Así afecta a la visión la salud mental: cómo conocer su vinculación con la vista
Causa o consecuencia, lo cierto es que ambas realidades están más vinculadas de lo que se suele creer
Persona con problemas de visión.
La salud mental tiene un impacto significativo en el bienestar general. Tanto como para influir en muchos aspectos de nuestra vida diaria, desde el estado emocional hasta la capacidad cognitiva y física. Sin embargo, a menudo se pasa por alto cómo trastornos como la ansiedad, el estrés y la depresión pueden afectar otras funciones corporales menos evidentes, como la salud visual. Aunque la mayoría de las personas asocian problemas de vista con el envejecimiento o las enfermedades oculares, cada vez más estudios sugieren que la salud mental puede tener una relación directa con la calidad de nuestra visión.
Es común pensar que la vista solo se deteriora por factores físicos como el cansancio ocular o el uso prolongado de pantallas. Sin embargo, el estado emocional y mental de una persona también juega un papel crucial en cómo percibimos y gestionamos las alteraciones visuales. Desde la percepción borrosa hasta el síndrome visual informático, muchas afecciones de la vista pueden estar exacerbadas por altos niveles de estrés y trastornos emocionales.
El vínculo entre la salud mental y la vista puede parecer sutil al principio, pero no por ello menos importante. Mientras las enfermedades de la salud mental se consideran como condiciones que afectan mayormente la cognición o las emociones, hay un cuerpo creciente de evidencia que revela que estas pueden influir directamente en nuestra capacidad visual. Lo más alarmante es que, al ser una relación menos conocida, muchos no reciben el tratamiento adecuado. Dejando así sin abordar los efectos colaterales que los trastornos mentales tienen sobre la vista.
La relación entre salud mental y salud visual
La ansiedad y el estrés son dos de los principales responsables de la conexión entre la salud mental y los problemas de visión. Diversos estudios han señalado que personas que sufren altos niveles de estrés o ansiedad tienden a experimentar síntomas como visión borrosa, fatiga ocular e incluso sensibilidad a la luz. Un estudio reciente sobre el síndrome visual informático encontró que el estrés actúa como mediador en la relación entre este síndrome y trastornos como la ansiedad y la depresión.
Por su parte, la depresión también ha demostrado estar relacionada con un deterioro visual más rápido, particularmente en personas mayores. Un estudio longitudinal en los Estados Unidos demostró que la pérdida de visión está fuertemente asociada con el desarrollo de síntomas depresivos. También que las personas que padecen depresión o ansiedad tienen más probabilidades de reportar problemas visuales a largo plazo. Estos resultados destacan cómo la vista y la salud mental pueden estar estrechamente vinculadas a través de un ciclo bidireccional en el que los problemas de visión alimentan la ansiedad y la depresión, y viceversa.
Otro estudio llevado a cabo en la población holandesa encontró que la disminución de la agudeza visual a menudo afecta el sentimiento de control personal y la autoestima. En este sentido, puede exacerbar los síntomas depresivos. Los investigadores descubrieron que el nivel de depresión en las personas con problemas de visión puede mediarse en gran medida por estos factores psicológicos. El estudio avalaría así que sugiere que mejorar la autoestima y el sentimiento de dominio personal podría ayudar a mitigar los efectos negativos de la mala vista sobre la salud mental.
Salud mental y mala vista: ¿causa o efecto?
A menudo surge la pregunta: ¿qué fue primero, la pérdida de calidad visual o los problemas de salud mental? Aunque parece claro que la mala vista puede conducir a una reducción de la calidad de vida y un aumento del estrés y la ansiedad, la relación no siempre es tan directa. Un estudio en personas mayores británicas reveló que aquellos con problemas visuales tenían una probabilidad significativamente mayor de sufrir depresión. No obstante, este vínculo se vio parcialmente moderado por factores como la incapacidad para realizar actividades diarias.
Por otro lado, un informe publicado en JAMA Ophthalmology sugiere que la relación entre visión y salud mental es bidireccional. En este caso, las personas con síntomas depresivos o ansiosos tienden a reportar una peor calidad visual. Lo cual sugeriría que sugiere que, en algunos casos, los problemas de visión pueden ser una manifestación de una salud mental deteriorada. Al contrario de lo que pensaría como causa directa. Esto refuerza la idea de que tanto la vista como la salud mental deben abordarse de manera conjunta para romper este ciclo vicioso.
Finalmente, otro estudio en adolescentes libaneses relacionó el estrés visual causado por el uso prolongado de pantallas con un aumento en los niveles de ansiedad y depresión. El estudio concluyó que los síntomas relacionados con el síndrome visual informático no solo afectan la salud visual. En este sentido, advierten de también tienen un efecto más profundo en la salud mental de lo que creemos.
