El enfrentamiento cada vez más palpable entre la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la vicepresidenta y responsable de la cartera de Trabajo, Yolanda Díaz, ha alcanzado el grupo parlamentario de Unidas Podemos. Según fuentes de la coalición, Díaz está lanzando algo parecido a una «campaña de fichajes» para sustraer a Podemos cuadros con experiencia parlamentaria y que han estado cerca de la cúpula morada en los últimos años.
Hace un año, trascendió el nombramiento del inspector de Trabajo Héctor Illueca en el gabinete de Díaz como director general. El diputado de Unidas Podemos por Valencia siempre ha destacado como uno de los cuadros con más experiencia del partido morado, hasta el punto de que en los días frenéticos de las negociaciones entre Sánchez e Iglesias su nombre aparecía incluso entre los ministeriables.
Ahora se ha trasladado en el Gobierno valenciano, en teoría empujado por Podemos, pero desde esta Comunidad recalcan la afinidad con Díaz. «Es su pieza», afirman. A la vez, otros diputados de Unidas Podemos se están acercando a la ministra, según explican fuentes de la coalición a THE OBJECTIVE.
En el heterogéneo organigrama de la coalición destacan por otro lado los siete miembros de los Comunes, cuya mayoría está controlada por Ada Colau, afín a Díaz. Esta sección catalana de Unidas Podemos, de la que habría que excluir a Jaume Asens (se mantiene fiel a la línea de Iglesias y Montero), sorprendió en el Congreso cuando anunció algunas enmiendas a la ley del solo sí es sí de Irene Montero. Esta medida es considerada la ley estrella de la ministra de Igualdad y sorprendió que recibiese críticas de una parte de su grupo con la bendición de Colau.
«Sálvase quien pueda»
Pero hay más. Fuentes de Unidas Podemos sostienen que en el grupo parlamentario se respira un clima de «sálvase quien pueda» y que a pesar de no estar sobre la mesa una ruptura o escisión, sí hay cuadros relevantes que se han pasado al bando de Díaz. Se trata de diputados con amplio recorrido que hasta 2019 formaron parte del núcleo de dirigentes más cercanos a Iglesias, muy presentes por ejemplo en las fase electorales, pero que han actuado siempre con cierta libertad, según reconocen varias fuentes del partido morado.
Díaz está interesada en esos perfiles, máxime si tienen habilidad en la comprensión de los datos, las encuestas y la estrategia política. Uno de los talones de Aquiles de la ministra de Trabajo es que en poco tiempo debe construir un equipo si quiere intentar proponerse como candidata en las próximas elecciones generales. Ya se le están ofreciendo diputados del Congreso interesados en asegurarse un puesto elevado en las listas para repetir en el cargo.
Otra parte del grupo de Unidas Podemos que se acerca a Díaz es la sección de Izquierda Unida, liderada por el ministro de Consumo, Alberto Garzón. El coordinador federal de IU es en este momento uno de los principales valederos de la ministra. Un hecho insólito, recuerdan en Podemos, puesto que hace dos años fue él quien se opuso con más fuerza al nombramiento de Díaz. Y Díaz rompió el carné de IU tras una desavenencia con él. Pero en la política todo cambia y ahora lo está haciendo «a la velocidad del rayo», aseguran las fuentes consultadas.