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Dolor de espalda en verano: por qué hay más lumbago y ciática y cómo remediarlo

Una época de aparente calma se puede convertir en una auténtica tortura por elementos triviales

Dolor de espalda en verano: por qué hay más lumbago y ciática y cómo remediarlo

Una mujer con dolor de espalda. | ©Freepik.

Durante el verano, el dolor de espalda se convierte en una molestia frecuente para muchas personas. Lumbago, lumbalgias y ataques de ciática están a la orden del día durante las vacaciones. Los hábitos de vida sedentarios, la falta de ejercicio físico y la edad juegan un papel fundamental en el desarrollo de este tipo de dolores y lesiones.

A medida que envejecemos, nuestras articulaciones y músculos pueden debilitarse, aumentando la susceptibilidad a sufrir estas molestias. Además, la falta de actividad física regular puede conducir a una musculatura débil y a una postura incorrecta, factores que también contribuyen al dolor de espalda. También conviene conocer nuestro cuerpo y saber que, por ejemplo, hay patologías que nos confunden. Algo que sucede con la llamada falsa ciática, de la que ya te hablamos en THE OBJECTIVE.

El dolor de espalda en verano se agrava debido a los cambios en la rutina y a la adopción de actividades que no son habituales en nuestra vida cotidiana. Las vacaciones son un periodo en el que muchos intentan relajarse y disfrutar, pero también es una época en la que los hábitos poco saludables pueden pasar factura. El aumento de la actividad física sin la preparación adecuada y las posturas incorrectas adoptadas durante largos periodos pueden desencadenar episodios de dolor agudo en la espalda.

En verano, podemos esperar un repunte de dolores de espalda debido a la combinación de factores mencionados. La relajación de las normas de ejercicio, las actividades recreativas intensas y las condiciones climáticas extremas pueden agravar estas dolencias. Es crucial entender que, aunque el verano es una época para disfrutar, también debemos cuidar nuestro cuerpo y prevenir lesiones que puedan arruinar nuestras vacaciones.

Dolor de espalda en verano: por qué esta amenaza regresa

Un hombre con dolor de espalda en verano
Los cambios de temperatura, el estrés, el viaje o el aumento de ejercicio físico pueden pasar factura al dolor de espalda. ©Freepik.

El dolor de espalda en verano puede ser una amenaza recurrente debido a diversos factores. El primero de ellos es la propia naturaleza del dolor de espalda, que puede aparecer por múltiples razones. Una mala postura, el estrés acumulado, la falta de ejercicio o incluso un colchón inadecuado pueden ser desencadenantes habituales de lumbalgia y lumbago. El nervio ciático también puede verse afectado, provocando dolor agudo que se irradia desde la parte baja de la espalda hasta las piernas.

Uno de los elementos típicamente veraniegos que pueden influir en la aparición del dolor de espalda son los cambios constantes de temperatura. Pasar de espacios calurosos a ambientes fríos con aire acondicionado puede provocar contracturas musculares. Estos cambios bruscos afectan la musculatura de la espalda, que se contrae y se tensa, dando lugar a dolores y molestias.

Los viajes largos y las posturas incómodas en coches, trenes o aviones también son factores que contribuyen al dolor de espalda en verano. Pasar muchas horas sentado en una posición inadecuada puede ejercer una presión excesiva sobre la columna vertebral y los músculos circundantes, desencadenando dolor. Es habitual que durante las vacaciones realicemos desplazamientos largos que, si no se hacen de manera adecuada, pueden agravar estas molestias.

El aumento de la actividad física sin la preparación adecuada es otro factor a tener en cuenta. En verano, muchas personas aprovechan para practicar deportes o realizar actividades al aire libre que no suelen hacer durante el resto del año. Sin una preparación física previa, estos excesos pueden sobrecargar los músculos y articulaciones, provocando lesiones y dolores de espalda. Además, el estrés asociado a las vacaciones, como la planificación de viajes o la gestión del tiempo libre, también puede contribuir a la aparición de estas molestias.

Cómo evitar y prevenir el dolor de espalda en verano

Para evitar el dolor de espalda en verano, es fundamental tomar algunas precauciones. El reposo adecuado es esencial para permitir que el cuerpo se recupere de cualquier esfuerzo o lesión. Trabajar con un fisioterapeuta puede ser muy beneficioso para tratar y prevenir problemas de espalda. Reducir el nivel de intensidad del deporte y aumentar la actividad física de manera gradual es clave para evitar lesiones.

Las terapias con calor también pueden ser efectivas para aliviar el dolor muscular y mejorar la circulación sanguínea en la zona afectada. Aplicar calor local en la zona dolorida ayuda a relajar los músculos y a reducir la rigidez. Si el dolor persiste o es muy intenso, es recomendable consultar con un médico. Este profesional puede recomendar el uso de productos analgésicos o antiinflamatorios, ya sean orales o tópicos, para aliviar el dolor y permitir una recuperación más rápida.

Diagnóstico de la ciática.
El tratamiento con fisioterapia puede aliviar el dolor de espalda en verano. ©Freepik.

El verano es una época para disfrutar, pero también es importante cuidar de nuestra salud. Adoptar medidas preventivas y ser conscientes de las limitaciones de nuestro cuerpo nos permitirá disfrutar de unas vacaciones libres de dolor de espalda. Mantener un estilo de vida activo y saludable, junto con una buena preparación física, es la mejor manera de prevenir estas molestias y asegurarnos de que el verano sea una época de bienestar y disfrute.

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