Los cinco secretos de Enrique Rojas a sus 76 años para ser feliz a cualquier edad
Se puede aspirar a una felicidad razonable que haga la vida más plena, equilibrada y consciente, sin importar la edad
Enrique Rojas | Instagram
A los 76 años, Enrique Rojas, reconocido psiquiatra español, reflexiona sobre la felicidad en una época marcada por la abundancia y la confusión. Según Rojas, a pesar de los avances tecnológicos, las comodidades y el acceso ilimitado a información, las personas actuales se sienten perdidas respecto a lo que verdaderamente buscan. Esta sensación, dice, se debe a lo que él llama la «multiplicación de los medios y la confusión de los fines»: tenemos recursos, pero no siempre sabemos para qué ni cómo utilizarlos para ser felices.
Para Rojas, la felicidad no es un estado absoluto, sino relativo, alcanzable en la vida cotidiana mediante decisiones conscientes y la gestión de nuestras emociones. Inspirándose en Miguel de Cervantes, recuerda que «la felicidad no está en la posada, sino en el camino». En otras palabras, no se trata de llegar a un destino ideal, sino de disfrutar del proceso de la vida, reconociendo los logros personales y aprendiendo a convivir con el sufrimiento inherente a la existencia.
1. Cerrar las heridas del pasado
El primer consejo de Rojas es cerrar las heridas del pasado. Esto implica hacer las paces con experiencias dolorosas y evitar que los recuerdos negativos condicionen nuestra vida presente. Según el psiquiatra, «la persona que vive en el pasado es una persona amargada y resentida». La madurez, explica, consiste en vivir en el presente, disfrutando del momento y proyectándose hacia el futuro, consciente de que la prosperidad más auténtica se encuentra en el porvenir. Para lograrlo, Rojas enfatiza la importancia de la buena salud y la “mala memoria” selectiva: recordar lo necesario, olvidar lo dañino.
2. Ver lo positivo en la vida
El segundo secreto es entrenar la capacidad de ver lo positivo en la vida. En una era saturada de noticias negativas, desarrollar un enfoque optimista se convierte en un acto de resistencia emocional. Rojas advierte que muchas personas buscan refugio en deportes o revistas del corazón, tratando de evadir la realidad, pero enfatiza que la felicidad no depende de los hechos, sino de cómo los interpretamos. Aprender a identificar la bondad, la belleza y los pequeños logros cotidianos fortalece la percepción de bienestar y reduce la sensación de desamparo frente a las dificultades externas.
3. Desarrollar una voluntad fuerte
El tercer consejo se centra en la voluntad. Para Rojas, la fuerza de voluntad es la capacidad de retrasar la gratificación inmediata en favor de metas a largo plazo. «Llega más lejos la persona con voluntad que la persona inteligente», afirma. La disciplina y la perseverancia, sostiene, son esenciales para alcanzar objetivos personales, profesionales y emocionales que, a la larga, proporcionan una satisfacción más profunda que los placeres instantáneos.
4. Equilibrio entre razón y corazón
El cuarto secreto es hallar un equilibrio entre la razón y el corazón. Aquellos que se inclinan excesivamente hacia la racionalidad o la sensibilidad extrema tienden a sufrir más. La clave, según Rojas, es combinar reflexión y emociones, tomando decisiones fundamentadas pero sin renunciar a la empatía y la pasión. Este balance contribuye a relaciones más sanas, una mejor gestión de conflictos y una percepción más armoniosa del mundo, fortaleciendo así la felicidad duradera.
5. Tener un proyecto de vida
Finalmente, el quinto consejo es tener un proyecto de vida coherente y realista. La felicidad, subraya Rojas, requiere propósito. Este proyecto debe incluir amor, trabajo, cultura y amistad, siendo el amor y el trabajo los pilares esenciales. Sin un proyecto que dé sentido a nuestras acciones, el día a día pierde dirección y motivación. Planificar metas, cuidar relaciones significativas y comprometerse con el crecimiento personal permite convertir la rutina en un camino pleno y satisfactorio.
Los secretos de Enrique Rojas, aunque simples en apariencia, reflejan una filosofía de vida basada en la introspección, la disciplina y la conexión con los demás. Su enfoque demuestra que la felicidad no es un estado inalcanzable ni un lujo reservado a unos pocos, sino una construcción consciente que depende de nuestra capacidad de gestionar el pasado, interpretar la realidad, fortalecer la voluntad, equilibrar emociones y proyectar nuestra vida con propósito. A sus 76 años, Rojas invita a cada persona a recorrer ese camino con atención y gratitud, recordándonos que, como Cervantes escribió, la verdadera felicidad se encuentra en el trayecto, no en la meta.