Ni la estevia, ni la sacarina: este es el edulcorante natural que produce tu cuerpo
Este aminoácido se perfila como la alternativa natural y saludable al azúcar que muchos buscan en su día a día

Edulcorantes | Canva pro
El ser humano lleva siglos buscando cómo endulzar la vida sin pagar el precio del azúcar. Primero fue la sacarina, después llegaron fórmulas como la sucralosa o el aspartamo, y más recientemente la estevia, convertida en la supuesta alternativa natural. Pero lo que parecía la solución perfecta pronto empezó a generar dudas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en 2023 una guía en la que desaconsejaba el uso prolongado de edulcorantes artificiales. El documento señalaba que no resultan eficaces para la pérdida de peso y que incluso podrían incrementar el riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2 y patologías cardiovasculares. El nutricionista Pablo Ojeda coincide en esta advertencia y añade que el consumo continuado de sacarina, sucralosa o aspartamo puede alterar la microbiota intestinal, inducir resistencia a la insulina e incluso generar problemas digestivos. La supuesta ventaja de reducir calorías al sustituir el azúcar, apunta, no compensa los efectos secundarios a largo plazo.
En medio de este debate aparece una propuesta inesperada: no hace falta mirar al laboratorio ni a plantas exóticas, porque el cuerpo ya produce un edulcorante propio, seguro y beneficioso. Ojeda lo recuerda con claridad, se trata de la glicina, un aminoácido con capacidad de endulzar y aportar ventajas que van mucho más allá del sabor.
Glicina: edulcorante natural
Ante este panorama, la propuesta de Ojeda resulta sorprendente: utilizar glicina como alternativa. Este aminoácido, que el cuerpo humano produce de forma natural, cumple funciones esenciales para la vida. Participa en la síntesis de proteínas, colágeno, ADN y creatina, y a la vez aporta un sabor dulce lo convierte en seguro. La glicina no solo es un edulcorante natural, es un nutriente que ya está en nuestro organismo», sostiene el nutricionista. A diferencia de los productos químicos, su consumo no provoca picos de insulina, no altera la microbiota y carece de los efectos secundarios asociados a la mayoría de los edulcorantes comerciales.

Beneficios más allá del sabor
Los estudios sobre la glicina han documentado varios efectos positivos:
- No eleva la insulina. Es segura para personas con resistencia insulínica o que buscan mantener estables sus niveles de glucosa.
- Mejora el sueño. Se ha asociado con una mejor calidad de descanso y con la reducción del insomnio.
- Protege la piel. Al formar parte del colágeno, contribuye a mantener la elasticidad y a retrasar el envejecimiento cutáneo.
- Función antioxidante. Protege al páncreas y favorece la regulación natural del azúcar en sangre.
- Seguridad contrastada. Al ser un aminoácido presente en el propio cuerpo, no existen riesgos relevantes asociados a su consumo como suplemento.
Ojeda subraya que incorporar glicina en la dieta es, en esencia, dar un refuerzo natural al sistema. Más energía, mejor digestión y una piel más sana son algunos de los beneficios que señala.
¿Cómo incorporarla a la rutina diaria?
La glicina puede encontrarse en forma de suplemento en polvo o cápsulas, pero también se halla en alimentos ricos en proteínas, como la gelatina, el pescado, la carne o algunos caldos elaborados con huesos. Añadir pequeñas cantidades de glicina en polvo al café, por ejemplo, puede sustituir al azúcar sin alterar la experiencia de sabor y, al mismo tiempo, aportar beneficios nutricionales.
El auge de los edulcorantes artificiales respondió a una necesidad: reducir calorías sin renunciar al sabor dulce. Sin embargo, la evidencia científica apunta a que esta solución ha traído más problemas de los esperados. La glicina plantea una alternativa radicalmente distinta, ya que no se trata de un aditivo externo, sino de un compuesto que el propio cuerpo produce y que cumple múltiples funciones vitales. En un contexto en el que los consumidores buscan opciones más naturales, seguras y sostenibles, la glicina podría convertirse en el verdadero sustituto saludable del azúcar.