Marian Rojas: «Si tienes uno de estos siete síntomas, tu cuerpo necesita magnesio»
La doctora destaca la importancia de reconocer las señales de alerta que el cuerpo envía cuando necesita este mineral

Alimentos con magnesio | Canva
El magnesio es un mineral esencial para el correcto funcionamiento del organismo. Su papel es fundamental en la producción de energía, la relajación muscular y el equilibrio del sistema nervioso. La doctora Marian Rojas ha destacado la importancia de este mineral y ha señalado algunos síntomas clave que pueden indicar una deficiencia de magnesio en el cuerpo. Si experimentas alguno de estos signos, es posible que necesites aumentar tu consumo de magnesio a través de la alimentación o suplementos.
1. Espasmos musculares en los ojos o en las piernas
Uno de los primeros signos de deficiencia de magnesio son los espasmos musculares, especialmente en los ojos o en las piernas. Según Marian Rojas, estos movimientos involuntarios son una señal de que el cuerpo necesita magnesio para relajar los músculos y evitar calambres. Este mineral ayuda en la transmisión nerviosa y en la contracción muscular, por lo que su ausencia puede provocar espasmos incómodos.
2. Fatiga y falta de energía
El magnesio juega un papel clave en la producción de energía a nivel celular. Si el cuerpo no recibe suficiente magnesio, puede luchar por mantenerse en marcha, lo que provoca sensación de cansancio constante y falta de vitalidad. La doctora Rojas explica que sin magnesio, las células no pueden producir energía de manera eficiente, dejando al organismo sin fuerzas para afrontar el día a día.
3. Insomnio o dificultad para dormir
Si te das vueltas en la cama y no puedes conciliar el sueño, es posible que tu cuerpo necesite más magnesio. Este mineral contribuye a la relajación cerebral y la regulación del sistema nervioso, facilitando el descanso. Rojas señala que una deficiencia de magnesio impide que la mente se apague por completo, haciendo que dormir se vuelva un desafío.

4. Hormigueo en las manos y los pies
El hormigueo o entumecimiento en las extremidades puede ser una señal de que el cuerpo no está recibiendo suficiente magnesio. Este mineral es fundamental para la función nerviosa, y su ausencia puede afectar la transmisión de impulsos eléctricos en el sistema nervioso. Según Marian Rojas, esta sensación de hormigueo es un aviso del organismo que no debe ser ignorado.
5. Estrés y ansiedad
El magnesio tiene un efecto calmante sobre el sistema nervioso y ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Una deficiencia de este mineral puede hacer que las personas se sientan más ansiosas, irritables y con dificultades para manejar el estrés diario. La doctora Rojas enfatiza que mantener niveles adecuados de magnesio puede contribuir a mejorar el bienestar emocional.
6. Dolor de cabeza frecuente
Las migrañas y dolores de cabeza recurrentes pueden estar relacionados con una baja cantidad de magnesio en el cuerpo. Este mineral ayuda a relajar los vasos sanguíneos y mejora la circulación, por lo que su deficiencia puede aumentar la probabilidad de sufrir dolores de cabeza intensos.
7. Problemas digestivos
El magnesio también es fundamental para la digestión y el funcionamiento del intestino. Su deficiencia puede provocar estreñimiento y malestar digestivo. Según la doctora Rojas, mantener niveles óptimos de magnesio puede favorecer un tránsito intestinal saludable y prevenir problemas digestivos crónicos.

¿Cómo aumentar el consumo de magnesio?
A pesar de su importancia, muchas personas no consumen las cantidades adecuadas en su dieta diaria. Si buscas mejorar tu bienestar y optimizar tu alimentación, es fundamental conocer cómo incrementar la ingesta de magnesio de manera sencilla y efectiva.
- Frutos secos (almendras, nueces, anacardos)
- Espinacas y otras verduras de hoja verde
- Legumbres (garbanzos, lentejas, frijoles)
- Plátanos
- Chocolate negro
- Semillas de calabaza y girasol
- Pescados como el salmón y la caballa
Además, en algunos casos puede ser recomendable el uso de suplementos de magnesio bajo la supervisión de un profesional de la salud.