Cambiar de país: «Vivir en Australia había sido un sueño desde hace más de 12 años»
Cada vez más personas consideran la posibilidad de mudarse al extranjero debido al empeoramiento de calidad de vida
Con alquileres que consumen la mitad del sueldo, salarios que apenas alcanzan para cubrir las necesidades básicas y el creciente costo de la vida, vivir dignamente en España se ha vuelto un desafío. Ante toda esta situación, muchos jóvenes optan por buscar una vida mejor en otros lugares.
Tal es el caso de María Eugenia Vela Zarzuela, una joven de 33 años de Íscar, Valladolid, que decidió trasladarse a Australia en busca de nuevas oportunidades. THE OBJECTIVE ha contactado con ella para conocer más sobre su experiencia.
Un sueño y una oportunidad
Con una sólida formación académica en Geografía, Ordenación del Territorio, Proyectos de Obra Civil, y Diseño de Interiores, decidió dejar su trabajo en un estudio de arquitectura en Madrid para perseguir su sueño de vivir en Australia, un deseo que llevaba más de una década en su corazón.
María Eugenia nos contará cómo ha sido empezar de cero en Australia, los desafíos que ha enfrentado, y cómo ha logrado equilibrar su vida profesional y personal en Queensland.
También nos hablará sobre lo que más le ha sorprendido de Australia y lo que más echa de menos de España. Su historia es un ejemplo de valentía y pasión, y nos enseña que, aunque salir de la zona de confort puede ser difícil, especialmente dar ese primer paso, «al final se agradece porque la experiencia de conocer mundo va mucho más allá» explica.
PREGUNTA. –¿Por qué decidió emprender esta aventura?
RESPUESTA. – Trabajaba en un estudio de Arquitectura en Madrid y me encantaba lo que hacía pero un día
pensé… ¿Ya está? ¿Voy a estar sentada en una oficina para el resto de mi vida? Ahora o nunca.
¡Y es que la vida es así… mejor arrepentirse por hacer algo que quedarse con las ganas!
P.-¿Por qué quiso irse Australia y no a otro país?
R.-Vivir en Australia había sido un sueño desde hace más de 12 años. Me parecía todo muy exótico y tenía curiosidad por descubrir cómo era el mundo Down Under, celebrar una Navidad en verano, viajar a rincones increíbles de este lado del planeta y comprobar si de verdad el agua gira en sentido contrario al hemisferio norte.
P.-¿Cómo empezó de cero en un país totalmente nuevo?
R.-Creo que soy una persona que necesita cambiar de escenario cada cierto tiempo y volver a sentir esa adrenalina de las primeras veces (conocer gente nueva, explorar otras culturas, comunicarse en un idioma diferente…).
Me encantan los cambios de etapa y a veces siento que me estoy “traicionando” si me acomodo. ¡Y aunque obviamente también da miedo, las ganas siempre pueden más!
P.-¿Qué es lo que más le costó al principio de esta aventura?
R.-La verdad es que el comienzo fue bastante bueno, enseguida conocí gente maravillosa, me defendía bien con el idioma y a los pocos días de llegar encontré trabajo y casa, que era lo más complicado.
Creo que me costó un poco más, ya pasados algunos meses, cuando intentar compaginar estudios, trabajo y vida social se convirtió en una locura, porque en mi caso yo no vine “de Erasmus”. ¡La escuela donde estudio es muy exigente y trabajo en eventos, por lo que cada día es una historia diferente (también en cuanto a horario y localización) y a mí que no me gusta perderme ningún plan, tenía que organizarme mucho para poder hacerlo todo!
La vida aquí va a mil por hora y aunque me encante, he de reconocer que he tenido muchos momentos de agobio y estrés.
P.-¿Qué aprendizaje diría que le está ofreciendo esta experiencia?
R.-Si algo aprendes cuando vives en el extranjero es a buscarte la vida y sacarte las castañas del fuego, tú solito. ¡El nivel de madurez que adquieres en tan poco tiempo está a años luz del que hubieras tenido si nunca hubieras salido de tu zona de confort!
¡Mudarse a Europa es mucho más sencillo (por papeleo y cercanía), porque Australia también te enseña que puedes tener los planes de futuro que quieras, que ya se encarga ella de darles la vuelta!
P.-Cuéntenos qué hace por allí
R.-Para ir a Australia se necesita un visado, y en mi caso ya no cumplía las condiciones para pedir Work & Holiday así que mi única opción era la Student Visa.
Por suerte, me encanta aprender cosas nuevas y decidí añadirle más valor a mi aventura estudiando Diseño de Interiores, algo que me apasionaba y que se complementaba con la experiencia que ya tenía en el ámbito de la Arquitectura.
En cuanto al trabajo, soy camarera, pero el concepto es muy diferente al que tenemos en España, aquí las condiciones son prácticamente inmejorables.
Además, yo me dedico a eventos, lo que me ha permitido presenciar conciertos, festivales, ferias, partidos de rugby, el campeonato de tenis al que asistió Rafa Nadal, el mundial femenino (que ganó España), carreras de caballos, polo, cenas de gala con altos cargos de la política australiana… y está muy bien pagado, aunque para mí el dinero no lo es todo, prefiero también disfrutar.
P.-¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de Australia?
R.-Lo que más me llama la atención de Australia son sus paisajes increíbles. Tengo mucha suerte de poder vivir en el estado de Queensland, donde cada isla, cada playa, cada pueblito parece el paraíso.
P.-¿Cree se vive mejor en Australia o en España?
R.-España sería el mejor país del mundo para vivir si los salarios fueran dignos, lo tenemos todo: gastronomía, arte, cultura, fiesta, buen tiempo, lugares preciosos, ese carácter que tanto nos define… pero sin duda en Australia hay más calidad de vida. La seguridad y la capacidad de ahorro son factores a resaltar en el país de los canguros.
P.-¿Qué es lo que más echa de menos de España?
R.-Echo de menos muchas cosas de España: mi familia, mis amigos, la comida, la cultura, lo cerca que está todo (en comparación con Australia, que puedes estar tres horas sobrevolando el país sin salir del mismo estado…), que en verano anochezca súper tarde, el ambiente que se respira en las calles.
P.-Qué es lo que más le gusta de su vida allí
R.-La libertad. Siempre he sido muy independiente y muy libre, pero aquí el término es en palabras mayúsculas. Libertad financiera porque dispones de dinero para vivir, disfrutar y poder construir un futuro, no solo para sobrevivir; Libertad y flexibilidad de poder elegir tus horarios de trabajo; Libertad de no estar atado a la construcción social de que hay una única forma de vida válida; Libertad de irte de vacaciones cuando quieres y no ser esclavo del trabajo 11 meses al año; Libertad de ser quien quieras ser, sin que nadie te juzgue; Libertad de poder volver de noche a tu casa sin miedo.
P.-¿Por qué se caracteriza Australia?
R.-Diría que lo más característico de Australia es su fauna. Hay un montón de animalitos que solo existen aquí: koalas, canguros, wombats, quokkas (todos adorables) y algunos que aunque no sean autóctonos, te puedes encontrar “fácilmente”: arañas, cocodrilos, tiburones, medusas asesinas o ballenas.
P.-¿Cuáles son los lugares que más le han gustado? ¿Llegó a ver las playas color rosa debido a la Antártida?
R.- Sin duda el lugar más especial en el que he estado en mi vida es la Gran Barrera de Coral. ¡He tenido la oportunidad tanto de hacer snorkel como de sobrevolarla y no hay palabras para describirlo, fue un sueño hecho realidad! Pero he visitado un montón de sitios mágicos: el Daintree Forest, Whiteheaven Beach, los Twelve Apostles, la Ópera de Sydney, la zona surfera de Coolangatta, el faro de Byron Bay, la isla de North Stradbroke…
P.-¿Recomendaría ir Australia?
R.-¡Lo recomiendo 100%! ¡Es una experiencia única! Pero hay que ser consciente que nadie te va a regalar nada, hay que esforzarse para conseguir lo que nos proponemos, y aunque la mayoría del tiempo todo será muy guay y merecerá mucho la pena, también habrá momentos difíciles. ¡La vida aquí se vive muy intensamente!
P.-¿Un consejo?
R.- Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para nada. Si te lo estás pensando, te animo a que te lances a la aventura. ¡Lo peor que te puede pasar es que vuelvas a casa con un montón de recuerdos y experiencias que guardarás de por vida! Eso sí, te advierto que no se vuelve siendo el mismo y que habrá crisis existenciales por no saber a dónde perteneces nunca más, porque todo sigue igual, pero tú has crecido muchísimo.
P.-¿Cree que volverá a España?
R.- Me encantaría volver, aunque no sé si laboralmente tendría un buen futuro allí. Lo peor de vivir en Australia es que está muy lejos, pero si se da la oportunidad me quedaré unos años más y después el destino dirá, quizá pruebe suerte en algún país de Europa.