La paradoja de la salud dental en España: más dentistas que la media, pero casi nadie los visita

En España se da una extraña paradoja en el ámbito de la salud bucodental. Tenemos más dentistas que la tasa recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero los españoles no acuden al odontólogo ni una vez al año. Y a esta dicotomía hay que agregar otra más, y es que España es el país de Europa donde más implantes dentales se ponen (cerca de un millón y medio al año).

Son datos del Consejo General de Dentistas, que en su último informe analiza la situación de los últimos quince años y señala un incremento «totalmente descontrolado» y no regulado del número de estos médicos especialistas en nuestro país. De esta forma, según el INE, la cifra real de dentistas es de 40.417, es decir, uno por cada 1.171 habitantes, cuando la media de la OMS es de uno por cada 3.500.

Por el contrario, en el año 2022, solo asistió al dentista el 51% de la población. Esto significa que la media de visitas por habitante al año no llega ni a una, situándose en 0,7%. «En España no se ha hecho cultura de acudir al odontólogo con carácter preventivo», apunta a THE OBJECTIVE Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas, que critica la «poca salida» que el Estado les da a estos profesionales en nuestro país, que alberga el 40% de las facultades de odontología de Europa.

Menos de un euro por habitante

En estos momentos, España cuenta con 24 facultades de odontología (12 públicas y 12 privadas) que suman un total de 1.750 egresados anuales de media, lo que representa el 14% de los nuevos dentistas en toda Europa. «El 80% de los licenciados piden el certificado de buena conducta necesario para trabajar en otros países de la UE», señala Castro, que calcula que unos 7.000 dentistas españoles trabajan en países como Francia, Inglaterra, Alemania u Holanda donde les ofrecen mejores condiciones de laborales.

Los expertos aseguran que en España no hay una toma de conciencia sobre la importancia de tener una buena salud bucodental. De ahí que solo el 51% de la población acudiese a este médico especialista el año pasado. No obstante, la falta de democratización de la salud bucodental –haciéndola más accesible para que llegue a todos– también es un factor clave que repercute directamente en las pocas visitas.

Como ejemplo, el año pasado Francia buscaba 50 dentistas españoles con sueldos de hasta 130.000 euros al año para varias ciudades de la nación gala. Además no se exigía al candidato experiencia mínima. En la actualidad, son varias las ofertas que el país vecino ofrece a nuestros dentistas con salarios que superan los 3.000 euros mensuales para recién graduados.

Beneficios del sector

Por contra, en España, asegura el jefe de los odontólogos, hay profesionales del sector cobrando el 15% de lo que facturan. «No llegan ni a mil euros», afirma, asegurando que ahora contamos con unas 25.000 clínicas dentales abiertas «incapaces» de absorber a todos los egresados anuales de las facultades. Estos, en palabras de Óscar Castro, quedan abocados al «paro o a la inmigración».

En nuestro país, la financiación pública para la atención dental (2%) dista mucho de la media europea (31%). Son datos del último informe ‘La Salud Bucodental en la Unión Europea’, que analiza y compara los principales parámetros en los diferentes países.

En él se observa como España ocupa la parte baja del ranking en cuanto a la participación pública en el gasto dental con una cobertura pública de tan solo el 2%. Esto es, el 97% de los pagos sale del bolsillo del paciente. Por contra, Alemania, Austria y Luxemburgo se sitúan como los países europeos donde la participación pública en el gasto dental es mayor, con un 75%.

«La salud bucodental es un derecho no es no lujo. El Estado debería de implementar todas las medidas para que el ciudadano  acceda a él», señala el presidente del Consejo General de Dentistas, que recuerda que para este año el Gobierno apenas ha destinado 45 millones en la última partida bucodental. Ni un euro por habitante.

Por último, Castro ha querido incidir en la necesidad de una  Ley de Sociedades Profesionales para evitar que fondos buite y de inversión se hagan con clínicas y cadenas dando lugar a casos tan escandalosos como los de Vivanta, y advierte a modo de conclusión: «Si te hacen ofertas de 3×1, alguien lo está pagando por otro lado».