Este es el sustituto del azúcar en los chicles que ahora la ciencia recomienda tomar con cautela
Muy utilizado en la industria alimentaria, un reciente estudio avala sus riesgos potenciales a nivel cardiovascular
Relevante y prometedor, aunque a pequeña escala. Tanto como para no pecar de alarmistas, pero sí para tenerlo en cuenta a medio y largo plazo. Así es el estudio de Cleveland Clinic, en Estados Unidos, que ha puesto sobre aviso de un edulcorante largamente utilizado en la industria alimentaria. Se trata del xilitol, un sustituto del azúcar que suele estar especialmente presente en los chicles.
Publicado en European Heart Journal, una de las revistas científicas más relevantes del continente en cuanto a salud cardiovascular, el estudio ha puesto el foco sobre el xilitol, un edulcorante de amplísimo recorrido. Como decimos, muy relevante en la industria alimentaria, donde sus virtudes como sustituto del azúcar son ampliamente conocidas, el xilitol ahora parece encontrarse en un impasse relevante.
No es, además, el primero de los edulcorantes que se encuentra en este complejo limbo de lo recomendable o no. De hecho, la OMS recientemente advirtió también de no utilizar determinados edulcorantes para adelgazar. Del mismo modo, como decimos, tampoco es el primero de estos edulcorantes que ven cómo su consumo puede ser menos recomendado de lo que parecía.
Otro estudio, publicado en la revista Nature, ponía sobre aviso de los riesgos para la salud cardiovascular del consumo de erititrol. Conocido también por su habitual uso en la industria alimentaria como sustituto del azúcar, el eritritrol aparecía así como otro elemento a evitar. A ello se suma, como se comprobado ahora, el xilitol y sus riesgos potenciales.
No son los únicos. Más investigaciones refrendan que edulcorantes como el aspartamo o la sucralosa también podrían tener riesgos cardiovasculares. Eso no quita que sean algunos estudios observacionales. Tal y como prueba esta investigación española en la que aconsejan mantener cautela antes de considerar carcinogénicos a determinados edulcorantes como el aspartamo. Lo advierten teniendo en cuenta el carácter observacional, por lo que pueden existir factores de confusión residuales.
Qué es el xilitol
El xilitol es un alcohol de azúcar, también conocido como un poliol, que se utiliza como sustituto del azúcar en la industria alimentaria. Tiene un sabor dulce similar al del azúcar convencional, pero con menos calorías, lo que lo convierte en una opción popular para productos destinados a personas que buscan controlar su ingesta calórica o gestionar condiciones como la diabetes. Además, el xilitol no causa picos significativos en los niveles de glucosa en sangre y tiene beneficios para la salud dental, ya que inhibe el crecimiento de bacterias que causan caries.
La síntesis del xilitol para su uso en la industria alimentaria generalmente implica varios pasos. Aunque puede encontrarse de forma natural en pequeñas cantidades en frutas y verduras, su producción comercial se realiza a gran escala a partir de dos fuentes principales: la xilosa y la hemicelulosa, presentes en materiales vegetales como el maíz y la madera de abedul.
Después, el xilitol resultante se incorpora en una variedad de productos alimenticios, como chicles, caramelos, productos de panadería y bebidas. También se utiliza en productos para el cuidado dental. Además de su bajo contenido calórico y su efecto positivo en la salud dental, el xilitol no es fermentable por las bacterias de la boca, lo que significa que no contribuye a la formación de caries, de la que ya te alertamos en THE OBJECTIVE.
Qué dice la ciencia
Hasta la fecha, la mayor parte de la literatura científica se había puesto del lado de los posibles beneficios del xilitol. Los pocos ejemplos que se encuentran de sus riesgos están generalmente asociados a síntomas gastrointestinales. Esto se debe a que el xilitol no es digerible y, por tanto, a ser fermentable, puede producir malestares intestinales.
No obstante, insistimos en que la ciencia lo había avalado con cierta abundancia, recomendando su uso para combatir la caries bucal o incluso siendo relevante en la gestión de la diabetes tipo 2. Sin embargo, este último supuesto solo se ha testado en ratas y no en humanos.
La cuestión, como iniciábamos el reportaje, es que ahora podría haberse camino a una realidad menos halagüeña: la de la salud cardiovascular. El estudio de Cleveland Clinic, en un estadio muy inicial, comprobó que el xilitol aumenta la reactividad plaquetaria. También que incrementa el potencial de la trombosis en vivo. Por estos motivos, comentan que el xilitol se puede asociar a un riesgo incidente de accidentes cardiovasculares mayores como infartos, anginas de pecho o ictus. También, como es evidente, con la formación de trombos y las consecuentes trombosis.
No obstante, insistimos en que de entrada no hay necesidad de alarmismo. El propio estudio corrobora que son necesarias más investigaciones, tanto en tiempo como en cantidad, para comprobar los riesgos potenciales del xilitol.