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Marian Rojas revela las claves para diferenciar la depresión de la tristeza

Son muchas las personas que atraviesan momentos difíciles; la clave está en saber abordarlos en el momento adecuado

Marian Rojas revela las claves para diferenciar la depresión de la tristeza

Marian Rojas Estapé. | Gtres

En la vida, es normal experimentar momentos de tristeza, pero cuando estos sentimientos se prolongan o afectan nuestra rutina diaria, pueden esconder algo más profundo. Marian Rojas, en su amplia experiencia como psiquiatra, nos invita a reflexionar sobre las sutilezas que existen entre estas dos emociones que, aunque similares, tienen implicaciones profundamente distintas en nuestra salud mental. Identificar las diferencias entre un estado emocional pasajero y una condición más seria es clave para comprender nuestro bienestar mental. A partir de la visión de Rojas, exploraremos cómo distinguir entre distintos niveles de afectación emocional y qué señales pueden ayudarnos a actuar a tiempo.

Diferencias entre tristeza y depresiones

Las emociones forman parte esencial de la vida humana. Sentir alegría, enojo, miedo o tristeza es natural y necesario para nuestra evolución psicológica. La tristeza, en particular, es una de esas emociones que, aunque pueda resultar incómoda, cumple una función importante en nuestro desarrollo. Sin embargo, en ocasiones, la tristeza se confunde con la depresión, un trastorno emocional mucho más profundo y complejo. La psiquiatra Marian Rojas ha explicado en diversas ocasiones las diferencias clave entre la tristeza, la depresión leve y la depresión grave, permitiendo comprender mejor cada uno de estos estados emocionales y su impacto en la vida de las personas.

La tristeza: una emoción necesaria y transitoria

La tristeza es una emoción normal y común en la vida cotidiana. Según Marian Rojas, la tristeza es tan esencial como la alegría o la rabia, ya que nos ayuda a reflexionar, conectar con nuestras emociones y dar sentido a lo que nos sucede. Es un estado pasajero, que puede durar unas horas o pocos días, y que generalmente se desencadena por una causa específica: una discusión, una pérdida, un cambio inesperado en el trabajo o la vida personal. Lo importante de esta emoción es que no paraliza la vida de la persona. Aunque se sienta una disminución del ánimo, sigue habiendo energía para realizar las tareas diarias y afrontar los desafíos cotidianos. Es un estado en el que, aunque haya dolor emocional, también hay una cierta capacidad de afrontamiento.

Depresión leve: cuando la tristeza se prolonga

A diferencia de la tristeza, la depresión leve es un estado más persistente y difuso. Marian Rojas explica que muchas personas que acuden a su consulta creen tener depresión cuando en realidad están atravesando un período de desmotivación o insatisfacción con alguna área de su vida. Por ejemplo, un cambio de puesto en el trabajo que no resulta satisfactorio o problemas interpersonales pueden generar un estado de desgana y falta de interés que, aunque molesto, no llega a ser una depresión clínica.

Una mujer triste y pensativa

Rojas aclara que la diferencia clave entre la tristeza y la depresión leve radica en la duración y la intensidad del estado emocional. En la depresión leve, la persona experimenta una disminución del entusiasmo por la vida, pero no pierde completamente la capacidad de sentir placer o esperanza. Sin embargo, si esta sensación de desánimo persiste por varias semanas y afecta la funcionalidad diaria, puede evolucionar hacia una depresión más grave.

Depresión grave: un estado debilitante y peligroso

Cuando la tristeza y la falta de energía se intensifican y se prolongan por semanas o meses, se habla de una depresión grave. Según Marian Rojas, este trastorno no solo afecta el estado emocional, sino también la forma en que la persona percibe la realidad. La mente se nubla, el corazón se siente pesado y se pierde la ilusión por todo. La voz interior se vuelve crítica y destructiva, generando pensamientos negativos recurrentes y un sentimiento profundo de soledad e incomprensión. Y es que uno de los aspectos más preocupantes de la depresión grave es que puede llevar a pensamientos suicidas. La persona siente que su situación no tiene salida y que su existencia carece de sentido. Es fundamental prestar atención a estos signos y buscar ayuda profesional de inmediato.

La importancia de la ayuda profesional

Hoy en día, existen diversas estrategias para tratar la depresión, desde la terapia psicológica hasta el uso de fármacos adecuados. La combinación de ambos enfoques suele ser la más efectiva para ayudar a las personas a recuperar el equilibrio emocional. La terapia cognitivo-conductual, el acompañamiento familiar y las técnicas de regulación emocional son herramientas clave en este proceso. Según Marian Rojas, comprender la diferencia entre tristeza, depresión leve y depresión grave es esencial para saber cuándo buscar ayuda y cómo abordar cada situación. La tristeza es parte de la vida y nos permite crecer, la depresión leve requiere atención para evitar que se agrave, y la depresión grave es un trastorno serio que necesita intervención profesional. La buena noticia es que con el tratamiento adecuado, la depresión puede aliviarse y superarse, devolviendo a la persona la capacidad de disfrutar de la vida nuevamente.

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