Ni ejercicios ni cirugía: el tratamiento que se hace Kim Kardashian para eliminar la papada
Más allá de modas virales, la ciencia sigue siendo la única vía fiable para redefinir el rostro

Kim Kardashian | Redes sociales
Kim Kardashian no solo marca tendencia en la moda o en el maquillaje, también lo hace en el terreno de los tratamientos estéticos. Cada movimiento suyo genera titulares y, en cuestión de horas, puede disparar la popularidad de un producto hasta convertirlo en viral. Eso mismo ocurrió cuando apareció en redes sociales con un accesorio de su marca SKIMS, diseñado para moldear el rostro y, supuestamente, reducir la papada sin necesidad de cirugía ni ejercicios. Lo que parecía un simple complemento de autocuidado nocturno desató un debate médico sobre su eficacia real y los posibles riesgos de usarlo como alternativa a los tratamientos estéticos avalados por la ciencia.
¿El tratamiento funciona de verdad?
Cirujanos y dermatólogos advierten que este tipo de fajas faciales no proporcionan cambios estructurales, no eliminan grasa ni tensan la piel a largo plazo. Peor aún, su uso prolongado podría ocasionar problemas en la piel, alterar el drenaje linfático o incluso interferir en la calidad del sueño debido a la incomodidad. En un artículo para TELVA la doctora Elena Jiménez, directora de Eleca Clinic, añade que «son soluciones estéticas pasajeras que, lejos de ofrecer un beneficio real, pueden generar complicaciones si no se utilizan con precaución». En este sentido, el accesorio de Kim Kardashian entra en la misma categoría que las cremas reafirmantes o los masajes caseros: recursos que pueden aportar una sensación inmediata de firmeza, pero que carecen de eficacia clínica demostrada a medio y largo plazo.

¿Por qué aparece la papada?
La papada, o doble mentón, no siempre está relacionada con el sobrepeso. Puede aparecer por factores genéticos, flacidez cutánea, pérdida de colágeno con la edad o la llamada tech-neck, provocada por pasar horas frente al móvil. Según la doctora Marta García, experta en medicina estética, para TELVA afirma que «entender el origen es fundamental para elegir el tratamiento adecuado. No todas las papadas son iguales y no todas requieren la misma solución». Históricamente, la cirugía ha sido la vía más eficaz, con procedimientos combinados de liposucción y lifting. Sin embargo, la demanda de técnicas no invasivas ha crecido de forma exponencial en los últimos años, impulsada por figuras mediáticas como las Kardashian, que han popularizado la estética como parte de la rutina de autocuidado.
Tratamientos médicos sin cirugía
En la actualidad, cada vez más personas buscan alternativas a la cirugía para combatir la papada y redefinir el óvalo facial. La medicina estética ofrece una amplia gama de procedimientos mínimamente invasivos que, aunque requieren constancia y mantenimiento, resultan eficaces y seguros bajo supervisión profesional. Según la Dra. Cecilia Arthur, especialista en medicina estética en Madrid, «los tratamientos sin cirugía pueden ayudar a tensar la piel y mejorar la definición del óvalo facial, siempre que se realicen bajo supervisión médica y con un plan personalizado».
Uno de los más populares es la mesoterapia facial, un tratamiento que consiste en la infiltración de cócteles vitamínicos, antioxidantes y ácido hialurónico no reticulado en la zona submentoniana. Estos microinyectables mejoran la calidad de la piel, reducen la retención de líquidos y aportan un efecto tensor visible en pocas sesiones. Otra opción en auge es la enzimoterapia, donde se aplican enzimas recombinantes como la lipasa o la colagenasa. La primera ayuda a disolver los depósitos de grasa localizada y la segunda a tensar el tejido flácido. Según diversos especialistas, este procedimiento resulta especialmente interesante en papadas leves o moderadas, y es una alternativa natural al ácido desoxicólico.
También destacan las terapias combinadas con hilos tensores, que actúan como un soporte interno para recolocar y sostener la piel. Se emplean sobre todo en pacientes que presentan descolgamiento sin exceso de grasa, y los resultados pueden prolongarse entre 12 y 18 meses. Y por último, las inyecciones de neuromoduladores, habitualmente asociadas al tratamiento de arrugas, también tienen un papel en el manejo de la papada. Relajar la musculatura del cuello puede mejorar la definición del ángulo cervicofacial, evitando que la contracción del platisma contribuya al descolgamiento cutáneo.