Con estos alimentos japoneses podrás vivir más de 100 años
La longevidad de la población japonesa es una de las más altas del planeta llegando a superar los 100 años
La longevidad de la población japonesa es una de las características que más llama la atención al resto de la población del planeta. Y es que, este país cuenta con uno de los índices de esperanza de vida más altas del planeta, con un promedio de más de 80 años. De hecho, es normal entre la sociedad de Japón, que muchas personas alcancen y superen el siglo de vida.
Pero la dieta japonesa es mucho más que una selección de alimentos, es un estilo de vida que pone en el foco en la alimentación y el equilibrio entre la actividad física y mental. Por eso, la forma de preparar los alimentos típica de su gastronomía, acompañada de un estilo de vida activo y de prácticas de bienestar como la meditación forman una combinación poderosa que contribuye a la extraordinaria longevidad que caracteriza a Japón.
Alimentos japoneses que aumentan la esperanza de vida
1. Natto
El natto es uno de los alimentos japoneses más desconocidos en el resto del mundo. Sin embargo, es muy utilizado en la dieta japonesa por sus beneficios para la salud. Se trata de un alimento fermentado, que contiene una bacteria llamada Bacillus subtilis y promueve una flora intestinal saludable.
El alto contenido en vitamina K2 del natto es clave, ya que fortalece los huesos y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Aunque su sabor y textura pueden resultar demasiado fuertes para algunos, el natto es común en la dieta japonesa y se asocia con una mejor salud ósea y cardiovascular, lo que facilita una vida más longeva.
2. Pescado azul
El pescado, sobre todo el pescado azul como el salmón, la caballa y el atún, es otro alimento fundamental en la dieta japonesa. Este tipo de pescado es rico en ácidos grasos omega-3, que reducen la inflamación y protegen el corazón. Además, contribuyen a la disminución de los niveles de colesterol, la reducción de la presión arterial y el fortalecimiento de la salud cerebral.
En Japón, el consumo de pescado es parte de vida diaria, lo cual se vincula con una menor incidencia de enfermedades crónicas como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, dos factores críticos en la longevidad.
3. Algas
El consumo de verduras frescas y de temporada es esencial en la dieta japonesa. Alimentos como el daikon (rábano japonés), el pepino y las espinacas aportan vitaminas y minerales esenciales.
Otro componente destacado son las algas marinas, como el wakame y el nori, que contienen yodo, calcio y hierro, nutrientes fundamentales para preservar el tiroides, la densidad ósea y el sistema inmunológico.
4. Soja
La soja es una fuente importante de proteína en la dieta japonesa, lo que la convierte en un excelente sustituto de las proteínas animales. Otros alimentos derivados de la soja, como el tofu y el miso, son ampliamente consumidos. Estos alimentos no solo son bajos en grasas saturadas, sino que también contienen fitoestrógenos, compuestos que pueden ayudar a equilibrar las hormonas y reducir el riesgo de cáncer de mama y próstata.
5. Té verde
Conocido por sus propiedades antioxidantes, especialmente por contener catequinas, que ayudan a combatir el daño celular y a reducir la inflamación. Además, el té verde mejora el metabolismo, lo que ayuda en el control del peso y reduce el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2.
6. Arroz integral
El arroz integral es consumido en muchas regiones de Japón debido a su contenido de fibra, minerales y vitaminas, especialmente la vitamina B y el magnesio. El consumo de granos enteros, en lugar de arroz blanco refinado, promueve una mejor digestión, un nivel de azúcar en sangre estable y una salud cardiovascular fortalecida. La fibra de los granos también ayuda a mantener una flora intestinal saludable, que como se ha demostrado, es clave en el aumento de la esperanza de vida.
7. Cítricos
Las frutas, especialmente los cítricos como el yuzu y la mandarina japonesa, son comunes en la dieta japonesa. Estas frutas son ricas en vitamina C, antioxidantes y fibra, lo que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la piel y reducir la inflamación.
Alimentación y flora intestinal
Un factor que se destaca en investigaciones recientes es la composición única de la flora intestinal de los japoneses. Los estudios han demostrado que los centenarios japoneses poseen una microbiota intestinal muy diversa, lo que está asociado con una mejor salud inmunológica y una menor tendencia al desarrollo de enfermedades.
Los alimentos fermentados, como el natto y el miso, ayudan a promover esta diversidad bacteriana, lo cual es esencial para una buena digestión, la prevención de infecciones y la reducción de inflamaciones crónicas, factores clave para una vida prolongada.