Las cosas que no debes acercar (o introducir) en tu vagina, aunque creas que es buena idea
Cada vez hay más modas en lo que a vulva y vagina se refiere, pero algunas no son para nada recomendables
Una fruta | Unsplash
En esta época en la que impera el conocimiento a través de redes sociales, la vagina es una de las mayores perjudicadas. De vez en cuando, aparecen vídeos sobre técnicas o trucos que son buenos para esta zona del cuerpo íntima, pero la mayoría son contraproducentes.
Un desconocimiento que se incrementa por la poca formación que tenemos la mayoría de nosotros en lo que a nociones básicas sobre nuestra intimidad se refiere. Y para más inri, estas dudas no las resolvemos ni con profesionales de la salud ni con nuestros allegados, con quienes no solemos hablar de nuestros asuntos o partes del cuerpo más privadas, como la vagina.
Por ello, artículos como los de expertos en sexualidad como Tracey Cox son tan necesarios, porque nos guían a través de un sendero del todo desconocido. Hoy te vamos a hablar de uno de ellos, y que, como ya supones, trata sobre lo que nunca debemos hacer con nuestra vagina.
Lo que nunca debes hacer con tu vagina o tu vulva
La vulva es la parte externa y visible de ls genitales femeninos, y que consta de labios vaginales, clítoris, abertura vaginal y el orificio de tu uretra. Y la vagina, por su parte, es la parte de adentro, esto es, un canal flexible que conecta la vulva con el cuello uterino y el útero.
Pues bien, a continuación recogemos lo que nunca debes hacer con ambas:
1) Baños de vapor
Las recomendaciones más virales en lo que respecta a la vulva y la vagina incluyen baños de vapor, como podemos leer en el sitio web de Gwyneth Paltrow, pero que algo sea seguido por muchos no implica que sea bueno.
«Hacer que tu vagina esté más caliente de lo que se supone que debe estar no es una buena idea, ya que esta se mantiene a la temperatura corporal (37 grados) por una razón: porque las vaginas calientes generan bacterias dañinas y levaduras como la cándida (aftas)», afirma Cox.
«Si bien los baños de vapor pueden parecer tremendamente hidratantes, el agua no hidrata las células. El aceite es lo que lubrica la vagina y mucho de eso ocurre naturalmente, siempre y cuando no lo laves con vapor».
2) Introducir huevos de jade
La teoría popular afirma que introducir huevos de jade en la vagina es bueno para ‘equilibrar’ las energías femeninas. Estos huevos deben estar en el interior de la mujer desde minutos a toda la noche o incluso varios días, para así ayudar al cuerpo a aprovechar, presuntamente, la energía de la piedra.
Pues bien, como supondrás, nada de esto está probado científicamente e incluso «es un engaño», tal y como asegura Cox: «Todo es una estafa. En lugar de deshacerse de la mala energía, generará bacterias malas porque los cristales son porosos».
3) Supositorios vaginales con sabor y olor
Estos estaban de moda hace dos años. Pero, afortunadamente, han caído un poco en desgracia. Se trata de supositorios hechos de aceites naturales que contienen aromas y sabores. Se usan todas las noches para, presuntamente, aumentar la humedad en la vagina. Cox no los recomienda, especialmente a aquellas mujeres que sean propensas a sufrir infecciones por hongos o irritaciones.
4) Cualquier producto de higiene femenina perfumado
La experta es clara: «Las mujeres no necesitan jabones, aerosoles, polvos o toallitas perfumadas para oler ‘mejor’, ya que ya huelen muy bien sin ellos, y cualquier pareja que no esté de acuerdo debería ser dejada».
Hasta hace poco, había poca investigación sobre las sustancias químicas que se encuentran en los productos de higiene femenina y los lubricantes personales aromatizados. Pero «ahora sabemos que al menos algunos de los ingredientes podrían ser tóxicos para nuestro cuerpo y que las membranas mucosas de la vagina y la vulva absorben rápidamente cualquier sustancia química sin metabolizarla».
5) Duchas vaginales
Hay muchas mujeres que se dan normalmente duchas vaginales, que consisten en limpiarse su vagina con productos que «contienen vinagre, bicarbonato de sodio, yodo, antisépticos y fragancias», para así oler ‘frescas’ para sus parejas.
Sin embargo, lo más probable es que, a la larga, consigan todo lo contrario, ya que estas duchas alteran el equilibrio de pH de la vagina, al eliminar bacterias buenas que necesitas para combatir las infecciones y causando irritación y ardor.
Además, las duchas vaginales después del sexo no eliminarán el semen, como creen numerosas mujeres
6) Introducir cubitos de hielo
Muchas parejas juegan a experimentar eróticamente con frío y calor en zonas erógenas. «El problema de insertar hielo es que puede adherirse a la delicada piel de la vagina. Si la idea de quitártelo no te desanima, cúbrelo con un condón para crear una barrera entre tú y él».
7) Ciertos alimentos
Cada vez más parejas juegan a introducir alimentos en la vagina, como plátanos (sin pelar), un pepino o una zanahoria lavadas.
Sin embargo, «los alimentos calientes y picantes y los alimentos grasos alteran el equilibrio del pH e irritan muchísimo todo. Y alas bacterias les encantan los alimentos azucarados, así que no es buena idea».
