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¿Qué es el síndrome post-vacacional, cuánto dura y cómo superarlo?

Este síndrome se manifiesta con síntomas como fatiga, desmotivación, irritabilidad y dificultades para concentrarse

¿Qué es el síndrome post-vacacional, cuánto dura y cómo superarlo?

El síndrome post- vacacional | Canva

El regreso de las vacaciones puede tener diversas consecuencias, y una de las más comunes es el síndrome post-vacacional.

Este fenómeno se refiere a la sensación de desgana, irritabilidad y desmotivación que muchas personas experimentan al reincorporarse a su rutina laboral tras un período de descanso.

Aunque a veces se minimiza, esta condición es más frecuente de lo que se piensa y puede afectar tanto el bienestar emocional como el rendimiento en el trabajo.

Conocer sus causas y cómo gestionarlo es fundamental para una transición más suave de vuelta a la vida cotidiana.

¿En qué consiste este síndrome?

El síndrome post-vacacional se puede describir como una dificultad que experimentan algunos trabajadores al reincorporarse a sus labores después de un período de vacaciones.

Durante esta etapa, el cuerpo sufre cambios y alteraciones tanto físicas como psicológicas, directamente relacionadas con la vuelta al trabajo.

Estos cambios impactan el estado de ánimo y la energía física, provocando un malestar general. Este síndrome afecta principalmente a personas menores de 45 años.

Aunque la comunidad científica no ha llegado a un acuerdo sobre si el síndrome post-vacacional debe considerarse una enfermedad, los síntomas que se experimentan son similares a los de un trastorno o enfermedad, razón por la cual también se le conoce como depresión post-vacacional.

Crisis existencial en el trabajo
Síndrome post-vacacional

Un estudio de Adecco reveló que uno de cada tres trabajadores padece este síndrome, mientras que el 66% restante experimenta algunos de sus síntomas.

¿Cuáles son sus causas?

Algunas razones por las que se produce el síndrome post-vacacional son:

  • Desajustes en los horarios: durante las vacaciones, es común alterar nuestras rutinas, lo que afecta a nuestros biorritmos o reloj interno. Acostarse tarde, dormir durante el día o cambiar drásticamente los hábitos alimentarios pueden contribuir a la aparición del síndrome.
  • Condiciones laborales desfavorables: la desmotivación también puede estar relacionada con un ambiente de trabajo negativo, falta de comunicación, malas relaciones entre empleados y jefes, o una presión laboral excesiva, lo que dificulta el regreso al trabajo después de las vacaciones.
  • Falta de motivación en el trabajo: la situación laboral y las funciones desempeñadas son factores clave. Si una persona no se siente motivada en su trabajo, es probable que experimente el síndrome post-vacacional al regresar de las vacaciones.
  • Vacaciones breves: algunas personas no tienen suficientes días para relajarse, descansar y desconectarse de su rutina diaria. Unas vacaciones cortas pueden aumentar el estrés y la ansiedad, impidiendo que se disfruten adecuadamente.
  • Vacaciones demasiado largas: por otro lado, un período vacacional excesivamente largo puede ser contraproducente, ya que el trabajador puede desconectarse demasiado, lo que dificulta la vuelta a la rutina diaria. Sin embargo, no existe un consenso sobre la duración ideal de las vacaciones.
  • Incapacidad para desconectarse: a veces, aunque se disponga de suficientes días de vacaciones, no se logra desconectar de la rutina, lo que impide un descanso adecuado. Esto puede llevar a que el cansancio acumulado no disminuya o incluso aumente, siendo un factor importante en la aparición del síndrome post-vacacional.

¿Cómo superar este síndrome?

Para gestionar mejor el impacto emocional que conlleva volver a la rutina, es recomendable hacer una transición lo más gradual posible.

  1. Regresa a tu lugar de residencia habitual con unos días de antelación. Aunque es tentador aprovechar las vacaciones hasta el último momento, hacerlo podría dificultar la vuelta al trabajo. Llegar unos días antes permite una adaptación más suave.
  2. Ajusta tu horario gradualmente. Durante las vacaciones, disfrutar de más horas de sueño es un placer, pero retomar el trabajo requiere cumplir horarios. Es útil comenzar a regular tu horario de sueño unos días antes de volver.
  3. Recupera tus hábitos alimenticios y la rutina de ejercicio de forma gradual. Volver a la normalidad es importante, pero no te apresures. Date el tiempo necesario para retomar tus hábitos y disfrutar de sus beneficios. Recuerda que, según W. James, se necesitan 21 días para establecer un hábito, aunque este tiempo varía según la persona y su motivación. Ten en cuenta que necesitarás tiempo para volver a habituarte.
  4. Organiza tu agenda laboral priorizando las tareas más urgentes. La organización es esencial, especialmente después de las vacaciones. Si no puedes completar todas las tareas pendientes, anótalas en una lista para realizarlas tan pronto como sea posible. Así evitarás que te agobien y te roben energía.
  5. Establece objetivos realistas y comienza por los más pequeños. Sobrecargarte con demasiadas metas al regresar al trabajo solo aumentará la sensación de descontrol y podría llevarte al bloqueo. Es mejor fijar objetivos alcanzables y siempre en términos positivos. Los pequeños cambios son claves para generar un cambio más grande.
  6. Disfruta de cualquier momento libre, por pequeño que sea. Los pequeños placeres pueden hacer más llevadero el regreso al trabajo. Un buen plan podría ser reunirse con compañeros para charlar sobre las vacaciones durante una pausa.
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