¿Qué es mejor tomar café con leche o café americano?
Esta bebida es una de las más consumidas en todo mundo por su amplia variedad de preparaciones

Dos tipos de cafés | Canva
La elección entre tomar café con leche o café americano puede depender de tus preferencias personales, objetivos de salud y necesidades diarias. Ambos tienen sus beneficios y limitaciones, y cada uno ofrece una experiencia única al paladar.
Café americano: puro y ligero
El café americano es una versión diluida del café espresso, preparada al agregar agua caliente. Esta bebida se caracteriza por ser baja en calorías y mantener los beneficios más puros del café. Alguno de sus beneficios son:
- Bajo en calorías: una taza de café americano aporta solo 2 calorías, siendo ideal para quienes buscan una opción ligera.
- Rico en antioxidantes: los polifenoles presentes en el café ayudan a combatir los radicales libres, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas.
- Estimulante natural: la cafeína mejora la concentración, la memoria y el estado de alerta.
- Aliado para el metabolismo: puede acelerar la quema de grasas y aumentar el gasto energético.
- Menor impacto digestivo: al no contener leche, es menos probable que cause malestar estomacal en personas sensibles a los lácteos.
El café americano, al igual que otras formas de café negro, puede ser demasiado ácido para algunas personas y generar molestias gástricas si se consume en exceso.
Además, su alto contenido de cafeína puede causar insomnio, ansiedad o nerviosismo si se exceden las cuatro tazas diarias recomendadas (400 mg de cafeína, según la FDA).
Café con leche: cremoso y reconfortante
El café con leche combina café con una porción de leche, ya sea animal o vegetal, lo que lo convierte en una bebida más suave y cremosa. Esta mezcla tiene un perfil nutricional diferente al café americano. Sus beneficios son:
- Efecto antiinflamatorio potencial: un estudio de la Universidad de Copenhagen sugiere que la combinación de polifenoles del café y proteínas de la leche podría tener propiedades antiinflamatorias.
- Aporte de calcio y proteínas: la leche agrega nutrientes esenciales para la salud ósea y muscular.
- Reducción de la acidez: la leche neutraliza parcialmente la acidez del café, lo que puede beneficiar a personas con sensibilidad gástrica.
- Sabor más suave: es una opción ideal para quienes encuentran el café negro demasiado intenso.
El café con leche tiene un contenido calórico más alto que el americano, especialmente si se le añade azúcar o crema, pudiendo superar fácilmente las 100 calorías por taza.
Además, en personas intolerantes a la lactosa o sensibles a las proteínas de la leche, podría causar molestias digestivas.

Café con leche vs. Café americano: ¿cuál elegir?
La mejor opción depende de tus necesidades, objetivos de salud y preferencias personales:
- Elige café americano si…
- Buscas una bebida baja en calorías.
- Prefieres un sabor más puro y concentrado.
- Necesitas una opción con menos impacto en la digestión.
- Elige café con leche si…
- Deseas una bebida más cremosa.
- Quieres agregar calcio y proteínas a tu dieta.
- Tienes sensibilidad a la acidez del café negro.
Consejos para un consumo saludable
Seguir estos consejos te permitirá disfrutar del café de manera responsable y saludable.
1. Controla las porciones
Es importante no exceder las cuatro tazas diarias de café, ya que el consumo excesivo de cafeína puede tener efectos adversos en la salud.
Según las recomendaciones de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos), el límite seguro para la mayoría de las personas adultas saludables es de 400 miligramos de cafeína al día, lo cual equivale aproximadamente a cuatro o cinco tazas de café.
2. Cuida los aditivos
Los aditivos que acompañan al café, como el azúcar, jarabes saborizados, o las cremas, son una fuente importante de calorías adicionales.
3. Selecciona leche de calidad
Si decides añadir leche a tu café, es crucial elegir versiones que sean saludables. Las opciones más adecuadas incluyen:
- Leche baja en grasa: optar por leche descremada o semi-descremada puede reducir el contenido calórico y graso, manteniendo al mismo tiempo el sabor cremoso.
- Leches vegetales: leches vegetales como la almendra, avena, soya, o coco son excelentes alternativas, especialmente para personas intolerantes a la lactosa o con alergias. Además, muchas leches vegetales están fortificadas con vitaminas esenciales como la D y el calcio.
- Evita leches con azúcares añadidos: algunas leches, especialmente las versiones de sabor, contienen azúcares añadidos. Es mejor optar por leches sin azúcares adicionales para evitar un exceso calórico.