Estos son los únicos coches no eléctricos que se podrán vender en 2035 en la Unión Europea
La nueva normativa responde a que los coches generan el 12% de todas las emisiones de CO2 en el territorio
La Unión Europea llegó el pasado 27 de octubre a un acuerdo histórico que consiste en la defunción de los vehículos nuevos de motor de combustión para 2035. Eurodiputados y Estados miembros llegaron a un acuerdo para lograr los objetivos climáticos de la UE.
«Decisión histórica de la UE para el clima, que confirma definitivamente el objetivo del 100% de vehículos cero emisiones en 2035, con etapas intermedias en 2025 y 2030», tuiteó el eurodiputado francés Pascal Canfin, presidente de la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo.
Esta normativa responde al problema de que los coches son responsables del 12% de todas las emisiones de CO2 en el territorio de la Unión Europea, y el transporte en su conjunto suma un cuarto del total. El vicepresidente de la Comisión encargado del «Pacto Verde» europeo, Frans Timmermans, también celebró un acuerdo que «envía una señal fuerte a la industria y a los consumidores: Europa avanza hacia una movilidad libre de emisiones».
El pacto del pasado octubre prevé igualmente una moratoria para los constructores «de nicho» o los que produzcan menos de 10.000 vehículos al año: podrán incluir motores de combustión hasta 2036. Esta cláusula, apodada «enmienda Ferrari», beneficiará especialmente a las marcas de lujo.
Con ello respaldaba una propuesta de la Comisión presentada el año pasado, parte de un ambicioso plan climático para reducir las emisiones en un 90% para 2035 respecto a 2021. Alrededor del 12% de los vehículos nuevos vendidos en la Unión Europea son eléctricos, aunque los consumidores van alejándose de los modelos que emiten CO2 a medida que los costos de energía y las normas de tránsito más ecológicas se imponen.
Qué coches se podrán vender en la Unión Europea
La UE deja una puerta abierta a los coches nuevos de combustión interna siempre y cuando sean neutrales. Los combustibles sintéticos neutrales, también llamados e fuels, son carburantes líquidos que se producen a nivel industrial y que no tienen como fuente de energía los fósiles (como es el caso de la gasolina), por lo que en su proceso de producción se ahorran unas emisiones de CO2, o captan CO2 del aire, equivalente al que se emite en su combustión.
La Unión Europea quiere este tipo de combustibles en marcha porque su producción y utilización a nivel de sostenibilidad supone un gran avance ya que la huella de carbono es prácticamente nula. De esta forma se atajaría la problemática de aumentar los gases de efecto invernadero emitidos en la atmósfera. Aún así, falta que la Unión Europea detalle qué significa cuando dice que los coches «funcionen exclusivamente empleando combustibles CO2 neutrales».
Otro de los beneficios de los e fuel es que tiene una densidad energética mayor a la de las baterías utilizadas en los coches eléctricos. El combustible sintético sostenible no interfiere en la autonomía de los vehículos y se puede transportar de forma segura, además de almacenarse en grandes cantidad por un período largo de tiempo. Al fin y al cabo la cadena de producción no se altera de manera drástica con respecto a la actual y para el consumidor tampoco supondrá un gran cambio. La estimación de Porsche sobre cuánto pagaríamos el litro de estos nuevos combustibles es de 2 euros que no dista tanto de lo que se está pagando estos meses por la gasolina (1,7 euros) o el diésel (1,8 euros).
Son dos los factores que Europa tendrá que estudiar para que esta iniciativa sea viable: que todo el mundo pueda acceder a los e fuels y que sea económico. Y es que los combustibles fósiles se han producido a niveles ingentes para poder suministrar a las grandes cantidades de transporte, pero estos nuevos carburantes pueden llegar a ser más complejos y costosos porque se nutren de CO2 que se extraerá con energía de plantas solares o eólicas.