Consecuencias de dormir más de ocho horas: es malo para la salud, según los expertos
Dormir demasiado puede afectar el estado de ánimo, contribuyendo a problemas como la depresión, entre otros
Dormir más de ocho horas al día no siempre es rejuvenecedor. Según los expertos, este hábito puede estar asociado a otros problemas de salud e incluso representar un riesgo significativo para el bienestar físico general.
El hipersomnio, según el Instituto del Sueño, es un trastorno en el que la persona duerme más de lo necesario para recuperarse de la fatiga diaria.
Es importante destacar que la cantidad de sueño requerida varía según la edad:
- Los recién nacidos necesitan alrededor de 20 horas
- Los adolescentes entre siete y nueve horas
- Los adultos de seis a ocho horas como máximo.
«El cambio en la cantidad de horas de sueño, ya sea menos o más, impacta en la función vital que cumple el sueño en el ser humano», indica el Instituto.
La neuróloga Celia García Malo añade que el sueño desempeña una función crucial para el organismo, ya que durante este período se llevan a cabo procesos metabólicos e inmunológicos necesarios para mantener la salud.
Un buen descanso es crucial para que el cuerpo se recupere del desgaste diario. Aunque las horas óptimas de sueño varían según la edad y otros aspectos individuales, la mayoría de los adultos necesitan alrededor de 8 horas de sueño profundo.
Sorprendentemente, exceder este tiempo puede conducir a un sueño ligero y poco reparador, que no cumple con las necesidades del cuerpo. Por lo tanto, dormir demasiado puede ser igual de perjudicial que no dormir lo suficiente.
Causas de dormir demasiado
Dormir demasiado puede afectar el estado de ánimo, contribuyendo a problemas como la depresión. Además, puede aumentar las posibilidades de desarrollar diabetes al elevar los niveles de azúcar en la sangre.
También incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte a nivel mundial.
Excederse en las horas de sueño puede afectar la concentración y el rendimiento cerebral durante el día. Además, puede provocar desequilibrios metabólicos, ya que reduce la actividad física y puede llevar a comer fuera de los horarios habituales, lo que a menudo resulta en problemas de peso, como la obesidad.
Dormir poco es igual de malo
Según la Clínica Mayo, dormir menos de siete horas por noche de manera constante se relaciona con una salud deficiente en los adultos.
Esto puede incluir aumento de peso, un índice de masa corporal de 30 o más, diabetes, presión arterial alta, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y depresión.
Varios factores pueden influir en la cantidad de horas de sueño necesarias para cada persona. Algunos de estos factores incluyen:
- La calidad del sueño es esencial. Si tu descanso se ve interrumpido con frecuencia, es probable que no estés durmiendo lo suficientemente bien, independientemente de la cantidad de horas.
- La privación de sueño previa puede aumentar la necesidad de dormir más horas para recuperarse.
- El embarazo puede afectar la calidad del sueño debido a cambios hormonales y molestias físicas.
- A medida que envejecemos, nuestros patrones de sueño tienden a cambiar. Los adultos mayores suelen experimentar un sueño más ligero, les cuesta más conciliar el sueño y pueden despertarse más veces durante la noche.
La importancia de dormir bien
Según un informe de la Sociedad Española de Neurología, casi la mitad de los adultos experimentan problemas para dormir, y solo alrededor del 16.5% de los jóvenes entre 18 y 34 años informan de un sueño adecuado.
Esto subraya la importancia de un buen descanso para la salud física y mental, como destacan la Dra. Carla Estivill y la Dra. Marta Rubio en el programa de radio Onda Cero. Y es que no tener un buen descanso puede afectar negativamente a nuestro cuerpo de varias maneras:
- Fatiga y falta de energía: puede hacer que te sientas cansado y sin energía durante el día.
- Problemas de concentración y memoria: el sueño deficiente dificulta la concentración, el enfoque y la capacidad de recordar información.
- Estado de ánimo alterado: puede contribuir a cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad, ansiedad o depresión.
- Mayor riesgo de enfermedades: la falta crónica de sueño aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.
- Sistema inmunológico debilitado: un sueño insuficiente debilita el sistema inmunológico, lo que hace que seas más susceptible a resfriados, gripes y otras enfermedades infecciosas.
- Problemas metabólicos: afecta negativamente al metabolismo, aumentando el riesgo de problemas como la resistencia a la insulina y el aumento de peso.