Entendiendo el dolor de cuello: qué puedo hacer en el día a día para evitar las cervicalgias
Pequeños gestos cotidianos pueden afectar más de lo que parece a un dolor que no se debe normalizar

Una mujer con dolor de cuello. | Freepik
Lo conoces de sobra, vives con él más de lo que querrías y aún así no sabes como combatirlo. Sus síntomas se te hacen familiares y es que el dolor de cuello es una afección común que afecta a personas de todas las edades. Especialmente en países desarrollados, donde predominan los trabajos sedentarios, esta molestia se ha convertido en una constante. La adopción masiva de dispositivos móviles, como los smartphones, ha introducido hábitos posturales que obligan a mantener posiciones forzadas, incrementando la incidencia de las cervicalgias. Algunos de ellos, como el text neck, ya han aparecido en las páginas de THE OBJECTIVE.
La postura inclinada hacia adelante al utilizar estos dispositivos ejerce una presión adicional sobre las vértebras cervicales. Este estrés prolongado puede derivar en tensiones musculares y dolores persistentes en el cuello. Además, la falta de actividad física y las largas horas frente a pantallas contribuyen al debilitamiento de la musculatura cervical, aumentando la susceptibilidad a lesiones y molestias.
Algo de lo que advierten incluso desde la Universidad de Harvard. Por eso, reconocer la influencia de nuestros hábitos diarios en la salud del cuello es fundamental. Es importante comprender que pequeños cambios en la rutina y la adopción de ejercicios específicos pueden marcar una diferencia significativa. Incluso más de lo que pensamos, para proteger la salud cervical.
Por qué me duele el cuello: etiología de las cervicalgias
El dolor de cuello puede originarse por diversas causas, siendo la tensión muscular y las distensiones las más frecuentes. Actividades cotidianas, como mantener la cabeza inclinada hacia adelante al usar dispositivos móviles o trabajar largas horas frente al ordenador, pueden provocar estas tensiones. Además, dormir en posiciones inadecuadas o con almohadas que no brindan el soporte adecuado puede contribuir al malestar cervical.

La musculatura cervical está compuesta por músculos que conectan la cabeza, el cuello y los hombros. Estos músculos son especialmente sensibles a esfuerzos repetitivos y posturas mantenidas que los sobrecargan. Por ejemplo, la práctica de actividades que requieren levantar los brazos por encima de la cabeza durante períodos prolongados puede generar tensión en esta región. Pero no es la única realidad: el dolor de cuello puede acabar derivando en dolor de cabeza y, de multiplicarse, tender a otro tipo de afectaciones.
Es importante destacar que el cuerpo funciona como un todo integrado. Una mala postura o tensión en una zona puede repercutir en áreas aparentemente no relacionadas. Por ejemplo, una posición incorrecta al sentarse puede afectar la alineación de la columna vertebral, causando dolor en el cuello. Razón por la que mantener una postura adecuada y fortalecer la musculatura de soporte es crucial para prevenir las cervicalgias.
La prevención, la clave para evitar el dolor de cuello
Prevenir el dolor de cuello es posible mediante la incorporación de ejercicios específicos y la adopción de hábitos posturales saludables. Realizar estiramientos diarios puede ayudar a mantener la flexibilidad y reducir la tensión muscular. Ejercicios como la flexión y rotación lateral del cuello, la rotación de hombros y los movimientos de brazos por encima de la cabeza son recomendables, es decir, un fortalecimiento total de las cervicales.
Es fundamental realizar estos ejercicios de manera controlada, evitando movimientos bruscos que puedan causar lesiones. Incorporarlos en la rutina diaria, especialmente durante las pausas en el trabajo o después de períodos prolongados de inactividad, puede ser beneficioso. Además, mantener una postura erguida, con los hombros relajados y la pantalla del ordenador a la altura de los ojos, contribuye a reducir la tensión en la región cervical.
En el ámbito laboral, es aconsejable ajustar el espacio de trabajo para promover una postura adecuada. Utilizar sillas con soporte lumbar, posicionar el monitor a la altura de los ojos y tomar descansos regulares para estirarse son medidas efectivas. Por eso, tomar medidas ergonómicas es bastante más importante de lo que parece. En cuanto al terreno de los hobbies, evitar mantener la cabeza inclinada hacia adelante durante largos períodos, como al leer o utilizar dispositivos móviles, es esencial.