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Estos tres ejercicios estimulan los músculos y ayudan a regenerar neuronas, según un estudio

Ejercitarse no es solo un beneficio para los músculos, sino un verdadero impulso para la mente

Estos tres ejercicios estimulan los músculos y ayudan a regenerar neuronas, según un estudio

Una mujer corriendo | Canva pro

Durante décadas, la relación entre la actividad física y el bienestar mental se asumió como un hecho: caminar, correr o nadar mejora memoria, atención y estado de ánimo. Sin embargo, el mecanismo exacto mediante el cual los músculos envían estas señales al cerebro permanecía en gran parte desconocido. Un estudio reciente, con participación de la Universitat de les Illes Balears, ofrece una explicación innovadora: las vesículas extracelulares, diminutas partículas liberadas por las células musculares durante el ejercicio, actúan como mensajeras químicas que viajan por la sangre y estimulan la renovación neuronal en el hipocampo, una región clave para el aprendizaje y la memoria.

Estas vesículas, según explica Enrico Castroflorio, neurocientífico especializado en función sináptica y lípidos de la Universitat de les Illes Balears, funcionan como pequeños paquetes cargados de proteínas y fragmentos de ARN. Durante la actividad física, los músculos y otros tejidos incrementan la liberación de estas partículas, que circulan por el organismo y logran alcanzar el cerebro, donde desencadenan procesos de neurogénesis y fortalecen la plasticidad sináptica. El estudio, publicado en la revista Brain Research, descarta que este efecto se deba simplemente a un aumento del flujo sanguíneo o a cambios en los vasos cerebrales, señalando un sofisticado mecanismo de comunicación molecular entre cuerpo y mente.

Correr

Beneficios de caminar, correr o nadar

Para comprobar la hipótesis, los investigadores realizaron experimentos con ratones. Inyectaron vesículas extracelulares obtenidas de animales que habían realizado ejercicio en ratones sedentarios, y observaron que sus cerebros comenzaron a generar nuevas neuronas, replicando los beneficios de la actividad física sin que los animales se hubieran movido. El análisis de estas vesículas reveló la presencia de proteínas asociadas a la plasticidad neuronal y la defensa antioxidante, elementos que contribuyen a proteger el cerebro y a establecer nuevas conexiones entre neuronas.

Nadar

Castroflorio destaca que el cuerpo humano mantiene un diálogo constante con el cerebro. «No es solo el cerebro el que manda», señala, «al moverse, el ser humano libera señales químicas que influyen directamente en el sistema nervioso central». Esta comunicación podría explicar por qué la actividad física no solo fortalece los músculos, sino que también mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y potencia funciones cognitivas. A pesar de estos avances, aún existen incógnitas. No se sabe con precisión cómo las vesículas atraviesan la barrera hematoencefálica ni qué moléculas específicas son las responsables del efecto observado. Los científicos buscan determinar cuáles de estas proteínas, o qué combinación de ellas, tiene el mayor impacto sobre la neurogénesis. También desconocen si las vesículas actúan directamente sobre el cerebro o si primero desencadenan respuestas en órganos como el hígado o el sistema inmunitario, que luego repercuten en el sistema nervioso.

Andar

Implicaciones para la salud humana

Las implicaciones para la salud humana son prometedoras, aunque todavía requieren más investigación. Los autores del estudio contemplan la posibilidad de desarrollar terapias basadas en vesículas extracelulares modificadas para transmitir los beneficios del ejercicio a personas con limitaciones físicas o enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o la depresión. Sin embargo, estos tratamientos solo serán viables tras ensayos clínicos y estudios en humanos que confirmen su seguridad y eficacia. Mientras tanto, la recomendación sigue siendo clara: mantener un estilo de vida activo. Cada paseo, carrera o sesión de natación no solo fortalece el cuerpo, sino que también activa un diálogo bioquímico entre los músculos y el cerebro que fomenta la neurogénesis y la plasticidad cerebral. Las vesículas extracelulares actúan como diminutas mensajeras que permiten al cerebro renovarse, contribuyendo al bienestar emocional, la creatividad y la vitalidad cognitiva.

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