Las microtendencias, las culpables de que vivas con ganas de comprar ropa nueva cada día
Precios bajos, redes sociales y modas de vida efímera promueven la venta compulsiva de determinados productos
En moda estamos muy acostumbrados hablar de tendencias continuamente. Ahora, sin embargo, son las llamadas microtendencias las que están en boca de todos. ¿Qué las diferencia? Son tendencias kleenex, de usar y tirar, porque tan rápido es su auge como su desaparición.
Este cambio se ha producido por la evolución vivida a nivel social. Si antes las tendencias iban ligadas al tiempo y hablábamos de otoño-invierno y primavera-verano, las redes sociales y las grandes firmas de fast fashion han acelerado el ritmo habitual de consumo. Esto ha dado lugar a estas microtendencias que pueden dejar de estar de moda dentro de la misma temporada porque su vida no dura más que unas cuantas semanas.
Si ahora hablamos de la moda ochentera o de los vestidos sixties es porque, hasta hace poco, la forma de vestir evolucionaba lentamente y las prendas podían mantenerse en el armario entre 10 o 20 años. Las tendencias nacían en las pasarelas de las fashion weeks y llegaban al público masivo a través del uso de actrices, modelos o cantantes.
Ahora nos encontramos en un escenario totalmente distinto. Las redes sociales han dado vida a las influencers que, con un gran número de seguidores, son capaces de convertir una pieza en un objeto de deseo de un día para otro. O corres y compras (y usas) enseguida… o ya habrá muerto esa microtendencia. Para no perder más tiempo, desde THE OBJECTIVE analizamos esta nueva forma de consumo así como sus causas y consecuencias. ¿Serás tú una de sus víctimas?
Qué es una microtendencia
Si te paras a pensar, es fácil identificar las microtendencias que hemos vivido en los últimos meses. No hemos pasado el ecuador del año y ya hemos contemplado como nacían y morían algunas modas. Cuando arrancaba el año parecía que el mundo coquette era lo máximo, pero ahora ya nadie se acuerda de él. Luego llego la estética mob wife inspirada en las mujeres de la mafia italiana que, por suerte, parece que ha vuelto al cajón. Más tarde se empezaba a hablar del office girl, inspirado en los trajes usados por las ejecutivas de los años noventa. Estos términos ligados a estéticas muy marcadas han protagonizado los primeros meses del año con un ascenso tan rápido como su caída.
Pero empecemos por lo más básico: ¿qué es exactamente una microtendencia? Con este término se está designando a esa prenda, accesorio o estética que se pone de moda de forma masiva en un tiempo récord pero que cae en el olvido con la misma rapidez. A veces es fruto de una estudiada campaña para promover la venta de un producto específico pero lo más habitual es que sea algo inesperado que nace de forma natural y espontánea en redes sociales como Instagram o TikTok.
Las microtendencias hacen su aparición en los perfiles de influencers logrando en pocos días llegar a una audiencia muy masiva. Enseguida se cuelan en los perfiles de los usuarios y despiertan sus ganas de compra. Lo más habitual es que estas modas duren pocas semanas, más o menos entre uno o dos meses. Incluso se han vivido algunas microtendencias con una vida aún más corta.
La moda ultrarrápida
«Las macrotendencias tienen impacto global, mientras que las microtendencias son tendencias de ciclo muy corto, van asociadas a la velocidad y a un impacto muy rápido», explica Javier Plazas, analista de tendencias experto en moda y tecnología sobre este fenómeno cada vez más habitual.
Esta forma de consumo tan instantáneo viene apoyada por la aparición es escena de firmas de moda ultrarrápida. No hay que confundir estas marcas con el fast fashion, donde podemos englobar a gigantes como Inditex, Mango, Primark o H&M. Dentro de la moda ultrarrápida están esas empresas de producción masiva con precios muy bajos que no tienen tiendas físicas sino que trabajan con envíos internacionales como Shein o Temu. Han cambiado la forma de comprar porque ahora se hace con un click, de manera mucho más frecuente y renovando el armario casi cada semana. El mundo de la moda aún se ha acelerado más y ya no estamos en ese momento de comprar una prenda que utilizarás solo esta temporada.
El fast fashion nos había acostumbrado a tener diferentes colecciones dentro de una misma temporada. Pero eso ahora ya no es suficiente. Estas nuevas compañías «sacan novedades continuamente y esto hace que el efecto sorpresa y el deseo por comprar artículos a bajo precio tenga ventaja respecto al resto de marcas que tienen ciclo más largo», explica el experto.
Las microtendencias, más que ir ligadas a una estética global, se enfocan más a determinados productos. Así es como la moda coquette iba ligada a comprarse accesorios de lazos o el mob wife se destinaba principalmente al estampado de leopardo o a los abrigos de pelo.
En busca del mejor ‘low cost’
Aunque las microtendencias aparecen en escena gracias a las grandes influencers, lo cierto es que no tendrían éxito sin las llamadas microinfluencers que son aquellos perfiles que no tienen tanta audiencia porque sus comunidades se encuentran alrededor de los 10.000 seguidores. Son en estos perfiles donde se dan las claves de cómo utilizar las microtendencias porque muestran de una manera más cotidiana cómo adoptar la estética sin invertir mucho dinero.
«Su contenido no está patrocinado necesariamente por las marcas, y eso les brinda naturalidad y rapidez porque no tienen que trabajar el contenido previamente, sino de una forma espontánea», explica Plazas. Además, el experto menciona a un tercer actor en la ecuación, además de las grandes empresas y los influencers: los algoritmos de búsqueda.
Como estas tendencias son tan pasajeras, es habitual que sean baratas porque no resultan una buena inversión a largo plazo. Es por ello que las compañías asiáticas son las grandes beneficiadas en este nuevo sistema. «China tiene una ventaja competitiva enorme con TikTok, trabajan muy bien el comercio digital y el contenido», agrega el experto sobre el buen posicionamiento de los productos chinos en este nuevo tablero de juego.
Las consecuencias para el planeta
Detrás de este fenómeno hay un gran impacto medioambiental porque la producción de prendas se vuelve más masiva todavía. Los tiempos son tan cortos que es difícil prever cuánto se va a vender y es más fácil que haya un exceso de stock que no se venda y termine directamente en la basura. A estos desechos hay que sumar en unos días esos productos que se han vendido pero que el cliente tirará a las pocas semanas porque su moda ya ha pasado y, como el desembolso ha sido tan pequeño, no cuesta nada tirarlo.
El resultado de todo ello es que los vertederos de ropa están creciendo de manera alarmante. Un ejemplo es el situado en Atacama (Chile) donde llegan cada día 20 toneladas nueva de ropa, según cifras oficiales.
Parecía que el movimiento Old Money, en el que se invierte en prendas básicas de gran calidad para crear un buen fondo de armario, iba a suponer un cambio radical en la forma de consumir ropa. Sin embargo, al mismo tiempo se está viviendo el momento de las microtendencias. Ambas corrientes son fruto de nuestro tiempo y los expertos las consideran consecuencias de la pandemia.
«Debemos tener en cuenta la pérdida de poder adquisitivo de los adolescentes y las clases medias en Europa», explica el experto. «La moda tras la pandemia se ha visto impactada por una tormenta perfecta en la que determinados tipos de consumidores, generalmente los más jóvenes, dedican su presupuesto al ultra low cost», añade. Además, todo apunta a que las nuevas generaciones están invirtiendo su dinero en otros sectores del estilo de vida como viajar o la gastronomía.