Crisis existencial en el trabajo: formas de atajar la frustración profesional, según una experta
La experta Silvia Soria nos orienta para tomar el mejor camino en caso de que estemos pasando por un mal momento laboral
Las vacaciones tienen una doble cara: por un lado, uno está feliz de poder disfrutarlas; por otro, no son pocos los que se plantean su presente y futuro en su trabajo. Esto último no es raro, ya que «en un mundo donde el equilibrio entre la vida personal y laboral se ve constantemente amenazado, es habitual que muchas personas se enfrenten a una crisis existencial provocada por una gran frustración profesional», detalla a THE OBJECTIVE Silvia Soria, mentora de orientación vocacional y emprendimiento consciente, además de ser la fundadora de Universo Poderosas.
Si te sientes identificado con las anteriores líneas, sigue leyendo para ver cómo puedes salir de esta situación y qué camino tomar de aquí en adelante.
Crisis existencial: formas de atajar la frustración profesional
Lo primero que debemos tener en cuenta es saber si realmente sufrimos una crisis existencial. Y para ello hay que conocer de qué estamos hablando: «Hay diversos motivos que nos pueden conducir a una crisis personal profunda: experiencias personales traumáticas, cambios significativos en nuestra vida, una enfermedad grave… y también la insatisfacción laboral y la falta de propósito. Cuando atravesamos una crisis existencial, es común sentir una falta de motivación y de interés grave, apatía ante la vida y tener la sensación de que nada tiene sentido, de que estamos perdidos», detalla Soria.
«Uno puede empezar por preguntarse de dónde viene ese malestar, qué parte de su vida lo está causando. Y, a veces, identificar que viene del ámbito laboral no es tan sencillo. Nos podemos sentir a gusto en el trabajo, tener una buena relación con los compañeros e incluso considerarlo ‘cómodo’, pero quizás hay algo que nos mueve por dentro y nos dice que ese no es el camino, que eso no es lo hemos venido a hacer a este mundo», matiza la experta en ayudar a mujeres en crisis profesional.
Nos podemos sentir a gusto en el trabajo, pero quizás hay algo que nos mueve por dentro y nos dice que ese no es el camino, que eso no es lo hemos venido a hacer a este mundo
«El deseo de cumplir un propósito vital no es el mismo en todas las personas, así que no tiene por qué aflorar en todos del mismo modo. Pero si se está pasando por una crisis existencial por culpa del trabajo es fundamental no ignorarlo y aceptarlo para poder salir adelante», añade.
¿Qué podemos hacer para salir adelante?
Lo primero que deberíamos hacer es mirar hacia nosotros mismos y preguntarnos cuestiones como:
- ¿Cuál es tu pasión?
- ¿Qué es lo que más disfrutas, pasarías horas haciendo y te hace sentir completo?
- ¿Por qué no haces de ello tu profesión?
Unas cuestiones que, a priori, pueden parecer simples, sin embargo, «no lo son para todo el mundo. ¿Por qué? Porque hace falta un conocimiento profundo de nosotros mismos. No nos suele gustar hacer ese trabajo de introspección tan necesario para encontrar las respuestas a todas esas preguntas que van surgiendo cuando observamos creencias, valores y miedos que sin darnos cuenta nos han condicionado durante años; pensamientos limitantes que van enterrando muchas veces nuestras pasiones y talentos, como si el simple hecho de imaginar que nos dedicamos a aquello que nos hace felices fueran cosa de niños». señala Soria.
Aunque el camino puede no ser fácil, la satisfacción de vivir de acuerdo con nuestro propósito y en equilibrio con nuestras aspiraciones personales y profesionales es una recompensa que vale la pena
Así que «hay que mirar hacia dentro, fortalecer nuestra autoestima, desechar las creencias limitantes, escuchar nuestras motivaciones, reconocer los valores que nos identifican, redescubrir pasiones y estar alerta a las señales físicas y emocionales que nos envían. Y buscar ayuda profesional si sentimos que todo este proceso es demasiado abrumador para hacerlo solos».
Explorando nuevas posibilidades profesionales
Llegados a este punto, la experta aboga por «integrar todo lo que hemos descubierto con las metas profesionales. Definir el propósito vital conlleva tiempo, no basta con saber qué nos apasiona y cuáles son nuestros valores, sino entender cómo podemos encajar todas las piezas del puzzle y darle salida en el ámbito laboral».
Así, podemos responder a:
- qué quiero hacer,
- con qué fin,
- cuál será nuestro impacto en el mundo y
- cómo lo voy a hacer.
Es decir, «definir una visión clara de lo que queremos lograr sin olvidarnos de explorar las opciones profesionales que hay ahí fuera, pero partiendo, ahora sí, de una base de autoconocimiento mucho más sólida».
Pasar a la acción
Una vez que tenemos todo claro, es el momento de elegir: ya sea un trabajo alineado a nuestro propósito vital, seguir el camino del emprendimiento o formarse en el ámbito que sea necesario. «La decisión está en uno mismo, y la definición de tu propósito dará la respuesta», matiza Soria, que recomienda establecer un plan de acción a corto, medio y largo plazo, ya que «es imprescindible para no salirse del camino. Saber dónde queremos llegar nos dará la confianza que necesitamos para seguir adelante y para vivir alineados con nuestra vocación».
«Aunque el camino puede no ser fácil, la satisfacción de vivir de acuerdo con nuestro propósito y en equilibrio con nuestras aspiraciones personales y profesionales es una recompensa que vale la pena», finaliza la experta, animando así a todos aquellos que se sienten atrapados en una realidad profesional y personal con la que no son felices.