Señales que revelan que tu pareja te va a dejar (o que te va a pedir el divorcio muy pronto)

Una ruptura de pareja o una crisis conyugal hacen sufrir a los dos miembros de la relación, y a más personas si hay hijos o familiares que pueden verse afectados directamente por esta desunión.

Sin embargo, y aunque sea un trance doloroso, en ocasiones un divorcio beneficia a ambas partes, ya que cuando no hay amor o cuando la relación da más disgustos que felicidad, puede ser buena idea tomar caminos separados por el bien de todos.

Las rupturas, eso sí, no suceden de la noche a la mañana, sobre todo las duraderas. Por el camino, comienza a haber grietas que van haciéndose más grandes y que llegan a dinamitar cualquier posibilidad para mantener a la pareja unida. Y aunque hay tantas razones para acabar una relación sentimental como personas, podemos prever que nuestro amor nos va a dejar si atendemos a las siguientes señales.

Señales de que tu pareja te va a dejar (o te va a pedir el divorcio)

Lo que desvelan las investigaciones realizadas al respecto, como esta publicada en la revista Social Psychology and Personality Science, es que las razones para dejar a tu pareja no cambian en exceso si estás casado o si solamente estás conociendo a la otra persona. Y tampoco lo hacen las señales que te manda tu pareja antes de verbalizar el paso que quiere dar, y son las siguientes:

• No te besa en los labios o da besos cortos. El Dr. John Gottman, experto en parejas, asegura que los besos que duran seis segundos o más son la clave para tener un matrimonio feliz. Así que si tu pareja te da besos cortos o no te besa en los labios, mala señal.
• Distanciamiento sexual y afectivo: la citada investigación descubrió que aquellas parejas que se muestran más distantes tanto en la cama como fuera de ella tienen más posibilidades de romper.
• Sexo mecánico: asimismo, si las relaciones íntimas se han vuelto mecánicas y vacías de sentimiento, es probable que una ruptura se acerque.
• Evita enfrentamientos o discusiones difíciles: el conflicto se puede solucionar hablando, pero cuando un miembro de la pareja literalmente pasa de hacerlo, es porque parece que está queriendo romper, tal y como indica la experta en relaciones Tracey Cox.

• Cambios de parecer sobre la crianza de los hijos: «Esta es la señal de alerta número uno. La crianza de los hijos es una tarea estresante e ingrata, incluso cuando va bien. Si no podéis poneros de acuerdo sobre alguna de las decisiones ilimitadas sobre cómo criar a sus hijos, se encontrarán ante un camino muy difícil», afirma Cox.
• Su conversación es meramente administrativa: cuando tu pareja solo te habla por temas logísticos (has hecho la compra, a qué hora recojo a los niños, compraste esta u otra cosa…) y se aleja de sentimientos, es señal de un posible divorcio.
• Escapa de ti en su tiempo libre: si las horas en las que está descansando no quiere estar contigo ni saber de ti muchos días seguidos, es que algo va mal.
• No te cuenta lo importante. Si te enteras de algo relevante de su vida o de su trabajo cuando han pasado varias horas o varios días, es que no le importas demasiado. Normalmente, la pareja es la primera en saber si ha ocurrido algo relevante en la vida del otro.

• Ya no os divertís ni os reís juntos: si habéis perdido la chispa o no os reís ya nunca juntos, es una muy mala señal, sobre todo porque el humor es uno de los revulsivos principales para superar cualquier crisis de pareja.
• El entorno ha empezado a preguntar. En ocasiones, somos conscientes de que algo va mal en casa cuando es el entorno el que empieza a preocuparse. Si el resto de personas han notado la crisis, es que hay crisis.
• Ves a tu pareja triste o apagada. El distanciamiento afectivo de la pareja hace que esta se muestre triste y se sienta sola. Este sentimiento de soledad que perdura en el tiempo puede ser definitorio para decidir romper la relación.

¿Qué razones hay para luchar por la relación?

La citada investigación también ha indagado en las razones de las personas para mantener y luchar por su relación, y sostiene que guardan poca relación con el estado civil de la persona. En este caso, no influye tanto el nivel de madurez de la pareja:

• Para las personas casadas, los principales motivos para luchar por la relación son el tiempo que han permanecido juntos –el tiempo invertido-, las responsabilidades familiares y las consecuencias económicas de la ruptura.
• En cambio, las personas no comprometidas aluden a argumentos como la personalidad del otro y las emociones que despiertan en ellos.

La profesora Samantha Joel, directora del estudio en cuestión, asegura que ha encontrado multitud de problemas a la hora de desarrollar las conclusiones, pues alrededor de la mitad de las personas encuestadas aportaba tantos argumentos para mantener la relación como para zanjarla.

Lo que sí compartían todos era la desazón que provoca una ruptura o un divorcio: «Lo que me resultó más interesante fue observar cómo de ambivalente se sentían las personas respecto a sus parejas. Se sentían completamente desgarradas. La ruptura puede ser una decisión realmente difícil. Puedes mirar una relación desde fuera y recomendar la ruptura. Pero desde dentro es muy difícil dar el paso, y cuanto más tiempo lleven juntos, más complicado parece ser».

Así, si estás pensando en dejar a tu pareja o crees, viendo las señales, que ella te va a dejar a ti, igual deberías intentar recuperar el amor que un día os unió. O quizá no, pues, como hemos dicho, a veces tomar caminos separados es del todo necesario.