Ejercicios para hombres de 50: los cinco más efectivos para desarrollar músculo
Cumplir años no tiene por qué significar que las cosas vayan a ir peor, siempre que sepas cómo cuidarte bien

Entrenamiento de fuerza | Canva pro
La pérdida de masa muscular es un proceso natural que acompaña al envejecimiento, pero eso no significa que sea inevitable. Llegar a los 50 años no significa resignarse a la pérdida de fuerza o a la inactividad. Al contrario, es un momento clave para fortalecer el cuerpo y mantener la vitalidad. «La masa muscular magra disminuye con la edad, pero si la trabajas a medida que envejeces, tu cuerpo se vuelve más resiliente y funcional», explica para Men’s Health Albert Matheny, fisiólogo del ejercicio y cofundador del SoHo Strength Lab. Para los hombres que alcanzan esta edad, mantener o incluso aumentar la musculatura no solo mejora la estética, sino que se traduce en una mejor calidad de vida, mayor estabilidad, prevención de lesiones y protección ósea. Con los ejercicios adecuados, es posible transformar esta etapa en una oportunidad para ganar fuerza, confianza y bienestar.
El músculo como seguro de vida
Según el Dr. Rodrigo Arteaga, tener poca musculatura puede dificultar tareas cotidianas, aumentar el riesgo de caídas, debilitar las articulaciones y restar autonomía. Mantener una buena cantidad de músculo brinda estabilidad, energía, seguridad y calidad de vida. Además de fuerza, el músculo regula el metabolismo, mejora la sensibilidad a la insulina y protege el equilibrio hormonal. Rodrigo explica que, «con una combinación de suficiente proteína, entrenamiento de fuerza constante y descanso adecuado, es posible desarrollar y mantener músculo a cualquier edad». No se trata solo de hacer ejercicio, sino de construir un plan de vida para envejecer con salud y vitalidad.
Cinco estrategias para desarrollar músculo a partir de los 50
Los expertos coinciden en que la clave no está solo en los ejercicios, sino también en la nutrición, el descanso y la mentalidad.
- Nutrición enfocada en proteínas: la proteína es el combustible del músculo. Rodrigo aconseja consumir entre 20 y 25 gramos de proteína en cada comida y 7 a 12 gramos en las meriendas, priorizando fuentes como pescado azul, huevos, legumbres y carnes magras. La ingesta adecuada de proteínas acelera la reparación y crecimiento muscular, sobre todo cuando se combina con ejercicios de resistencia.
- Ejercicios con peso corporal como base: flexiones, sentadillas, dominadas y zancadas fortalecen los músculos esenciales y sirven como cimiento para incorporar luego pesas libres o máquinas. «Estos movimientos ayudan a mantener una base sólida, sobre la que puedes añadir otros ejercicios más avanzados», indica Doug Sklar, entrenador personal certificado.
- Entrenar con pesas, sin miedo a los pesos elevados: contrario a la creencia popular, el entrenamiento con cargas pesadas sigue siendo seguro y efectivo después de los 50 si se mantiene la técnica correcta.
- Priorizar la recuperación y el descanso: a medida que envejecemos, los músculos tardan más en recuperarse. Alternar días de entrenamiento de fuerza y respetar los periodos de descanso reduce el riesgo de lesiones y permite un progreso sostenido. Dormir lo suficiente también es crucial: durante el sueño se producen las reparaciones musculares que sustentan el crecimiento.
- Variar los entrenamientos y cuidar las articulaciones: no todos los ejercicios deben centrarse en pesas. Actividades como ciclismo, natación o entrenamiento funcional ayudan a fortalecer el cuerpo sin sobrecargar las articulaciones.

La importancia de la mentalidad
Más allá de lo físico, la forma en que se percibe esta etapa de la vida es clave. No es momento de bajar el ritmo, sino de desafiarse, probar nuevas rutinas y formar hábitos saludables. El enfoque mental positivo influye directamente en la constancia y el disfrute del entrenamiento, facilitando resultados sostenibles. Aunque se tenga experiencia previa, nunca es tarde para incorporar ejercicios de fuerza a la rutina diaria.