THE OBJECTIVE
OPINIÓN

¿Qué hay detrás de la autoestima? Esta es mi conclusión para amarnos incondicionalmente

Debemos aprender a amarnos aceptando lo que somos realmente, como hacemos con los demás

¿Qué hay detrás de la autoestima? Esta es mi conclusión para amarnos incondicionalmente

Buenaventura del Charco | @ventura.psicologo

La autoestima parece la panacea, la solución mágica, a casi cualquier problema psicológico. Nos la plantean de forma que, si eres capaz de conseguir tener alta autoestima (¿alguien la tiene realmente? ¿quién no está incómodo con cosas de sí mismo?) casi nada te afectará especialmente, y serás una especie de monje budista-jedi imperturbable. 

Es por esto que internet está lleno de artículos sobre cómo tener buena autoestima, técnicas para aumentar la autoestima y mejorar autoestima baja o similares, pero más allá de esta fotografía, miremos lo que ha pasado cuando se han implementado intervenciones en torno a esta idea.

En base a estas supuestas mejoras, desde 1990, se han realizado ambiciosos programas, sobre todo en los colegios e institutos, para conseguir aumentar la autoestima o ser capaces de tenerla alta.

El resultado ha sido más bien tirando a decepcionante: los problemas psicológicos han aumentado lejos de disminuir, y esto ocurría incluso en muchas personas que tenían más autoestima.

¿Qué ha pasado entonces?

En primer lugar, esto evidencia que no todo es psicológico, y que variables sociales y económicas, como las redes sociales o la inestabildiad laboral, tienen un impacto enorme en el bienestar emocional y psicológico de las personas.

En segundo lugar, que, la autoestima o no es tan importante, o como creemos muchos psicólogos, como concepto o está mal planteada: la autoestima se plantea como una evaluación de nosotros mismos, y el resultado de dicho autoexamen, determinará si podemos sentirnos bien o no, con nosotros mismos.

Amor propio
Amor propio

Creo que esto es algo perverso, ya que no entiendo por qué íbamos a decidir poner en manos de algo, el determinismo de querernos o no.

También porque el amor, para ser tal, debe basarse en la aceptación no sólo de lo bueno, sino también de nuestros defectos, de permitirnos ser incondiconalmente y de estar dispuestos a amarnos a pesar de que consigamos las cosas o no.

¿Por qué queremos a los demás sin condiciones, y sin embargo, nos las ponemos para amarnos a nosotros mismos? A nuestros amigos, familiares o pareja, no le hacemos pasar un examen de lo bueno y lo malo y en base a ese resultado decidimos si los amamos o no.

Es más, siendo plenamente consciente de sus defectos, partes feas y lo que huele a excremento en ellos, decidimos amarlos.

Esa es la grandeza del amor, y si funciona así, la auotestima que es amor propio, debería funcionar en base a los mismos términos.

Pero más allá de un mal planteamiento, esta evaluación ha llevado a dos cosas: por un lado la necesidad continua de éxito y aprobación para sentir que “pasamos el examen”, lo que ha llevado a mucho halago vacío y desvinculado del mérito, simplemente para calmar nuestro miedo o crear una autoestima de cartón piedra en el otro (que es lo que hacen muchos psicólogos) o, por otro lado, a desarrollar una potente autocrítica y sentimientos de culpabilidad.

Esto puede parecer sorprendente, pero si te dicen machaconamente mensajes como “para estar bien tienes que tener buena autoestima” o “la culpa es que no te quieres”, a pesar de la apariencia buenista y terapeútica, tenemos un profundo juicio y culapabilizar a quien no está bien: si tuvieras autoestima todo sería fetén, y por tanto, si estás mal, es culpa tuya que no te quieres.

Además, la autocrítica y el perfeccionismo también se ven aumentados porque claro, si la autoestima depende de un examen que determina el valor de uno mismo, ¿quién querría suspenderlo?

Esto nos lleva a una búsqueda neurótica de logros, de éxitos, de tener “partes buenas” que nos crea muchísima presión y ansiedad para estar a la altura, y un profundo miedo de no ser válidos.

Es por esto que veo especialmente importante recalcar, que debemos derribar el término de autoestima y sustituirla por amor propio, por lo que debemos aprender a amarnos a pesar de nuestros defectos, aceptando lo que somos realmente, tal y como hacemos con quienes amamos. Y es que el amor propio, como cualquier otro, o es empático, compasivo e incondiconal, o no lo es.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D