THE OBJECTIVE
La Mirilla

Varias periodistas catalanas impulsan un ‘Me too’ y se cobran una cancelación

Anulan el espectáculo del periodista Quim Morales en el Teatro Victoria tras la denuncia pública de Ana Polo

Varias periodistas catalanas impulsan un ‘Me too’ y se cobran una cancelación

La periodista Ana Polo. | Fibracat

Una decena de periodistas catalanas ha empezado a denunciar en sus redes sociales presuntos casos de agresión o acoso sexual que habrían sufrido por parte de algunos compañeros y superiores en las distintas redacciones en las que han trabajado. Algunas de ellas dan los nombres de estos periodistas, otras no. Pero solo una lo llevó ante los tribunales. En Cataluña se habla ya de una suerte de Me too del gremio.

La periodista y humorista Ana Polo acudió al podcast del digital Crític, que conduce la también periodista Laura Aznar, y señaló al periodista de Rac1 Quim Morales de besarla sin su consentimiento hace diez años, cuando era una becaria y tras acompañarla en coche.

Según Polo, «revistió de enamoramiento» su «abuso de poder», se le «echó encima» y en aquel momento ella no supo reaccionar y tuvo miedo a perder su trabajo. Esta situación se alargó durante tres meses. El locutor ha admitido los hechos tras la denuncia pública. Asegura que tuvo un «mal comportamiento» y que pidió perdón a Polo tras el episodio, pero niega haber incurrido en ningún ilícito penal.

Cancelación de su espectáculo

Sus declaraciones han provocado que el Teatro Victoria de Barcelona haya cancelado el espectáculo Ja era hora, en el que participaba Morales. Y ha desatado una ola de solidaridad de otras periodistas que han relatado en sus redes sociales casos parecidos.

https://twitter.com/AlbaCarreres/status/1877469057672245431

La editora de Catorze, Eva Piquer, la periodista y escritora Llucia Ramis, la periodista e impulsora del manifiesto por un «feminismo nacionalista» Marta Roqueta, la periodista y publicista Alba Carreres, la periodista especializada en comunicación estética Patrycia Centeno, la escritora Iolanda Batallé y las periodistas Laia Gordi, Gina Tost, Elena Parreño y Marta Montaner han querido explicar su testimonio. La única excepción ha sido la periodista experta en noticias de género Mar Bermúdez, que en su momento llevó el caso a los tribunales y logró que le dieran la razón.

En este Me too periodístico relatan agresiones sexuales, maltratos psicológicos, intimidaciones, abuso de poder o chantaje emocional, entre otros. Todo ello también llega poco después de un informe del observatorio Mèdia.cat, publicado en diciembre de 2024 y basado en encuestas a 136 mujeres periodistas, en el que el 54% afirmó haber sido acosada sexualmente en el ejercicio de su trabajo en medios de comunicación.

Tras la primera denuncia pública de Polo, la periodista Alba Carreres publicó un artículo en el mismo medio donde afirma que «hay muchos Quims en los medios», en referencia a Quim Morales. Sin dar nombres, asegura que también ella sufrió abusos y tocamientos de un superior en la radio en la que trabajaba, y que estuvo años si poder entrar a un estudio. Además, afirma que la echaron a ella del trabajo por decir que «el presentador» del programa un «baboso».

Otra periodista, Elena Parreño, también ha decidido contar en un artículo que cuando era becaria en «una emisora de radio estatal» tenía un jefe que le invitaba a comer a menudo. Y que «ese hombre elegía a las becarias en función de su físico».

Redes sociales

Por su parte, la periodista y escritora Llucia Ramis ha usado las redes sociales para expresarse, aunque tampoco ha identificado a su presunto agresor. «Director de un diario donde hice las prácticas en verano. Le pidió al jefe de redacción que me invitara a cenar y a tomar una copa con ellos dos. Rechacé la invitación, y me pasó de Cultura a la sección de agenda y televisión».

La mayoría de estas historias y denuncias públicas se han compartido a través de las redes sociales. Marta Roqueta, conocida por impulsar un manifiesto en contra del «machismo de España», ha ofrecido más datos sobre el hombre que dice que le agredió. Ha dicho que «lo tenemos ahora en el Parlament» y que en su momento le propuso escribir en su revista: «Después me dijo que estaba enamoradísimo de mí, y a partir de ahí empezó el maltrato psicológico».

La especialista en comunicación y estética Patrycia Centeno ha hablado de un «político catalán que ha hecho carrera en el Congreso» que se le insinuó. Negarse a lo que pedía, afirma, le supuso una «guerra sucia de su partido».

Algunas de ellas aseguran que no lo llevan a la justicia porque ha pasado mucho tiempo y no confían en que pueda prosperar. Esta por ver si finalmente dan los nombres de sus presuntos agresores y si tiene más consecuencias. Por el momento, ha abierto un debate sobre la manera elegida para denunciarlo, si ayuda a sensibilizar de esta realidad o si, por el contrario, contribuye a la «infantilización de la mujer».

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D