan, en cierto modo, a preparaciones más navideñas de gran formato. No obstante, a medida que aumentemos el tamaño del pescado también aumenta su precio, ya que las piezas más grandes son las más cotizadas.

En este caso, podríamos hablar de clásicos como el besugo o como el virrey. Sin embargo, hay pescados blancos o semiblancos mucho más amables como son los pescados de acuicultura —corvina, dorada y lubina—, además del pargo y el sargo, dos espáridos parientes del besugo que también dan buen juego.

En un sentido muy parecido y casi siempre a buen precio es necesario mencionar a la merluza y al bacalao dentro de los pescados más ligeros. Además, es versátil, por lo que sus recetas suelen ser fáciles de poner en marcha. También hay otros pescados, menos conocidos en términos generales, como el borriquete o la urta —muy frecuentes en el sur de España— que entrarían en la categoría de semiblancos.

Por contra, en el terreno de los azules no solemos encontrar demasiados pescados en temporada. Sí es cierto que hay atún rojo y, principalmente, salmón, que viene de países como Noruega, Escocia o Estados Unidos y que suele ser de acuicultura. Además, es uno de los pescados más consumidos de España y especialmente fácil de comer, pero también es muy calórico en comparación con otros pescados más ligeros.

Si hablásemos ya de pescados españoles, a la hora de entender los azules, como ya te explicamos en THE OBJECTIVE, los más comunes son las sardinas, los jureles, las caballas y otros túnidos como el bonito del norte. Sin embargo, no están en temporada durante el otoño e invierno.

Cómo hacer recetas de pescado más ligeras en Navidad

La cuestión en la cocina no es tanto complicarse con el tipo de pescado como con la preparación. Podemos tener un pescado ligero, que con una receta determinada, puede convertirse en un carrusel de calorías. También dependiendo del método de cocción.

En este sentido, como siempre que se habla de recetas de pescado, las menos calóricas van a ser las que incluyan menos grasas añadidas. De esta manera, deberíamos priorizar recetas más ligeras a costa de las cocciones al vapor o de los pescados asados, tanto al horno como a la parrilla si de ella disponemos. No obstante, también la plancha es una buena opción, pero debido a las mesas grandes, las alternativas de los pescados al horno suele ser caballo ganador. En el otro sentido convendría evitar pescados fritos, empanados o con otro tipo de rebozados.

La precaución de la salsa y de la guarnición

Pescados a la parrilla
La parrilla o la brasa son buenas formas de dar sabor a nuestros pescados sin calorías de más. ©Freepik.

Sin embargo, los fallos no suelen ir tanto en el pescado, sino en cómo lo acompañamos. En este caso, lo que recomendamos es prescindir de salsas muy calóricas, entre ellas las que suelen hacerse con nata o lácteos como la mantequilla. También prescindir, en la medida de lo posible, de salsas con bases de aceite como una mayonesa. Algo también a evitar sería en las salsas con base de huevo como el alioli o la salsa holandesa, que pueden ser especialmente calóricas.

Lo conveniente es que utilicemos, igualmente en recetas con pescados con una gran cantidad de colágeno, ese mismo jugo que tienen para salsear. Es el caso del pilpil, aunque exige aceite, pero también de las típicas ajadas que se estilan en el norte. Además, también conviene ver qué tipo de guarnición poner a los pescados más ligeros. La patata, aun asada, es más calórica que otro tipo de verduras y hortalizas. No supone una gran cantidad de calorías, pero sí debemos priorizarla frente a las patatas fritas.

Asadas o cocidas son un buen acompañamiento, pero para acompañar en una cena podrían ser más pesadas de la cuenta. En este sentido, lo recomendable es que apostemos por verduras u hortalizas rehogadas o salteadas con muy poco aceite. Cebolla, pimiento, espinacas, grelos, calabacín, berenjenas, acelgas, zanahorias… Estas guarniciones nos pueden ayudar con la receta y además se preparan fácilmente. Casi igual de fácilmente con la que podríamos resolver ciertos purés o cremas de verduras, donde se puede acompañar al pescado sin apenas esfuerzo.

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