Las nueve claves para ser una persona segura de sí misma, según la filosofía estoica
Aprender sobre uno mismo es crucial, ya que el éxito personal está estrechamente ligado a cuán seguro te sientes
Creer en uno mismo va más allá de ser simplemente un sentimiento; es una forma de ver la vida. La falta de autoconfianza puede socavar silenciosamente tus objetivos y sueños.
Desde la perspectiva estoica, la autoconfianza se basa en conocer y aceptar tanto nuestras fortalezas como nuestras debilidades, utilizándolas a nuestro favor. Esta confianza genuina surge de nuestro interior, no de los elogios externos o de la aprobación ajena.
Epicteto, un destacado filósofo estoico, nos enseña que no debemos preocuparnos por lo que no podemos controlar, sino enfocar nuestros esfuerzos en lo que sí podemos: nuestras actitudes, pensamientos y acciones.
¿Cómo se forma la autoconfianza?
Una parte esencial de la autoconfianza es la autenticidad. Y es que es fundamental ser honesto contigo mismo acerca de quién eres, en qué crees y lo que realmente deseas.
Según esta filosofía, al gobernar tu vida según tus propios valores y no según las expectativas de los demás, creas una profunda sensación de paz interior y firmeza, que es clave para una autoconfianza verdadera.
Además, la autoevaluación es crucial para fortalecer la seguridad en uno mismo. Al mirar hacia dentro, puedes identificar áreas de mejora y reconocer tus logros.
Este proceso continuo de aprendizaje y crecimiento nos ayuda a superar nuestras dudas y a enfrentar los desafíos con fortaleza.
Para el estoicismo, la verdadera autoconfianza se construye a través de la acción, no solo de la reflexión, y algunas de las estrategias a seguir para ganar esa confianza y seguridad en uno mismo son:
1. Entiéndete a ti mismo
Comprenderte a ti mismo es el primer paso para construir la autoconfianza. No se trata solo de analizarte, sino de revelar quién eres realmente en lo más profundo.
Epicteto, un famoso pensador estoico, aconseja mirarnos detenidamente para mostrar nuestras verdaderas motivaciones y miedos.
La verdadera autoestima emerge al observar cómo tus pensamientos, sentimientos y acciones se alinean. Esta alineación es lo que fortalece tu confianza.
¿Cómo podemos aplicar esto? Reflexiona sobre tu primera reacción cuando enfrentas dificultades. ¿Actúas impulsivamente o respondes según lo que realmente crees? La autoconfianza crece cuando actúas no por miedo o para impresionar, sino porque te conoces a ti mismo y eres honesto contigo.
Cada día, antes de reaccionar, tómate un momento para preguntarte: ¿Soy realmente yo? ¿Es esto lo que quiero? Cada elección consciente no solo construye tu confianza, sino que también demuestra tu sinceridad contigo mismo.
2. Entiende la fuerza de tus pensamientos y creencias
La forma en que interpretas las cosas, cómo te hablas a ti mismo y lo que crees sobre ti y tus habilidades afecta tu confianza.
Si comienzas a tener una conversación interna más positiva y eliminas las dudas sobre ti mismo, podrás cambiar la manera en que te ves.
Valorar tus sentimientos es esencial para el autoconocimiento. Y es que tus emociones pueden revelarte mucho sobre lo que realmente te importa y lo que te asusta.
Si prestas atención a tus sentimientos y comprendes por qué surgen, aprenderás mucho sobre lo que te motiva y lo que no.
3. Algunas cosas no pueden cambiar
Enfócate en las cosas que puedes cambiar y acepta aquellas que no puedes. Este es un concepto clave del estoicismo. No se trata de rendirse, sino de aceptar las cosas como son. Epicteto decía que lo que realmente importa no es lo que nos sucede, sino cómo respondemos a ello.
Aceptar lo que no puedes cambiar y trabajar en lo que sí puedes te hará a la larga más fuerte y te proporcionará una calma que reflejará la verdadera confianza.
4. Concédele importancia a lo que realmente importa
Presta atención a lo que es verdaderamente importante y deja de lado lo demás. La filosofía estoica sostiene que la calidad de nuestra vida depende en gran medida de en qué elegimos enfocar nuestra energía.
Como dijo Marco Aurelio, nuestra vida está moldeada por nuestros pensamientos. Prestar atención a lo que es realmente importante requiere práctica y autocontrol, ya que con tantas distracciones, mantener la concentración es difícil.
5. Aumenta tu resistencia
La resistencia no es algo con lo que naces, sino que se desarrolla. Se trata de transformar problemas en oportunidades de mejora.
Como dijo Séneca, no es lo que te sucede, sino cómo lidias con ello, lo que realmente muestra quién eres. En el estoicismo, cada problema es una lección disfrazada. Pregúntate ante cada dificultad: ¿Qué puedo aprender de esto?
6. Sé agradecido
Cuando te concentras en lo que tienes en lugar de en lo que no tienes, puedes mantener una actitud positiva incluso en tiempos difíciles.
Aprecia los pequeños momentos y bendiciones. Marco Aurelio decía: «Cuando te despiertes por la mañana, piensa en qué privilegio tan precioso es estar vivo, respirar, pensar y disfrutar del amor.» Comienza cada día enumerando tres cosas por las que estás agradecido.
7. Rodéate de personas que te nutran
Estar cerca de personas que te apoyan y comprenden es muy útil en momentos difíciles. Estas conexiones no solo te hacen sentir mejor, sino que también te ofrecen un respaldo emocional esencial.
Te recuerdan que no enfrentas desafíos solo y que tienes una red de apoyo que te ayuda a superar obstáculos. La empatía y el aliento de quienes te rodean pueden ofrecer perspectivas valiosas y fortalecer tu resiliencia, lo que hace que las adversidades sean más manejables.
8. Sé más humilde
La humildad es muy importante en la filosofía estoica y es una de las mejores cualidades que una persona puede tener. Según Epicteto, si crees que lo sabes todo, no puedes aprender nada nuevo.
La humildad te permite aprender, mejorar y conectarte verdaderamente con los demás. Una persona humilde conoce sus límites y valora el conocimiento y las aportaciones de los demás. Sabe que siempre hay algo más por aprender y una manera de mejorar.
Escuchar más y hablar menos, respetar las opiniones de los demás y aceptar que no siempre tienes que tener la razón son actitudes de una persona humilde.
9. Vive acorde con tus valores
La verdadera y duradera confianza proviene de vivir de acuerdo con tus creencias más importantes. No basta con saber en qué crees; es necesario actuar diariamente en consecuencia. Esto significa ser honesto y veraz contigo mismo, algo que los estoicos consideran crucial.
Como dijo Epicteto: «Hablar de hacer lo correcto no es suficiente; debes realmente hacerlo.» Los valores personales son muy importantes, ya que funcionan como una brújula que guía tus acciones y da forma a tu vida.