El consejo de Enrique Rojas para las personas que les cuesta estar en soledad
Estos pensamientos pueden ser difíciles de manejar y, en algunos casos, conducir a episodios de ansiedad
Enrique Rojas | @enriquerojasoficial
En una sociedad hiperconectada y acelerada, la soledad es a menudo vista como un estado que debemos evitar. Sin embargo, el psiquiatra Enrique Rojas ha enfatizado en sus redes sociales la importancia de aprender a estar solo como una herramienta esencial para la salud mental.
Según Rojas, «aprender a estar solo es aprender a controlar nuestros pensamientos«, una habilidad que muchos suelen pasar por alto, pero que resulta crucial para gestionar las emociones y el bienestar psicológico.
La soledad como oportunidad para la introspección
Para Enrique Rojas, estar solo no debería interpretarse como algo negativo, sino como una oportunidad para profundizar en nuestro autoconocimiento.
En esos momentos de quietud, en los que nos enfrentamos a nuestros pensamientos sin distracciones, es frecuente que afloren reflexiones relacionadas con el pasado o temores sobre el futuro.
Estos pensamientos pueden ser difíciles de manejar y, en algunos casos, conducir a episodios de ansiedad o malestar emocional.
No obstante, Rojas subraya que la clave no está en evitar la soledad, sino en aprender a gestionarla. Este proceso implica reconocer esos pensamientos, comprender su origen y aprender a redirigirlos para evitar que afecten negativamente nuestra estabilidad emocional.
¿Cuándo la soledad se vuelve perjudicial para la salud?
La soledad puede transformarse en un factor perjudicial para la salud cuando se convierte en un sentimiento persistente de aislamiento o desconexión social.
Según el psicólogo y experto en bienestar emocional John T. Cacioppo, considerado uno de los mayores investigadores en el tema de la soledad, esta emoción se vuelve nociva cuando se experimenta de forma crónica, ya que está vinculada a una serie de problemas de salud mental y física.
Cacioppo explica que la soledad prolongada activa una «respuesta de amenaza» en el cerebro, lo que aumenta el estrés y puede generar efectos adversos como ansiedad, depresión, e incluso enfermedades físicas como problemas cardiovasculares .
Además, el psiquiatra Enrique Rojas señala que la soledad no gestionada puede llevar a las personas a desarrollar dependencia emocional y a buscar constantemente compañía para evitar el enfrentamiento con sus propios pensamientos negativos.
Este tipo de soledad, lejos de fomentar el autoconocimiento, puede aumentar la vulnerabilidad emocional y limitar la autonomía personal, dificultando el bienestar mental.
Enfréntate a la soledad de forma sana
Para enfrentarse a la soledad de forma saludable, Rojas sugiere el uso de herramientas que ayuden a redirigir o procesar estos pensamientos intrusivos.
Por ejemplo, actividades como la lectura, la música o cualquier pasatiempo que nos apasione pueden proporcionar una desconexión temporal de las preocupaciones diarias.
Estas actividades funcionan no solo como una distracción positiva, sino también como una forma de cultivar un espacio mental sereno que ayuda a reducir la ansiedad.
Al dedicarnos a actividades que disfrutamos, creamos un ambiente propicio para la reflexión positiva, un aspecto que favorece el crecimiento personal y permite mantener un estado de calma.
Estas herramientas son especialmente útiles para aquellos momentos en los que la soledad trae consigo pensamientos difíciles.
Beneficios de aprender a estar solo
Uno de los mensajes centrales de Rojas es que la soledad, lejos de ser un estado que debemos temer, puede convertirse en una oportunidad para conocernos mejor.
Al aprender a gestionar nuestros pensamientos en soledad, desarrollamos habilidades que nos permiten enfrentar nuestras emociones sin necesidad de depender constantemente de la compañía de otros.
Aprender a estar solo y gestionar la soledad tiene beneficios a nivel emocional, mental y hasta físico. Al desarrollar la capacidad de enfrentar los pensamientos negativos que puedan surgir en la soledad, no solo fortalecemos nuestra salud mental, sino que también reducimos el riesgo de dependencia emocional.
Además, la práctica de la introspección contribuye a un mayor autoconocimiento, lo que facilita la toma de decisiones y la gestión de situaciones estresantes en otros aspectos de la vida.
