Estos son los cinco alimentos que retrasan el envejecimiento, según la ciencia
Los científicos han descubierto que hay determinados alimentos que pueden aumentar nuestra longevidad
Las fresas pueden retrasar el envejecimiento. | Unsplash
Retrasar el envejecimiento y, por ende, aumentar la longevidad, es algo que cada vez interesa más a nosotros, la gente de a pie, ya los científicos, que han logrado importantes avances en la comprensión de cómo podemos vivir más tiempo y con mejor salud.
Evidentemente, nadie puede luchar contra el paso de los años, pero a medida que los investigadores profundizan en los mecanismos del envejecimiento, sus estudios indican que este proceso podría ser en parte modificable.
Cinco alimentos retrasan el envejecimiento, según la ciencia
El envejecimiento es un proceso complejo y no lineal que se estima comienza entre los 30 y 39 años de vida. No obstante, cada persona envejece a su propio ritmo. Algunas personas conservan sus capacidades cognitivas y físicas hasta edades avanzadas, mientras que otras comienzan a experimentar signos de envejecimiento desde los 20 años. Y aunque la genética y la biología juegan un papel fundamental, el ritmo del envejecimiento también está fuertemente influido por factores como la dieta, el ejercicio, el consumo de tabaco, el estrés, el sueño y las relaciones sociales.
Al respecto, investigaciones recientes han demostrado que este proceso es sumamente complejo y que no puede explicarse por una única causa. La teoría más aceptada es, pues, que el envejecimiento se produce por una combinación de factores genéticos, biológicos y ambientales que interactúan y se superponen a distintos niveles. De esta forma, podemos retrasar el envejecimiento a través de nuestra dieta, y más en concreto si consumimos estos cinco alimentos, recogidos por Insidetracker:
1. Brotes de brócoli
La familia de las verduras crucíferas tiene un sulforafano fundamental, un compuesto que puede prevenir la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y mejorar los síntomas del autismo.
Para aprovecharnos de estas ventajas, los expertos recomiendan que escojamos brotes de brócoli en lugar de la verdura ‘adulta’ en sí, ya que los primeros contienen entre 50 y 100 veces la cantidad de sulforafanos que el brócoli maduro y otras verduras crucíferas. De hecho, los brotes de brócol tienen entre 10 y 100 veces más glucorafanina (un antioxidante de acción prolongada) que el brócoli adulto.
2. Fresas
La fisetina, un flavonoide natural que se encuentra en las fresas, estimula las vías de señalización que mejoran la memoria a largo plazo, tal y como han comprobado los investigadores del Instituto Salk de Estudios Biológicos.
Además, este compuesto vegetal actúa como antioxidante y reduce la inflamación en el cuerpo. Más recientemente, los científicos han descubierto que también funciona matando las células senescentes, uno de los sellos distintivos del envejecimiento.
El experto en envejecimiento y longevidad Paul D. Robbins y su equipo examinaron los efectos de la fisetina sobre el envejecimiento y la longevidad en roedores. Descubrieron que los ratones expuestos a ella vivieron un 10% más y experimentaron menos problemas relacionados con la edad que el grupo de control incluso a una edad más avanzada.
3. Granada
En 2016, el Dr. Johan Auwerx, especialista en envejecimiento y enfermedades, y su equipo descubrieron que un compuesto llamado urolitina A (un compuesto que se forma en nuestro intestino al consumir ciertos tipos de alimentos, como las granadas) regeneraba las mitocondrias en los gusanos. De hecho, aumentó su esperanza de vida en más del 45%. Estos resultados les impulsaron a probar sus hallazgos en roedores, y los efectos demostraron ser similares. Los ratones mayores mostraron signos de aumento de la mitofagia y terminaron con una mejor resistencia al correr (+42%) en comparación con el grupo de control.
Con estos resultados alentadores, el Dr. Auwerx comenzó a realizar pruebas en humanos. El equipo realizó un estudio doble ciego aleatorizado, controlado con placebo en el que administraron urolitina A a adultos mayores. El grupo que recibió el suplemento mostró una mejora en las mitocondrias y la salud celular en comparación con el grupo de control. Así, se demostró que la urolitina A tiene potencial para mejorar la salud mitocondrial a través de la mitofagia, la biogénesis y la salud celular en humanos.
4. Espinacas
Los investigadores han demostrado que el folato juega un papel importante en el mantenimiento de la integridad del ADN y su metilación, los cuales influyen en la longitud del telómero, la cual disminuye con la edad; los telómeros más cortos se asocian con una menor supervivencia y una mayor incidencia de enfermedades.
Pero también podemos influir en su desgaste a través de factores dietéticos y de estilo de vida. Las personas mayores con dietas más saludables tienden a tener telómeros más largos, mientras que las personas con enfermedades crónicas a menudo los tienen más cortos. Las verduras y hortalizas son una gran fuente de folato. Entre ellos, destacan la col, las espinacas y las acelgas.
5. Hongos
Los científicos Robert Beelman y Michael Kalaras, quienes han liderado la investigación sobre los hongos y sus propiedades antienvejecimiento, descubrieron en 2017 que estos alimentos contienen niveles excepcionalmente altos de dos poderosos antioxidantes: glutatión y L-ergotioneína.
El glutatión a menudo se conoce como el ‘antioxidante maestro’, ya que que protege las células del daño y el estrés y desintoxica el cuerpo. Los niveles adecuados ayudan a prevenir muchas enfermedades relacionadas con el envejecimiento, ya que los niveles bajos a menudo se asocian con una mayor incidencia de cáncer, diabetes y enfermedades cardíacas.
Muchos alimentos comunes contienen este compuesto, y originalmente se creía que las concentraciones más altas estaban en los espárragos (3,9 mg/g de peso seco). Pero recientemente estos científicos descubierto que los hongos en realidad tienen más del doble de glutatión (7,8 mg/g de peso seco).
