Melasma: cómo deshacerte de esas manchas y conseguir una piel radiante
Afecta con mayor frecuencia a mujeres y se presenta con mayor prevalencia en personas con pieles morenas
El melasma, también conocido como cloasma o máscara del embarazo, es una condición común de la piel que causa manchas oscuras, generalmente en la cara. Estas manchas, que suelen ser de color marrón o grisáceo, aparecen con mayor frecuencia en las áreas expuestas al sol, como las mejillas, la frente, el puente de la nariz y el labio superior. Aunque el melasma no es una afección grave, puede ser una preocupación estética importante para muchas personas, especialmente para las mujeres.
¿A quién afecta más?
Afecta con mayor frecuencia a mujeres que a hombres, y se presenta con mayor prevalencia en personas con pieles morenas, como las de origen latino, indio, mediterráneo o del Medio Oriente. Los cambios hormonales son un factor importante en el desarrollo del melasma, por lo que es común durante el embarazo (conocido como cloasma gravídico),la menopausia o en mujeres que usan anticonceptivos orales. La exposición al sol también juega un papel fundamental en la aparición y empeoramiento del melasma.
¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma principal del melasma son las manchas oscuras en la piel, que pueden ser:
- Marrones
- Grisáceas
- Irregulares
- Más notorias en las áreas expuestas al sol
¿Cómo se diagnostica?
Un dermatólogo puede diagnosticar el melasma con un simple examen de la piel. En algunos casos, se puede realizar una biopsia de piel para descartar otras afecciones.
¿Cómo se trata?
El tratamiento del melasma depende de la severidad de la condición y de los factores subyacentes. Algunas opciones de tratamiento incluyen:
- Cremas despigmentantes: contienen ingredientes que aclaran la piel.
- Peelings químicos: exfolian la capa superior de la piel para eliminar las células pigmentadas.
- Terapia con láser: utiliza luz láser para destruir las células que producen melanina.
- Luz pulsada intensa (IPL): similar al láser, utiliza luz pulsada para eliminar las células pigmentadas.
- Cambios en el estilo de vida: evitar la exposición al sol, usar protector solar de alta protección y evitar ciertos medicamentos o suplementos hormonales.
¿Se puede prevenir?
No existe una forma segura de prevenir el melasma, pero puedes reducir tu riesgo siguiendo estos consejos:
- Limita la exposición al sol: usa protector solar de amplio espectro con SPF 30 o superior todos los días, incluso en días nublados.
- Cúbrete la piel: usa un sombrero de ala ancha, gafas de sol y ropa protectora cuando estés al aire libre.
- Evita ciertos medicamentos: habla con tu médico sobre los riesgos y beneficios de tomar anticonceptivos orales u otros medicamentos hormonales.
- Controla los cambios hormonales: si estás embarazada o en la menopausia, habla con tu médico sobre cómo manejar los cambios hormonales.
Tipos de melasma
Se reconocen tres tipos principales de melasma según su ubicación:
- Melasma epidérmico: aparece en la capa superior de la piel (epidermis), provocando manchas marrones bien definidas.
- Melasma dérmico: se produce en la capa más profunda de la piel (dermis), resultando en manchas de color grisáceo azulado.
- Melasma mixto: es la combinación de ambos tipos, presentando manchas con características de ambos.
¿Qué impacto tiene?
Si bien el melasma no representa un riesgo para la salud física, puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes lo padecen:
- Aspectos psicológicos: afecta la autoestima, la imagen corporal y puede generar ansiedad o depresión.
- Preocupaciones estéticas: las manchas faciales pueden ser una fuente de incomodidad e insatisfacción.
- Interacciones sociales: puede ocasionar timidez o retraimiento en situaciones sociales.